El mediador Daniel Pollack aseguró que los tenedores más duros no aceptan la propuesta, aunque señaló que hay interés de un pequeño grupo.
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El special master Daniel Pollack, quien intercede entre el Gobierno y los holdouts por el litigio de la deuda, publicó un nuevo comunicado para dar cierre a una semana de "intensas" negociaciones, pero que aún no mostraron un avance hacia un acuerdo con los fondos más duros.
En un comunicado oficial, Pollack aseguró que el país ya arregló con dos fondos por USD 1.000 millones, pero que los reclamos de otros cuatro grandes fondos no se pudieron solucionar. "Sin embargo, se dieron intensas negociaciones entre representantes de estos fondos y funcionarios del gobierno argentino", subrayó el mediador, quien presencia estos encuentros.
Aunque Pollack no los nombra, NML Capital y Aurelius son dos de los fondos más duros a la hora de que la Argentina llegue a un acuerdo con los holdouts. Las negociaciones se llevaron a cabo "hasta altas horas de la noche" y continuarán.
Más allá de estos cuatro grandes holdouts, el mediador sí confirmó que las negociaciones avanzaron con otros grupos más pequeños (los "me too") que tienen bonos de la deuda en default. La oferta que había presentado la Argentina implica una quita del 25% sobre una deuda USD 9.000 millones en sentencias del juez Thomas Griesa.
Las negociaciones entre las partes continuarán la próxima semana, cuando los holdouts y grupos de "me too" deberán responder a un pedido de Griesa: explicar por escrito por qué desean que el juez mantenga el stay. En el marco de las nuevas tratativas, el Gobierno pidió que el país tenga acceso nuevamente a los mercados de financiación.
En caso de que se reponga el "stay", automáticamente la Argentina volvería a pagar los próximos vencimientos de cupones de los bonos neoyorkinos y el país quedaría al borde de salir del default técnico.
Los principales ganadores de un acuerdo con los "holdouts" serían los bonos emitidos bajo ley Nueva York, que no se pagan desde julio de 2014 por el fallo del juez Griesa a favor de los acreedores y obviamente en contra de la Argentina.