En varios corredores habrá un máximo edificable permitido de hasta 30 metros sobre terrenos retirados y de 18 metros en parcelas sobre la línea municipal. Las modificaciones abarcan también a barrio Roma y surgió por un reclamo de los propios vecinos.
El anuncio de la construcción de un megaedificio en la sosegada y tradicional Candioti Sur, y un grupo de vecinos que pusieron el grito en el cielo. Fueron las dos patas de una breve historia que culminó ayer a la tarde, luego de que el Concejo aprobara una modificación al Reglamento de Ordenamiento Urbano -la norma que establece una planificación edilicia y un crecimiento equilibrado de la construcción en la ciudad- a través de la cual se fijaron topes a las alturas de edificaciones en varios “corredores” de ese barrio y de Roma. Se estableció una máxima edificable de 18 metros de alto para edificaciones sobre la línea municipal, y de 30 metros para nuevas obras de construcción sobre terrenos con retiro.
El mes pasado, El Litoral informaba sobre el reclamo público de un grupo de frentistas que se oponían a la eventual construcción -en Güemes al 3100- de un edificio de gran porte, de unos 70 metros de altura (22 pisos). Con esa construcción, los vecinos veían afectada la escala urbana y fisonomía arquitectónica, la rutina y dinámica del tradicional barrio. El sostenido reclamo derivó en reuniones con funcionarios y ediles; luego, el Ejecutivo envió un mensaje con la propuesta de modificación al Reglamento de Ordenamiento Urbano, aprobado en diciembre pasado. Y el Concejo, aun con reparos y abstenciones, la sancionó.
En concreto, se estableció una altura edificable tope de 18 metros sobre la línea municipal, y se puso también un límite de hasta 30 metros como máximo para aquellas nuevas edificaciones que se realicen sobre terrenos retirados de dicha línea. Esta modificación regirá sobre parcelas frentistas que se ubiquen sobre calle Necochea -entre Fray Justo Santa María de Oro y Juan del Campillo-; Güemes -entre Córdoba y Av. Alem-; Calchines, entre Belgrano y Dorrego; y Junín, entre Presidente Juan Domingo Perón y Av. Freyre; Av. Salvador Caputto entre calle Pte. J. D. Perón y Av. Freyre.
Con la mejora sancionada, varios ediles consideraron que se puso un freno a iniciativas inmobiliarias “compulsivas”, por fuera de una planificación edilicia. “Ésta ha sido la solución encontrada en el consenso entre los vecinos y el Ejecutivo”, dijo Carlos Suárez (FPCyS) en el recinto. “A veces ocurre que hay situaciones que no son contempladas. Pero las normas no son pétreas, y se pueden mejorar; los cuerpos legislativos pueden seguir trabajando para alcanzar soluciones a las situaciones que van surgiendo”.
Planificación edilicia
“El reglamento de ordenamiento es una norma fundamental. No trata sólo sobre cuántos pisos se puede edificar en tal o cual sector urbano, sino sobre cómo vamos a construir la ciudad para los próximos años. Por eso, es fundamental corregir estas cuestiones”, dijo Héctor Acuña (100 % Santafesino). “Los vecinos fueron los primeros en alertar que efectivamente si no poníamos un coto, si no normalizábamos la cuestión de las alturas, íbamos a cambiar involuntariamente la fisonomía de este barrio. En este caso puntual de Candioti, se trata de armonizar las normas para que haya seguridad jurídica y un crecimiento equilibrado de la ciudad”, enfatizó durante la sesión.
El mes pasado, El Litoral informaba sobre el reclamo público de un grupo de frentistas que se oponían a la eventual construcción -en Güemes al 3100- de un edificio de gran porte, de unos 70 metros de altura (22 pisos). Con esa construcción, los vecinos veían afectada la escala urbana y fisonomía arquitectónica, la rutina y dinámica del tradicional barrio. El sostenido reclamo derivó en reuniones con funcionarios y ediles; luego, el Ejecutivo envió un mensaje con la propuesta de modificación al Reglamento de Ordenamiento Urbano, aprobado en diciembre pasado. Y el Concejo, aun con reparos y abstenciones, la sancionó.
En concreto, se estableció una altura edificable tope de 18 metros sobre la línea municipal, y se puso también un límite de hasta 30 metros como máximo para aquellas nuevas edificaciones que se realicen sobre terrenos retirados de dicha línea. Esta modificación regirá sobre parcelas frentistas que se ubiquen sobre calle Necochea -entre Fray Justo Santa María de Oro y Juan del Campillo-; Güemes -entre Córdoba y Av. Alem-; Calchines, entre Belgrano y Dorrego; y Junín, entre Presidente Juan Domingo Perón y Av. Freyre; Av. Salvador Caputto entre calle Pte. J. D. Perón y Av. Freyre.
Con la mejora sancionada, varios ediles consideraron que se puso un freno a iniciativas inmobiliarias “compulsivas”, por fuera de una planificación edilicia. “Ésta ha sido la solución encontrada en el consenso entre los vecinos y el Ejecutivo”, dijo Carlos Suárez (FPCyS) en el recinto. “A veces ocurre que hay situaciones que no son contempladas. Pero las normas no son pétreas, y se pueden mejorar; los cuerpos legislativos pueden seguir trabajando para alcanzar soluciones a las situaciones que van surgiendo”.
Planificación edilicia
“El reglamento de ordenamiento es una norma fundamental. No trata sólo sobre cuántos pisos se puede edificar en tal o cual sector urbano, sino sobre cómo vamos a construir la ciudad para los próximos años. Por eso, es fundamental corregir estas cuestiones”, dijo Héctor Acuña (100 % Santafesino). “Los vecinos fueron los primeros en alertar que efectivamente si no poníamos un coto, si no normalizábamos la cuestión de las alturas, íbamos a cambiar involuntariamente la fisonomía de este barrio. En este caso puntual de Candioti, se trata de armonizar las normas para que haya seguridad jurídica y un crecimiento equilibrado de la ciudad”, enfatizó durante la sesión.
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