En el Estadio Centenario, los Sabaleros reciben la visita de los Albos de Floresta. Dos modificaciones en el conjunto de Sciacqua: la vuelta del “Chino” Ariel Garcé a la zaga en reemplazo del paraguayo Salustiano Candia y la aparición desde el vamos de Leandro González.
Siempre es especial debutar de local en un campeonato de AFA que abre la temporada larga, donde el hincha renueva las expectativas por ver a su equipo en Santa Fe. Si a esa adrenalina de base se le agrega que el equipo viene de ganar, gustar y romper la racha de más de 40 años sin ganar en la cancha de Arsenal de Sarandí, la expectativa que tiene el pueblo sabalero por ver al equipo en su templo se redobla y todo es posible.
Esta mañana, el vicepresidente Rubén Moncagatta, confió a El Litoral que “si bien uno sabe lo que siempre genera la gente de Colón, lo que se vio en el club los últimos días fue impresionante. Y eso que el primer partido nos cae miércoles, que es laborable, y en horario de comercio. De todos modos, la cancha estará llena, porque estamos reempadronando socios, vendiendo palcos, haciendo socios nuevos y vendiendo plateas. Queda todo el día de hoy y la parte de mañana, con lo cual vamos a superar la cifra de 20.000 socios reales”.
Así, en medio de este agite popular, el sabalero de Sciacqua y del interminable “Bichi” Fuertes se presentará mañana en su templo y con la masiva concurrencia de sus fieles en el nuevo Cementerio. Serán, en definitiva, dos modificaciones respecto del casi ideal debut en el Viaducto de Sarandí. Por un lado, la vuelta del “Chino” Ariel Garcé a la zaga en reemplazo del paraguayo Salustiano Candia y la aparición desde el vamos de Leandro González, en un cambio sorpresivo de piezas como consecuencia de la impensada salida del “Lobo” Cristian Ledesma que se fue a River y que generó la llegada del “Polaco” Adrián Bastía como noveno refuerzo.
El pressing, bandera
Lejos de querer cambiar “peón por peón” en la mitad de la cancha ante la baja de Ledesma, el entrenador decidió jugársela con otro delantero como es Leandro González, manteniendo a los puntas que empezaron la historia en el Viaducto: Higuain y Fuertes.
Se supone que hay mecanismos tácticos preparados para cuando Colón pierda, en algún momento, la tenencia de la pelota en la zona de los medios. Uno de esos argumentos tiene que ver con la posibilidad de retroceso en el “Pipita” y hasta la colaboración en el despliegue físico del ex punta de Olimpo y Estudiantes de La Plata, que presentó credenciales con una gran jugada personal que terminó en centro-gol para “Bichi”.
Lo concreto es que la apuesta de Colón en Santa Fe es de alto riesgo para poder ahora sí hacer sentir la presión de la localía. Todos los jugadores coinciden en que “hay que ganar de local para poder pelear cosas importantes”. Sin dudas, este Colón fue armado para mirar la parte alta de la tabla y las copas.
Alegría en casa
La falta de sumatoria de tres puntos en el Cementerio de los Elefantes fue el gran déficit de la campaña anterior, primero con Gamboa y después con Sciacqua. Es por ello que se pone demasiada atención en el juego de mañana, más allá del debut en casa.
El rival, All Boys, es un equipo tácticamente ordenado y con un técnico simple, que no se la cree y que sabe cuáles son sus limitaciones a la hora de la propuesta. Por lo que se dice en Floresta llegará con un 4-4-1-1, tomando recaudos importantes y pensando en cómo neutralizar a las figuras de Colón.
Esta mañana, el vicepresidente Rubén Moncagatta, confió a El Litoral que “si bien uno sabe lo que siempre genera la gente de Colón, lo que se vio en el club los últimos días fue impresionante. Y eso que el primer partido nos cae miércoles, que es laborable, y en horario de comercio. De todos modos, la cancha estará llena, porque estamos reempadronando socios, vendiendo palcos, haciendo socios nuevos y vendiendo plateas. Queda todo el día de hoy y la parte de mañana, con lo cual vamos a superar la cifra de 20.000 socios reales”.
Así, en medio de este agite popular, el sabalero de Sciacqua y del interminable “Bichi” Fuertes se presentará mañana en su templo y con la masiva concurrencia de sus fieles en el nuevo Cementerio. Serán, en definitiva, dos modificaciones respecto del casi ideal debut en el Viaducto de Sarandí. Por un lado, la vuelta del “Chino” Ariel Garcé a la zaga en reemplazo del paraguayo Salustiano Candia y la aparición desde el vamos de Leandro González, en un cambio sorpresivo de piezas como consecuencia de la impensada salida del “Lobo” Cristian Ledesma que se fue a River y que generó la llegada del “Polaco” Adrián Bastía como noveno refuerzo.
El pressing, bandera
Lejos de querer cambiar “peón por peón” en la mitad de la cancha ante la baja de Ledesma, el entrenador decidió jugársela con otro delantero como es Leandro González, manteniendo a los puntas que empezaron la historia en el Viaducto: Higuain y Fuertes.
Se supone que hay mecanismos tácticos preparados para cuando Colón pierda, en algún momento, la tenencia de la pelota en la zona de los medios. Uno de esos argumentos tiene que ver con la posibilidad de retroceso en el “Pipita” y hasta la colaboración en el despliegue físico del ex punta de Olimpo y Estudiantes de La Plata, que presentó credenciales con una gran jugada personal que terminó en centro-gol para “Bichi”.
Lo concreto es que la apuesta de Colón en Santa Fe es de alto riesgo para poder ahora sí hacer sentir la presión de la localía. Todos los jugadores coinciden en que “hay que ganar de local para poder pelear cosas importantes”. Sin dudas, este Colón fue armado para mirar la parte alta de la tabla y las copas.
Alegría en casa
La falta de sumatoria de tres puntos en el Cementerio de los Elefantes fue el gran déficit de la campaña anterior, primero con Gamboa y después con Sciacqua. Es por ello que se pone demasiada atención en el juego de mañana, más allá del debut en casa.
El rival, All Boys, es un equipo tácticamente ordenado y con un técnico simple, que no se la cree y que sabe cuáles son sus limitaciones a la hora de la propuesta. Por lo que se dice en Floresta llegará con un 4-4-1-1, tomando recaudos importantes y pensando en cómo neutralizar a las figuras de Colón.
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