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sábado, 28 de noviembre de 2015

Santa Fe Una mañana agitada Robó en la guardia del Cullen y se fugó disfrazado de enfermero

Un paciente alcoholizado amenazó a las enfermeras que lo atendieron. En una sala donde guardan sus pertenencias, revolvió todo y robó. Se dio a la fuga vestido de enfermero.

Foto: El Litoral
El Litoral

Una vez más la violencia jaqueó a los trabajadores del hospital J. M. Cullen. Hoy a las 7:20 ingresó un joven de 25 años de barrio La Lona por un accidente en moto. Estaba alcoholizado y muy alterado, por lo que insultó y amenazó a las enfermeras que lo asistieron. Antes de las 8, el muchacho se arrancó el suero y se dio a la fuga. Minutos más tarde, los empleados de la guardia constataron que la sala donde guardan sus pertenencias estaba “dada vuelta”.

“Abrió los casilleros donde guardamos nuestra ropa, tiró y rompió papeles, revisó carteras y se llevó billeteras, plata y nuestra ropa de trabajo. Se puso un ambo y así se fue”, detalló una enfermera.

Las principales perjudicadas fueron dos mujeres de servicios generales, a quienes el paciente les sustrajo sus billeteras con dinero, documentación y tarjetas.

Foto: El Litoral

“No es la primera vez que roban dentro de la Guardia, pero sí es la primera vez que lo hacen con tanta alevosía. El lugar donde guardamos nuestras cosas no es de fácil acceso, todo lo contrario, está bastante oculto, así que fue totalmente intencional”, dijo Pablo Dusso, doctor a cargo del servicio en el momento del robo.

El médico planteó que por sus características el Cullen necesita tomar medidas de urgencia y específicas: “El 70 % de nuestros pacientes son heridos o politraumatizados en hechos de violencia, que provienen de los barrios más conflictivos de la ciudad. Muchas veces los enfrentamientos barriales o familiares se trasladan puertas adentro del hospital. Trabajamos con un tipo de población y un tipo de emergencias y urgencias que nos diferencian de otros hospitales. Por eso necesitamos medidas acordes a nuestra realidad”.

Amenazas, todos los días

Mientras era asistido, el paciente estaba muy alterado e insultó y amenazó a las enfermeras. “Estábamos todos trabajando, incluso estaba el policía”, comentó una empleada del hospital.

— ¿Qué hizo el policía ante esta situación?, preguntó El Litoral.

“Nada. Acá nos amenazan todos los días, todo el tiempo, es algo que ya está naturalizado. Más que con un ‘callate’, el policía no interviene de otra forma, salvo que la situación pase a mayores”, respondió un enfermero.

Consultada sobre el protocolo de actuación de los policías dentro del hospital, Mirta Saldaña, a cargo del destacamento, aclaró que “siempre se intenta calmar la situación” y aseguró que a veces “los insultos se producen por las demoras en la atención”. “Si vemos que la cosa ya pasa a castaño oscuro o que hay una agresión física, ahí sí se interviene más activamente. Pero no nos olvidemos que estas personas llegan al hospital en calidad de pacientes y que uno no puede estar llevándoselos afuera por una agresión verbal. Lo que hacemos tanto dentro como fuera de la guardia es intentar calmarlos”.

En el momento en que El Litoral recorrió la guardia, las mujeres de limpieza que fueron víctimas del hurto no se encontraban, ya que tuvieron que ir a declarar a la Comisaría 4°, de la que depende el destacamento policial. “Esto es así siempre”, aclaró Saldaña. “Nosotros en el destacamento tomamos un acta de procedimiento, pero siempre se remite a la 4°”.

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