En las últimas semanas participó
de reuniones clave con funcionarios e impartió indicaciones. Estado
paralelo y más injerencia en el Gobierno.
La imagen es sintomática: Máximo custodió, hasta ayer, la
puerta de acceso a la habitación de la presidenta Cristina Kirchner en
el Hospital Austral.
Nadie podía entrar a verla sin su autorización, excepto los familiares.
Después de las elecciones, con la consolidación de La Cámpora en las
provincias, en el Congreso y en el Gobierno nacional, el primogénito se
convirtió en un virtual heredero de Néstor Kirchner.
Varios ministros y secretarios de Estado consultados por PERFIL
coincidieron en señalar que, después de CFK, en la escala de poder sigue
Máximo.
No sólo opina y aconseja a su madre, interviene en decisiones ejecutivas
y políticas, maneja a su antojo a la agrupación juvenil –que puso
contra las cuerdas a los gobernadores de Santa Cruz y Buenos Aires– y
preparó, junto al histórico secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini,
el funcionamiento del Gobierno durante la licencia de la Presidenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario