Los balnearios fueron habilitados hace dos semanas. Todavía no comenzó el intenso movimiento de bañistas, pero sí de navegantes. Recomendaciones para evitar que la salida recreativa a la playa se transforme en un dolor de cabeza. El jueves se ahogó un joven en Rincón.
Nicolás Loyarte
nloyarte@ellitoral.com
@nicoloyarte
El creciente número de embarcaciones que navegan la zona de playas santafesinas preocupa a los guardavidas encargados de proteger a los bañistas que concurren a los balnearios y solarium de la laguna Setúbal.
Grandes yates se cruzan permanentemente con lanchas que pasan a toda velocidad y, a su vez, con pequeñas embarcaciones a remo como piraguas y kayacs, que pasean por la laguna, muy cerca de las playas. El gran movimiento náutico produce un oleaje que perjudica mayoritariamente la navegación de las pequeñas embarcaciones, que corren riesgo de zozobrar hasta el naufragio.
“El sábado pasado tuvimos que rescatar a dos mujeres que navegaban a bordo de un kayac y se dieron vuelta, frente a la playa de la Costanera Este, aguas arriba del Puente Colgante”, relató a modo de ejemplo Sergio Berardi, a cargo del Sindicato de Guardavidas de Santa Fe. “Un compañero tuvo que salir al rescate, calmó a las chicas, que por fortuna tenían el salvavidas, evitó que se hunda el kayac y con el apoyo de la lancha de Guardavidas y de Prefectura se las rescató”.
En el mismo sentido, Berardi agregó que ya “se empiezan a dar los casos típicos de incidentes náuticos, que estimo que en pleno verano, en enero, se van a multiplicar”. Por eso “el guardavidas no sólo tiene que prestar atención adentro del boyado sino también en el resto del río, debido al incremento del parque náutico; sobre todo en la Costanera Este”.
Prudencia
Para prevenir accidentes, el guardavidas mencionó: “No es lo mismo navegar con chaleco salvavidas que sin el mismo. Tampoco es lo mismo darse vuelta y quedar prendido a la embarcación que desprenderse. La situación de rescate varía según el estado de nerviosismo del náufrago, si tragó agua y si sabe nadar. Dependiendo de su condición física le puede provocar un infarto”, advirtió.
La Prefectura controla que las embarcaciones cuenten con la documentación requerida, que sean conducidas por personas habilitadas con carné de timonel de yate y que cuenten con las medidas de seguridad como chalecos salvavidas para todos los tripulantes, matafuego, bengala y demás.
Pero ante situaciones de emergencia en la zona de playas suelen actuar los guardavidas. “Nos ha tocado actuar ante situaciones en las que viajan a bordo un matrimonio y un niño. El niño se tira a nadar con salvavidas en el medio de la laguna, tiene dificultad, se tira el padre a auxiliarlo, con la dificultad de que no es una persona especializada en rescate, y queda la mujer a bordo sin saber conducir la embarcación. Comúnmente ocurre esto a una distancia que se hace difícil de visualizar. Cuando otra embarcación alcanza a alertar a los guardavidas actuamos en el rescate. Esto ocurrió infinitas veces en la laguna. Por eso es que hacemos un llamado de atención a quienes se introducen en el río para que lo hagan con absoluta prudencia”, describió Berardi.
Respetar el boyado
Otra recomendación de los guardavidas es que tanto los bañistas como quienes conducen embarcaciones respeten el boyado que delimita el espacio habilitado para unos y otros. Berardi admitió que esto les acarrea muchos “dolores de cabeza”. Por ello, le propondrán a la Municipalidad que se implemente un doble boyado, como el que tiene la playa de La Florida, en Rosario. “Serían dos líneas de boyado -explicó Berardi-. Una que indica hasta dónde se puede nadar y la otra que no sólo demarca (como la actual) sino que impiden el avance de las embarcaciones”.
Recursos
—¿Los guardavidas cuentan con todos los elementos necesarios para trabajar?
—Es disímil. Si bien nuestro trabajo es continuo para concientizar a los municipios que el guardavidas debe contar con los elementos básicos de seguridad, primeros auxilios, comunicación, uniforme y elementos de protección como sombrilla y protector solar, esto no se cumple en todos los casos.
Nosotros priorizamos el paso a paso. Primero, la fuente laboral. A partir de allí, el guardavidas asume el puesto que se le designó y realiza una evaluación. Ahora estamos en esta etapa. A través del diálogo institucional se presentan los requerimientos necesarios.
En lo que respecta a Santa Fe, ya realizamos esa evaluación y presentamos las necesidades. Los guardavidas ya cuentan con la ropa y se están ajustando cuestiones de logística, como son los equipos de comunicación y el movimiento de las lanchas en la laguna.
Ahogado en Rincón
Este jueves por la tarde se ahogó un joven bañista de 18 años, cuando intentó cruzar a nado el río Ubajay hacia la isla, en la zona de balneario municipal de San José del Rincón, que todavía no inauguró la temporadara. Fue identificado como Natanael Ruiz Moreno y vivía en Santa Rosa de Calchines. Había ido a nadar junto a un grupo de amigos, cuando cerca de las 17.30 desapareció de la superficie. Lo encontró ahogado la Prefectura y Bomberos a las 21.
Desde el Sindicato de Guardavidas, Sergio Berardi alertó que “la Municipalidad de Rincón todavía no inauguró la temporada” y dijo que “por eso no había guardavidas en la playa”. El dirigente mencionó que “está previsto que se inaugure el 1º de diciembre” y reclamó que “se respete la ley (Nacional de Guardavidas Nº 27.155), que indica que la temporada debe ser de 5 meses. Debería habilitarse el 1º de noviembre hasta fin de marzo”.
“El Ubajay es un río traicionero. Hay que hacer más fuerza para nadar contra la corriente y te puede causar un calambre”, advirtió Berardi. “Ya van tres casos similares a éste en los últimos años”, dijo, “es una picardía que ocurra a días de la habilitación de playas. Hace calor y la gente se tira igual al agua, hay una falta de responsabilidad y conciencia de parte del municipio”, finalizó.
Palometas, rayas y yacarés
Los bañistas deben tener en cuenta la vida que existe en el río y aprender a actuar en consecuencia. Hay dos peces que suelen atacarlos, palometas y rayas, y ahora se sumó la presencia intimidante de los yacarés.
En el caso de las palometas, hay que “cruzar los dedos para que no elijan las playas para atacar -dijo Berardi-. Buscan los cebaderos de pesca porque encuentran alimento. Por fortuna se redujo la pesca en la laguna por lo tanto no se dan este tipo de situaciones. Si el cardumen se estaciona cerca de una playa puede haber ataques. Generalmente aparecen en la zona de los espigones, donde hay canutillos o tripa de pescado descartada, en cambio en la Este el río corre más y es menos frecuente”.
Las rayas suelen desovar en la playa, sobre todo en las zonas de poca profundidad. El horario en el que se producen más ataques es a primera hora de la mañana, cuando la playa está en calma. “El primero que ingresa al agua es el principal candidato a sufrir un ataque -advirtió Berardi-. Para evitarlo hay que arrastrar los pies en el fondo y, de ser posible, caminar con un palo y hacer bulla. Luego, con el movimiento de gente, la raya se va y desaparece el peligro”.
Yacaré
Alejandro Larriera, director del proyecto de reproducción de yacarés de la Granja La Esmeralda, ya lo había advertido. Los santafesinos debemos “acostumbrarnos a convivir con los yacarés”, porque fueron sembrados por toda la región y “van a comenzar a aparecer en lugares poco habituales”. A principio de año apareció el primero de la especie en la zona del Dique II del Puerto y el sábado pasado, el primero que fue divisado en la playa de la Costanera Este. Este último fue capturado y lo liberaron en la zona de islas.
“Apareció en la playa porque estaba cansado, estresado, y buscó la orilla, pero no es común que se arrime a donde hay gente; por eso se dejó capturar fácilmente”, contó Berardi.
>>> 87 guardavidas cuidan las plazas de la ciudad, a los que se deben sumar otros 20, encargados de brindar protección en las demás playas del departamento La Capital, como Santo Tomé, Sauce Viejo y San José del Rincón.
El accidente de Pedernera
En la memoria de los santafesinos está presente el recuerdo del accidente náutico que sufrió el por entonces aspirante a guardavidas Miguel Pedernera, quien fuera atropellado por una lancha al mando del ex juez federal santafesino Víctor Brusa, cuando realizaba junto a un grupo de nadadores el cruce de la laguna Setúbal, en el año 1997.