La industria molinera entrega una parte del insumo a precio subsidiado y el resto a precio de mercado. En las panaderías de la ciudad, por cada kilo de pan se paga entre 6,80 y 8 pesos.
Hace poco más de un mes, los directivos del Centro de Industriales Panaderos de la ciudad advirtieron sobre las dificultades que los productores locales tenían para comprar a los molinos harina “000” a precio subsidiado. Lejos de haberse normalizado la situación, hoy aseguraron que empeora cada semana y que la consecuencia es el incremento paulatino de los costos en las góndolas.
Rubén Savena, vicepresidente de la entidad, explicó esta mañana a El Litoral que los molinos entregan los pedidos a las panaderías con dos precios: un porcentaje de la compra a precio subsidiado y el resto, a precio de mercado.
El argumento de los molineros remite a la suspensión por parte del gobierno nacional de los subsidios al sector. Hoy, la bolsa de 50 kilos de harina “000” con compensación cuesta $ 47,40 más IVA, mientras que sin subsidio vale exactamente el doble.
“No podemos precisar cómo va a continuar la situación, cada panadero tiene la libertad de hacer sus números y decidir a quéprecio vende sus productos”, resumió Savena. A su vez, el empresario advirtió que “hay riesgo de que algunas panaderías cierren si no nos damos harina entre nosotros”.
El Molino Matilde es el segundo proveedor de harina en la ciudad, luego de Molino Victoria. Actualmente, envía a la capital provincial alrededor de 10.000 bolsas por mes. Federico Ecenarro, vicepresidente de la empresa, señaló que desde octubre de 2010 no reciben el apoyo económico del Estado nacional, y que en mayo de 2011 el molino resolvió un incremento en el costo de la materia prima.
Sobre el modo en que Matilde está comercializando actualmente, Ecenarro especificó que “del monto total de la compra, hacemos por una parte una nota de débito en cada compra, y si el gobierno nacional nos paga el subsidio que corresponde a mayo, haremos una nota de crédito en la cuenta por el mismo importe”. A su vez, remarcó que la situación de los molinos no es fácil, tal es así que “algunos les otorgaron vacaciones adelantadas a los empleados o suspendieron a otros”.
Respecto del estado de las negociaciones con el gobierno nacional, Ecenarro no fue optimista. “En una reunión en Buenos Aires, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sólo ofreció pagar un 40% de la deuda de un mes no del total”. El encuentro ocurrió ayer entre representantes del gobierno nacional y de la agrupación de Pequeños y Medianos Industriales Molineros de la República Argentina.
Rubén Savena, vicepresidente de la entidad, explicó esta mañana a El Litoral que los molinos entregan los pedidos a las panaderías con dos precios: un porcentaje de la compra a precio subsidiado y el resto, a precio de mercado.
El argumento de los molineros remite a la suspensión por parte del gobierno nacional de los subsidios al sector. Hoy, la bolsa de 50 kilos de harina “000” con compensación cuesta $ 47,40 más IVA, mientras que sin subsidio vale exactamente el doble.
“No podemos precisar cómo va a continuar la situación, cada panadero tiene la libertad de hacer sus números y decidir a quéprecio vende sus productos”, resumió Savena. A su vez, el empresario advirtió que “hay riesgo de que algunas panaderías cierren si no nos damos harina entre nosotros”.
El Molino Matilde es el segundo proveedor de harina en la ciudad, luego de Molino Victoria. Actualmente, envía a la capital provincial alrededor de 10.000 bolsas por mes. Federico Ecenarro, vicepresidente de la empresa, señaló que desde octubre de 2010 no reciben el apoyo económico del Estado nacional, y que en mayo de 2011 el molino resolvió un incremento en el costo de la materia prima.
Sobre el modo en que Matilde está comercializando actualmente, Ecenarro especificó que “del monto total de la compra, hacemos por una parte una nota de débito en cada compra, y si el gobierno nacional nos paga el subsidio que corresponde a mayo, haremos una nota de crédito en la cuenta por el mismo importe”. A su vez, remarcó que la situación de los molinos no es fácil, tal es así que “algunos les otorgaron vacaciones adelantadas a los empleados o suspendieron a otros”.
Respecto del estado de las negociaciones con el gobierno nacional, Ecenarro no fue optimista. “En una reunión en Buenos Aires, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sólo ofreció pagar un 40% de la deuda de un mes no del total”. El encuentro ocurrió ayer entre representantes del gobierno nacional y de la agrupación de Pequeños y Medianos Industriales Molineros de la República Argentina.
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