La proximidad de las elecciones promete dar calor y color especial a la ceremonia. Hermes Binner será la otra figura de un palco que acaparará la atención de todo el país. Mirá el video de la previa.
Se espera que una multitud llegue hoy hasta el Monumento para participar del acto central por el Día de la Bandera, que por segundo año consecutivo encabezará la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, flanqueada por buena parte, si no todo, su gabinete. En el palco oficial, montado esta vez un poco más adelante que de costumbre para acortar la distancia entre funcionarios y público, también se ubicarán en primera plana el gobernador Hermes Binner y el intendente de Rosario Miguel Lifschitz. El cronograma prevé que el desfile cívico-militar largue más tarde que otros años, a las 12.30, y a su término empiece un recital. En gran medida, el éxito de la convocatoria promete depender del clima, pero a días de que expire el plazo para presentar las listas de precandidatos a las internas nacionales la expectativa es que al público en general se sumen nutridas columnas de militantes dispuestos a hacerle "el aguante" a la jefa del Estado.
Difícilmente salgan del palco gestos o palabras que no despierten una atenta lectura política: se transita un tramo caliente del año electoral y en la provincia el gobernador acaba de lanzarse para ocupar nada menos que el Sillón de Rivadavia por un frente opositor.
De Cristina, en tanto, todo el oficialismo aguarda expectante su postulación. Aun así, los rumores sostienen que la presidenta no expresaría su decisión en Rosario sino esta misma semana, pero en La Plata.
De todos modos, el clima que genere su presencia en la ciudad, en el mismo palco donde también pisarán fuerte Binner y dos de los candidatos a gobernador por Santa Fe, el jefe de la bancada kirchnerista en la Cámara baja nacional, Agustín Rossi, y el ministro de Gobierno provincial, Antonio Bonfatti, será clave para leer sobre y entrelíneas.
Abajo del palco, sin embargo, un público menos caldeado por ánimos políticos o menos avezado también pondrá otras cosas en juego: simpatías, necesidad de expresar demandas insatisfechas, ansias de cercanía o de participación, fervor cívico y patriótico, rescate de la tradición, sentimientos de pertenencia o ganas de pasar un buen momento en compañía.
Al mediodía. Todo indica que el acto central será más breve que otros años.
Arrancará tras la llegada de la comitiva nacional al aeropuerto y su traslado al Monumento (la presidenta arribará junto a Binner al helipuerto de Prefectura), pasadas las 12.30.
Tras la entonación del Himno Nacional llegarán los discursos del intendente, el gobernador y la presidenta.
Después habrá una performance sobre la torre central del Monumento y una suelta de globos y comenzará el desfile cívico-militar, más reducido en cantidad de efectivos de las fuerzas de seguridad, también a pedido de la Casa Rosada.
Al desfile se sumarán los ex combatientes de Malvinas, la flota y el personal operativo de la Junta Municipal de Defensa Civil, los gauchos, los representantes de los centros tradicionalistas y la infaltable y popular Alta en el Cielo. Se estima que la recorrida durará aproximadamente una hora y cuarto.
Hasta ayer también era una incógnita si la presidenta se retirará del desfile antes de que termine o si podría sumarse, junto al gobernador y al intendente (como ocurrió ya el año pasado), a portar un tramo la bandera más larga del mundo.
Cuando el acto central haya terminado, la celebración se mudará al Patio Cívico del Monumento, donde a partir de las 15 la música de Juan Carlos Baglietto, Franco Luciani y Lito Vitale promete animar la fiesta.
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