¿Pensaste que te habías salvado por tomar solo un par de copas en esa fiesta? Pues no.
Es extraño. Te quedas profundamente dormido, te despiertas a la hora habitual, pero por alguna razón no te sientes tan relajado y descansado. No es una resaca ya que no bebiste mucho, pero tu cerebro se siente confuso ¿Qué está pasando?
Dependiendo de la cantidad que bebiste, el alcohol puede enturbiar tu sueño, dice el Doctor Joshua Gowin, un psicofarmacólogo e investigador sobre el alcohol junto a instituciones de salud de Estados Unidos.
Una lección de química rápida:
“Cuando tomas un sorbo de una bebida, ésta encuentra su camino entre el torrente sanguíneo y el cerebro en 15 minutos y una vez que llegue a su cerebro, el alcohol provoca ‘una cascada’ de cambios químicos”.
-Joshua Gowin-
El primero de esos cambios son los picos de la noradrenalina, que aumentan los sentimientos de euforia, excitación, y el estado de alerta general. En pocas palabras, el alcohol te hace sentir bien, una de las principales razones por las que decidimos tomar una copa.
Pero una vez que dejas de beber, esa sensación de euforia se empieza a quemar. Se sustituye por la relajación y la fatiga, a veces confusión o depresión, dice Gowin.
Además, tu temperatura comienza a bajar, algo que ocurre de manera natural cuando el cuerpo transita hacia el sueño. Básicamente, te sientes listo para dormir y es probablemente más fácil que puedas conciliar el sueño rápidamente.
¿Pero de qué forma estás durmiendo? Durante el sueño normal, tu cerebro desciende lentamente a etapas más y más profundas de sueño a medida que avanza la noche. Pero un estudio de 2013 encontró que el alcohol impulsa tu cerebro a las etapas más profundas del sueño casi tan pronto como tu cabeza toca la almohada. Esto puede parecer excelente. Pero a mitad de la noche, tu cerebro retrocede a etapas más ligeras del sueño.
Al mismo tiempo, tu cuerpo finalmente se despeja de alcohol en el torrente sanguíneo, lo que puede tener un efecto perturbador en tu calidad de sueño, dice Gowin.
Por todas estas razones, es más probable que te despiertes durante la noche, te muevas y gires, y que duermas mal en las primeras horas de la mañana después de beber.
El dato: El alcohol parece perturbar especialmente al sueño de las mujeres.
Una investigación de la Universidad de Michigan lo muestra.
Pero es importante saber que casi todos estos efectos suceden sólo si bebes lo suficiente para elevar tu contenido de alcohol en la sangre por encima de 0,05 por ciento. Para la mayoría de la gente, esto es el equivalente de aproximadamente a dos o tres bebidas.
Si eres de esas extrañas personas que sólo toman una copa cuando salen, no tienes de qué preocuparte, al contrario, la mayoría de las investigaciones sugieren que un trago o dos pueden ayudar a conciliar el sueño sin causar ninguna de esas interrupciones del sueño en la mañana.
Para tener en cuenta: Gowin y otros investigadores del sueño definen una bebida como 5 onzas de vino, 1.5 onzas de licor fuerte, o 12 onzas de cerveza, como Budweiser o Coors, que tienen 5 por ciento de alcohol por botella.
En cambio, si te gustan los tragos fuertes, con contenidos de alcohol de 7 a 8 por ciento, tu sueño puede sufrir incluso después de un solo trago.
Así que la próxima vez que pienses en beber, tal vez debas controlarte aún más, si es que quieres dormir placenteramente.
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