La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que durante los primeros 18
años recibimos el 80% de las radiaciones solares de nuestra vida, por lo tanto es
decisivo protegernos del sol desde la primera infancia.
¿Y de grandes, cómo debemos cuidarnos?
El médico Adrián Hochman (M.N. 93.441), miembro titular de la
Sociedad Argentina de Dermatologia y director medico de la asociación Nueva Dermatología, da algunos tips.
¿Por qué hay que protegerse cuando uno quiere exponerse al sol?
En los últimos años, el afinamiento de la capa de ozono incrementó la cantidad de
radiación ultravioleta emanada de los rayos solares, volviéndolos cada vez más
perjudiciales para nuestra piel. La exposición al sol desmedida puede provocar, a
corto plazo, enrojecimiento y quemaduras en la piel, mientras que a largo plazo -y por
efecto de la acumulación de sol en la piel- puede originar manchas y arrugas, pero la
consecuencia más temida es el cáncer de piel. El sol favorece la aparición de cáncer de
piel, sobre todo carcinoma basocelular (el cáncer más frecuente) y melanoma.
¿Cómo se elige un protector solar?
Los protectores solares contienen sustancias químicas que -si son bien aplicadas sobre
la piel- disminuyen (no evitan del todo) los efectos dañinos del sol.
Hay ciertas pautas que hay que tener en cuenta en la elección del protector solar.
Debe ser eficaz para frenar tanto la radiación ultravioleta B y A, esto se encuentra
aclarado en su envase. El protector solar debe contener una adecuada combinación
de agentes químicos (absorben la radiación UV) y agentes particulados o físicos (la
reflejan).
El FPS (factor de protección solar) nunca debe ser menor de 30 y variará según
el tipo de piel. Las pieles más claras que se enrojecen enseguida y se broncean con
dificultad, necesitan factores de protección más altos (FPS 50). También los niños
deben protegerse con factores 50 y no exponerse en forma directa y/o prolongada. No se
recomienda la utilización de protectores solares en bebés menores de 6 meses, los que
deben estar siempre alejados de las radiaciones solares.
¿Cuál es la forma correcta de usarlo?
El protector solar debe aplicarse 30 minutos antes de exponerse al sol con la piel limpia
y seca. Su aplicación debe renovarse cada 2 hs (o menos si se transpira mucho) y luego
de salir del agua. En pieles grasas, es conveniente utilizar protectores en gel o spray
para no aumentar la seborrea, y cremas en pieles secas o sensibles. La cantidad de
producto que se aplica sobre la piel tiene que ser abundante y generosa. Se estima que
las personas utilizan solamente un cuarto de la cantidad necesaria para proteger la piel
del sol en cada aplicación.
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