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sábado, 28 de noviembre de 2015

SANTA FE Abracuentos invita a disfrutar de la lectura en el Parque Federa

A partir de las 17 de este sábado, las integrantes de la asociación se instalarán bajo los árboles del espacio verde. El objetivo es acercar el mágico mundo de la literatura a los más pequeños y jóvenes.
Diario UNO | 
Abracuentos invita a disfrutar de la lectura en el Parque Federa
 La asociación civil Abracuentos Libroteca Ambulante viene trabajando desde el 2002. En primer lugar lo hacían bajo el nombre de El Carrito de los Libros y, en 2009, lo cambiaron por el actual. El objetivo que persigue esta agrupación es la democratización del acceso al libro y a la literatura, sobre todo en los sectores más vulnerables. Para eso llevan adelante actividades de distinta índole, ya sea en escuelas o centros de salud, a los cuales asisten para llevar cuentos e historias a los más chicos. 
A modo de cierre de un año que llega a su fin, Abracuentos propone un importante número de actividades entre las que destaca el encuentro que se desarrollará este sábado, a partir de las 17, en calle Pedro Vittori a la altura de Martín Zapata. Bajo el resguardo de los árboles del Parque Federal invitan a las familias para que puedan compartir con los pequeños de un lindo momento.
“No es necesario llevar los libros ya que nosotros tenemos, es solamente acercarse con ganas de compartir entre amigos o con familia un momento de lectura al aire libre”, explicó Micaela Piccini, integrante de la asociación.
En este momento están trabajando en el CIC de Facundo Zuviría, ya que creen que la salud es una construcción más amplia que va más allá de la atención de un cuerpo enfermo; que la persona es una unidad con diferentes tipos de necesidades y que la lectura colabora en la construcción de la salud. Por eso asisten a leer en la sala de espera del dispensario, donde los niños esperan a ser atendidos.
Cuando comenzaron a trabajar en el CIC de Facundo Zuviría, la desconfianza y el asombro de la gente se hacía evidente, ya que no es común ver a un grupo de adultos que se acerca desinteresadamente a los chicos para abrir las páginas de un libro y relatarle las historias que en estos se plasman. “Al principio sí era como raro, se acercaban un rato y no sabían bien de qué se trataba, pero cuando nos vieron en el tiempo y una vez instalado el espacio, la gente se apropió”, relata Micaela, al mismo tiempo que asegura que hoy esos sentimientos se disiparon y las personas esperan no solamente para ser atendidos por el médico, sino que también esperan que estén los cuentos.
“Es un proceso y saber que al otro encuentro vamos a estar genera confianza y que la gente se involucre porque ven una respuesta desde nuestro lugar”, sostuvo la referente del grupo.
Abracuentos cuenta con un equipo de trabajo estable, pero a lo largo de los años y en la medida en que su tarea se difundía, ha ido sumando gente y mutando en su conformación. En ese sentido, Micaela recordó con alegría la participación voluntaria que sumaron este año por parte de un grupo de alumnas del profesorado de la Escuela Normal, a raíz de un taller que dicta una de las integrantes de Abracuentos, que se ofrecieron para sumarse a leer. “Eso nosotros lo vemos como un gesto muy valioso; si bien no hacemos una convocatoria abierta para que la gente se sume, nos gusta. Es un espacio abierto para esos momentos”, explicó la integrante de la asociación, quien aseguró que el grupo cuenta con la colaboración de amigos y voluntarios al momento de acudir a una escuela o centro de salud.
 Un espacio sin edad
A pesar de que la agrupación enfoca la actividad hacia la primera infancia, no deja pasar las oportunidades que se presentan para trabajar con adolescentes y adultos, ya que poseen material de lectura que se puede utilizar para esas ocasiones. “Si bien tenemos material amplio, el trabajo principal es con niños de nivel primario”, puntualizó la integrante de Abracuentos.
Sin embargo, este no deja de ser un proyecto abierto que cuenta con propuestas para todas las edades, ya que incluso trabajaron con adultos en terciarios y visitaron la facultad de Entre Ríos para dictar talleres. “Consideramos que la literatura no tiene edad y un libro, aunque sea de literatura infantil, también lo puede leer un adulto y al ser mediadores de lectura, tenemos que ser primero lectores los adultos para poder mediar con un niño. Es convidar lo que a uno le gusta”, explicó Micaela.
En una época donde los chicos aprenden con mayor rapidez a manejar un teléfono celular que a leer, el desafío es despertar el interés de los más pequeños por los libros. En base a la experiencia que recabaron desde la asociación, aseguran que ambas tecnologías pueden convivir tranquilamente y son los adultos quienes deben mantenerse abiertos a las diferentes formas en las que se presenta la lectura.
“Uno está abierto a que no solamente hoy se lee con el objeto libro; hoy los adolescentes tienen una capacidad que los grandes no poseen, de leer desde un celular”, relató Micaela, que además de integrar Abracuentos es bibliotecaria y testigo de la transformación que atravesó el hábito de la lectura. Las escuelas están repletas de libros y de buena literatura, en ese sentido asegura que el trabajo de los adultos debe centrarse en acercar los libros a los chicos y hacerlos apetecibles para que estos puedan disfrutarlos. “Hoy en día se trata de sumar. Cambiaron los formatos, pero lo importante es que se lea de la manera que sea”, señaló.
Para poder conformar la actual biblioteca que poseen cuentan con una pequeña entrada de dinero proveniente de la cuota societaria. Buena parte de ese dinero es destinado para adquirir material. En oportunidades contaron con la colaboración de funcionarios públicos que, al enterarse de la iniciativa, realizan un aporte económico.
Desde la Nación y a través del Proyecto Nutrición y Familia, recibieron una donación de material que colaboró a ampliar la biblioteca ambulante. Los mismos integrantes, en la medida que pueden, realizan su aporte para adquirir ejemplares nuevos. “Tratamos de destinar lo poquito que tengamos para seguir comprando porque es nuestro capital y lo más importante que tenemos son los libros”, aseguró.
Hace poco hicieron una compra para pequeños lectores (bebés) ya que al momento de acudir al Centro de Salud se percataron de que ese material era indispensable para captar a los pequeños. 
 Balance
Desde la agrupación calificaron el 2015 como un año muy positivo, en parte por el importante número de actividades e intervenciones que pudieron llevar a cabo en diferentes espacios de la ciudad y de la región y, por otro lado, porque al igual que viene haciéndolo desde hace seis años, los visitó la poeta y escritora infantil Iris Rivera.
“Proyectos hay muchos. La idea es seguir trabajando, compartiendo buena literatura y mediando entre el libro y los chicos. No es poco, porque la actividad se replica entre las personas. Y es muy gratificante el trabajo”, finalizó Piccini. Aquellos que deseen colaborar con la donación de material pueden acercarse a la biblioteca Muttis (cortada Falucho y 25 de Mayo), donde la asociación se reúne semanalmente o contactarse a través de Facebook: Abracuentos. Libroteca Ambulante.

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