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La sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial obligó a un hombre a devolverle el dinero de un departamento a su padre, de 60 años, tras acusarlo de mantener relaciones sentimentales con su esposa. La suma a reintegrar ronda los 40 mil dólares, aunque habrá que hacer la conversión al valor de esa moneda en 1999, cuando se efectuó la donación. La infidelidad denunciada por el hijo nunca fue probada por la Justicia, y ahora la cámara revocó la donación. El progenitor le había dado dinero en efectivo para la compra de un inmueble a su hijo ante la mala situación económica por la que éste pasaba en aquella época. Para los camaristas Jorge Peyrano, Avelino Rodil y Edgard Baracat, las imputaciones formuladas por el beneficiario, en medio del juicio de divorcio, constituyen una "injuria grave". Ante ello, el muchacho deberá devolver, en un plazo de diez días, la suma de dinero que su padre le dio para la adquisición de un departamento. Sin embargo, el fallo puede ser recurrido ante la Corte Suprema de Justicia, aunque la parte actora no consideró esa posibilidad.
Según relató el abogado del padre, Dionisio Sejudo, la causal de "ingratitud" surgió a partir de una contestación del hijo de su cliente en su juicio de divorcio --iniciado por la esposa de éste en 2005--, donde acusó a su padre de tener una relación íntima con su mujer; o sea, una relación suegro-nuera. "Ante esto, el padre se sintió gravemente injuriado y ofendido, porque él había tenido una buena relación con su hijo, sobre todo porque éste estaba mal económicamente, y con serias dificultades laborales", señaló el letrado, quien detalló: "Durante ese tiempo de mal pasar, el abuelo atendía a sus nietos, en lo que sería una intervención de roles, porque era él quien mantenía a la familia. Se hizo cargo hasta del pago del colegio, del club y de las vacaciones de los chicos. En esa situación, llegó a hacerle una donación de dinero a su hijo para que éste se comprara un departamento".Alrededor de seis años más tarde, el matrimonio del hijo se terminó, pero no fue en buenos términos. Ante esa situación, hicieron un juicio contencioso, con causal de infidelidad de parte de la mujer. Sin embargo, Sejudo aclaró que dicho divorcio se adecuó después a mutuo acuerdo. "En medio del trámite judicial, el hijo acusó a su mujer de mantener relaciones íntimas con el suegro, es decir, con su padre", dijo el letrado, que desde entonces representó al injuriado en la denuncia por lo dicho en el expediente de divorcio del tribunal de Familia.
Dos años después, "la causa llegó a la Justicia en primera instancia por ingratitud del hijo y solicitando la revocación de la donación. Allí se probó que no existió ninguna relación íntima entre el suegro y la nuera; por lo tanto, el juez sentenció que hubo injuria. Nosotros presentamos pruebas, testigos y la propia mujer negó esas declaraciones". Sin embargo, esta primera etapa judicial del padre contra el hijo no tuvo éxito en cuanto a la revocación de donación, ya que en aquel momento, el juez interviniente entendió que esa injuria "no tenía la entidad suficiente para revocar la donación realizada" casi ocho años atrás.
Ante esa negativa, llegaron a la cámara en lo civil y comercial, donde ahora los camaristas entendieron que la injuria "sí tiene entidad suficiente para revocar la donación; y es así que queda sin efecto por ingratitud", detalló Sejudo. Además, remarcó que la sentencia se dio en el marco del artículo 1858, que contempla revocación de donación en tres casos: que el hijo atente contra la vida del padre; que el hijo niegue alimentos solicitados por el padre; y en este caso de "injuria grave".
En efecto, ahora el muchacho deberá devolver a su padre lo que le fue donado. "La sentencia de cámara le dio diez días para entregar la suma que se le donó oportunamente para la compra del inmueble". El letrado indicó que en su momento, el hombre entregó a su hijo 40 mil dólares en efectivo
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