Ya sea por desconocimiento de lo que puede ocurrir en caso de que un chico se suba a un cuatriciclo, que pierda estabilidad al maniobrar el giro y alcanzar los 100 kilómetros por hora, y de la prohibición que reza que los menores de 18 años no pueden conducir, las tragedias continúan. En lo que va de la temporada de verano 2015-2016 se registraron ya casos fatales en la Costa argentina, protagonizados por menores al mando de este tipo de vehículos.
Diario UNO dialogó con personas vinculadas a comercios dedicados a la venta de este producto. Sebastián Spagna, encargado de ventas de la casa dedicada a la venta de motos que lleva su mismo apellido, sostuvo que el mercado de estos vehículos es muy variado. El comerciante aclaró que el mercado ofrece modelos que van desde los 50 centímetros cúbicos, los cuales son buscados por los padres para el nene de cuatro años ya sea para el día del Niño o Navidad. Este producto tiene un costo que ronda los 9.500 pesos.
De ahí en más pueden encontrarse rodados que van desde los 70 a 250 centímetros cúbicos de cilindrada que dependerán de la edad al cual va dirigido el vehículo. “Viene a comprar siempre el padre, que generalmente lo quiere para uso propio o de los chicos”, explicó Spagna quien a continuación aclaró que en todos los casos los vendedores están obligados a informar a los mayores la prohibición que rige sobre los menores de 18 años para manejar estos vehículos. “Mucho menos un nene de 12 años, pero eso queda a responsabilidad de los mayores”, aclaró el consultado.
En consonancia con lo expresado por Spagna, otro de los locales consultados sobre este tema corroboró el hecho de que en la mayoría de los casos los clientes buscan adquirir el vehículo para compartir su uso con los chicos. “Mayormente es para esparcimiento y una movilidad dentro de su lugar de fin de semana. Algunos lo adquieren para hacer mandados y por eso buscan el intermedio”, explicó Iván Herai, de la firma Moto Latina. Si bien muchos los emplean para transportar a otra persona, estos vehículos se diseñaron para ser empleados por un solo individuo.
Conforme la resolución Nº 108/03 de la Secretaría de Comercio Interior de la Nación, la mayoría de estos rodados fueron diseñados para ser utilizados en superficies blandas y en zonas pedregosas, nunca en caminos pavimentados.
La mayoría de los modelos tienen un palier fijo y son de tracción trasera por lo que no están preparados para circular por el asfalto. Estos motovehículos pierden estabilidad con facilidad al realizar maniobras de giro. Se puede conducir desde los 17 años si el vehículo es chico, y desde los 21 si son de mayor porte.
Lo que el cliente busca
Las marcas ofrecen dos estilos diferentes. Se distinguen los deportivos por un lado y los utilitarios por otro. En la mayoría de los casos, los clientes optan por adquirir un vehículo de cilindrada intermedia que ronda los 250 centímetros cúbicos, de manera de asegurar la utilidad tanto para el chico como para el adulto.
El modelo deportivo más solicitado en la actualidad ronda entre los 45 a 48.000 pesos. En ese sentido, el comerciante aclaró que la gama deportiva es mucho más accesible que la utilitaria ya que esta última es mucho más onerosa y está orientada a un público diferente que busca ir más allá del esparcimiento familiar.
“Estos modelos los busca mucha gente que los usa para diversión, para hacer travesías en la quinta o trabajar en el campo”, explicó Spagna quien agregó que este tipo de motovehículos en una versión de 250 CC ronda los 75 mil pesos.
Desde el comercio aseguraron que esta temporada no hubo un nivel importante de ventas como consecuencia de las limitaciones en las importaciones. Otro de los factores a los cuales atribuyeron la baja en la demanda de estos vehículos, son los controles que se implementan en materia de tránsito.
En el caso de la empresa que representa Hirai, el modelo más económico se consigue en los 15.000 pesos y está diseñado para niños de seis años en adelante. Se trata de un vehículo con una cilindrada de 110 centímetros cúbicos y que tiene la ventaja de ser automático.
En lo relacionado con la velocidad, este puede llegar a los 40 kilómetros por hora. Sin embargo viene equipado con un regulador para controlarlo. “Eso depende siempre de donde se lo use, por lo general se lo emplea en lugares abiertos como campos o playas. Su uso en la vía pública está prohibido”, aseguró el vendedor.
En este caso, los modelos para adultos que ofrece la casa que representa Hirai tienen una capacidad de 250 centímetros cúbicos, superan los 50.000 pesos y pueden alcanzar los 100 kilómetros por hora. También existen modelos de 400 centímetros cúbicos que pueden superar los 120 kilómetros por hora, tanto en el ámbito deportivo como el utilitario.
En cuanto a los requisitos para manejar los motovehículos, dependerán de la cilindrada que tenga el equipo al igual que sucede con el carné de la moto. “Un cuatriciclo de 150 centímetros cúbicos equivale al carné A21 que puede usarlo y manejar”, sostuvo Hirai.
No figuran en la ley nacional de tránsito
La Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) recordó que los cuatriciclos no están contemplados en la ley nacional de tránsito y no cuentan con licencia de configuración de modelo, es decir que no fueron aprobados por el organismo competente, que es la Secretaría de Industria de la Nación, por lo que se determina que no son aptos para circular por la vía pública.
Recomendaciones
En el caso de que los adquieran para aquellos niños que tengan más de seis años y que regulen el acelerador al mínimo, “porque lo toman como un juguete pero no deja de ser peligroso, se aconseja el uso del sistema de hombre a tierra”.
Este consiste en un cinto que va agarrado a la cintura del chico y posee un contacto. En caso de que el conductor se caiga o sea despedido por el vehículo, el contacto se desenchufa y el cuatriciclo se detiene.
Otros modelos poseen un sistema de seguridad inalámbrico a distancia que funciona como una alarma, el padre controla a control remoto mientras que la criatura puede circular en un radio de 50 metros.
A modo de conclusión, Hirai aconsejó mantener el respeto al vehículo en conjunto con el uso de los accesorios necesarios, como el casco. “No hay que darle a un chico un cuatriciclo para que salga solo porque es inevitable que se tienta y acelera. Después ocurren las cosas que se difunden”, finalizó el vendedor.