Sólo los jugadores de Newells
saben lo que es cargar con la pesada mochila que significan los dos
últimoS torneos. Son ellos los que llevan el mayor peso de las urgencias
leprosas y están obligados a establecer un punto de inflexión de una
vez por todas.
Sólo los jugadores de
Newell's saben lo que es cargar con la pesada mochila que significan los
dos último torneos. Son ellos los que llevan el mayor peso de las
urgencias leprosas y están obligados a establecer un punto de inflexión
de una vez por todas. Y nadie mejor que ellos para definir lo que
representa la llegada de Gerardo Martino al frente del plantel
rojinegro. "El Tata es un gran respaldo para todos nosotros y para la
situación en que está el club", graficó ayer con precisión Mauricio
Sperduti.
El Gordo es un valor formado en la inagotable cantera
del club y por eso siente el arribo del nuevo entrenador como un
importante envión anímico y una gran responsabilidad. "Es un técnico muy
querido en el club, un ídolo y sabemos que no podemos fallarle",
admitió sin rodeos.
—¿Cómo fueron los primeros días de trabajo con Martino?
—Está trabajando muy bien, estamos corriendo
bastante. Sabemos lo que significa el Tata para todos los hinchas y pasa
algo muy parecido con los jugadores. Es un técnico que explica las
cosas y enseña con cada palabra. Tenemos que estar tranquilos para
aprovechar este momento y rendir al máximo.
—¿Cómo es trabajar con un ídolo de la institución como técnico?
—Nos mueve muchas cosas. Es una gran satisfacción y
un enorme orgullo tenerlo con nosotros. Yo en lo personal trato de
aprovechar cada indicación y ahora nosotros tenemos la responsabilidad
de responderle en la cancha.
—¿Qué pidió el entrenador en las jornadas iniciales?
—La verdad es que mucho no hablamos, pero pide que
corramos y metamos. Todavía no hay muchos planteos futbolísticos, pero
individualmente va diciendo cosas muy interesantes a cada uno. A mí me
pidió que haga una buena pretemporada, muy exigente, para poder tener un
buen torneo. Y lo tomé en cuenta.
—¿Sienten que el Tata absorbe gran parte de la presión que antes recibían ustedes sobre los hombros?
—Puede ser. En la calle se nota que la gente está un
poco más tranquila porque está el técnico que todos querían. Eso es
importante pero por más que nos dé un millón de indicaciones, somos
nosotros los que entramos a la cancha y le tenemos que demostrar a él
que podemos hacer lo que pretende. El jugador siempre tiene la última
palabra.
—¿Ya planteó una cantidad de puntos para el próximo campeonato?
—Nosotros aspiramos a sumar la mayor cantidad de
puntos posibles. Ojalá que estemos arriba, entre los primeros cinco de
la tabla de posiciones. Hay que poner objetivos cortos y pensar partido a
partido.
—¿Creen que más allá de los refuerzos, ustedes son la base para poder cambiar de paso?
—Seguro. Los refuerzos que vengan pueden ser
importantes, pero los que estamos acá sabemos que tenemos que dar el
máximo. No queda otra. Por el grupo y por el técnico que se jugó la vida
por los colores de Newell's. Esta es la mejor motivación.
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