En su sesión ordinaria de ayer la Cámara de Senadores otorgó media sanción a un mensaje del Poder Ejecutivo que dispone la intervención a la comuna de Hughes, en el departamento General López.
En su sesión ordinaria de ayer la Cámara de Senadores otorgó media sanción a un mensaje del Poder Ejecutivo que dispone la intervención a la comuna de Hughes, en el departamento General López. Si la iniciativa parlamentaria prospera en la Cámara baja santafesina, a cuyas comisiones fue girada anoche luego de la aprobación senatorial, caducarán los mandatos de los miembros que integran la comisión comunal encabezada por el justicialista Daniel Sciamaro, sobre quien pesan serias denuncias que afectaron la vida institucional de la comuna ubicada en el suroeste provincial.
El proyecto que obtuvo luz verde en la Cámara alta santafesina también dispone que el comisionado que designe el Poder Ejecutivo cesará sus funciones el día que asuman las autoridades electas en los comicios generales del 24 de julio pasado. Cabe consignar que en las últimas elecciones comunales resultó electo como jefe comunal Mario Antonio Viola, del Frente Progresista Cívico y Social, quien obtuvo 1.530 votos ( 51.17 por ciento), superando al Frente Santa Fe para Todos, que postuló a Néstor Parnasso y cosechó 1.378 sufragios (46.09).
El senador justicialista por el departamento 9 de Julio, Hugo Terré, manifestó en declaraciones a los cronistas parlamentarios que si bien se trata de "una medida extrema, los acontecimientos no nos dejaron otro camino. Ya hemos agotado todas las instancias previas", subrayó el legislador.
Como informó LaCapital , la saga de escándalos institucionales en Hughes —algunos inclusive con repercusión nacional— se remonta a los inicios de la gestión de Sciamaro, quien renunció el año pasado y volvió a reasumir la jefatura comunal en circunstancias objetadas por la oposición. Sergio Giordano (vice) y Mariana Gutiérrez, Martín Brandi y Hugo Montani como miembros de la comisión comunal completaban la composición original del gobierno comunal. Pero ante la renuncia de Brandi en marzo de 2010 por diferencias con el jefe comunal, Sciamaro convocó en su reemplazo a un suplente (Hernán Sánchez) perteneciente a su sector político a contramano de las disposiciones legales, según se denunció.
A fines de octubre se sucedieron denuncias por descalabro económico y un prolongado paro municipal que detonaron las renuncias de Sciamaro, Giordano y Sánchez. Al mes siguiente el Tribunal Electoral reincorporó a los renunciantes, entre ellos el miembro de la comisión que Sciamaro había designado en forma presuntamente irregular. La oposición siempre desconoció la legitimidad de Sánchez y exigió que la cuarta suplente (Stella Rohr) era quien debía ser legítimamente designada.
Además del objetado proceso institucional que derivó en su reasunción, sobre Sciamaro siguieron recayendo al mismo tiempo severas denuncias por presuntos gastos de dineros públicos en beneficio propio que derivaron en el pedido de intervención por parte de los empleados de la comuna que ayer prosperó en el Senado de la provincia. Antes que esto, los trabajadores protagonizaron numerosas protestas por falta o retrasos en los pagos de sus haberes.
Así las cosas, son los diputados quienes tienen desde anoche la última palabra.
Juego
Una de las denuncias públicas que pesaron sobre Sciamaro tuvieron que ver con su presunta debilidad por el juego, y hasta se llegó a decir que había gastado en el casino dineros públicos. Pero el mismo presidente comunal dijo cuando reasumió en noviembre: “Si jugué fue con mi dinero, no con el de los vecinos de Hughes”.
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