Un comerciante recolectó firmas en cuatro manzanas para solicitar iluminación, presencia policial y la colocación de cámaras de seguridad. La UNL analiza unirse al sistema de monitoreo de la Municipalidad.
“Estoy sorprendido”, dijo Andrés Bayo, un comerciante de Mariano Comas luego de contar la cantidad de vecinos de cuatro manzanas del barrio que apoyaron con su firma el petitorio que entregó esta mañana en el Ministerio de Seguridad de la provincia y en la Unidad Regional I.
Pero la reacción del propietario del ciber de calle Mariano Comas al 2700, que fue asaltado diez veces en dos años, no fue sólo por las 400 rúbricas que consiguió en una semana sino porque del total, alrededor de 220 vecinos aclararon que habían sido asaltados. En la misma nota solicitó que cada firmante brinde su nombre y apellido, el número de documento y la cantidad de veces que había sufrido un hecho de inseguridad en el barrio.
En el petitorio presentado ante las autoridades de seguridad, que surgió hace 20 días cuando el hombre sufrió en su comercio el décimo atraco, reclaman concretamente la colocación de cámaras en el sector comprendido entre bulevar Pellegrini, 4 de Enero, Mariano Comas y San Martín; iluminación del área y una garita con personal policial en la cuadra de la facultad de Derecho (Mariano Comas entre 9 de Julio y San Jerónimo).
Como pedido particular, y llamativo, en el texto se destaca la necesidad de “erradicar a los ocupantes de domicilios que funcionan como ‘aguantaderos’ que son conocidos por todo el barrio”.
Por temor a lo peor
En el relato de Bayo vuelven a aparecer todos los asaltos de los que tomó conocimiento en el tiempo que lleva ocupándose del tema, parece que los tiene contados y eso evidentemente lo alienta a continuar con “la movida en el barrio”.
“La farmacia que había a la vuelta por 9 de Julio, terminó cerrando después que la asaltaron 14 veces”, dijo sin dejar dudas sobre lo que lo movilizó para conseguir las firmas y llamar la atención de las autoridades.
Cuando asaltaron el ciber por última vez el 28 de julio, el comerciante fue elocuente al explicar su reclamo y preocupación: “El temor no es que me vuelvan a robar sino que maten a alguien”, le dijo por entonces a El Litoral.
En la nota presentada esta mañana aclara que “en los últimos años los propietarios de comercios y de viviendas particulares hemos sido víctimas de reiterados hechos delictivos que se suceden con delincuentes armados que circulan por la zona de la facultad de Derecho (...) y siempre ponen en riesgo la vida de quienes habitamos el lugar”.
“Cuando tocamos la puerta de las casas todos nos dicen que no podemos seguir así, incluso hay gente que dice eso pero que no firmó por miedo y los entiendo”, refirió el propietario del ciber minutos antes de entregar el petitorio.
Luego que se conoció el último robo al local de Bayo, comenzó a pasar por la cuadra un agente de la policía caminando y otros dos vigilan en moto, ubicados en las esquinas.
Pero la reacción del propietario del ciber de calle Mariano Comas al 2700, que fue asaltado diez veces en dos años, no fue sólo por las 400 rúbricas que consiguió en una semana sino porque del total, alrededor de 220 vecinos aclararon que habían sido asaltados. En la misma nota solicitó que cada firmante brinde su nombre y apellido, el número de documento y la cantidad de veces que había sufrido un hecho de inseguridad en el barrio.
En el petitorio presentado ante las autoridades de seguridad, que surgió hace 20 días cuando el hombre sufrió en su comercio el décimo atraco, reclaman concretamente la colocación de cámaras en el sector comprendido entre bulevar Pellegrini, 4 de Enero, Mariano Comas y San Martín; iluminación del área y una garita con personal policial en la cuadra de la facultad de Derecho (Mariano Comas entre 9 de Julio y San Jerónimo).
Como pedido particular, y llamativo, en el texto se destaca la necesidad de “erradicar a los ocupantes de domicilios que funcionan como ‘aguantaderos’ que son conocidos por todo el barrio”.
Por temor a lo peor
En el relato de Bayo vuelven a aparecer todos los asaltos de los que tomó conocimiento en el tiempo que lleva ocupándose del tema, parece que los tiene contados y eso evidentemente lo alienta a continuar con “la movida en el barrio”.
“La farmacia que había a la vuelta por 9 de Julio, terminó cerrando después que la asaltaron 14 veces”, dijo sin dejar dudas sobre lo que lo movilizó para conseguir las firmas y llamar la atención de las autoridades.
Cuando asaltaron el ciber por última vez el 28 de julio, el comerciante fue elocuente al explicar su reclamo y preocupación: “El temor no es que me vuelvan a robar sino que maten a alguien”, le dijo por entonces a El Litoral.
En la nota presentada esta mañana aclara que “en los últimos años los propietarios de comercios y de viviendas particulares hemos sido víctimas de reiterados hechos delictivos que se suceden con delincuentes armados que circulan por la zona de la facultad de Derecho (...) y siempre ponen en riesgo la vida de quienes habitamos el lugar”.
“Cuando tocamos la puerta de las casas todos nos dicen que no podemos seguir así, incluso hay gente que dice eso pero que no firmó por miedo y los entiendo”, refirió el propietario del ciber minutos antes de entregar el petitorio.
Luego que se conoció el último robo al local de Bayo, comenzó a pasar por la cuadra un agente de la policía caminando y otros dos vigilan en moto, ubicados en las esquinas.
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