Sólo las poseen las que pidieron por encargue. Desde la Provincia de Santa Fe, aseguran que se vacunó un 50 por ciento de la población y en el país son más de 200 mil personas que accedieron a la dosis.
Agenciafe/Diario UNO/oidmortales2011.blogspot.com|
En una breve recorrida por las farmacias de Santa Fe se puede observar que desde hace días no tienen vacunas antigripales para la venta. Sólo las que poseen droguerías propias traen por encargue desde Corrientes la Istivac ID 9, que sólo puede aplicarse en una población comprendida entre los 18 a 59 años, y no a todos. No sucede lo mismo con otras que dependen de las droguerías de Santa Fe y zona, para la provisión de las mismas. “Pasa que ya terminó la campaña, básicamente. En marzo y abril sí teníamos. Luego comenzaron a escasear”, dijo una empleada. Para los que no pudieron aplicársela o no pueden ponerse la Istivac ID 9, la buena noticia es que Pami abrió su campaña porque le sobraron muchas dosis. De este modo, los mayores de 65 años interesados, podrán presentarse en cualquier farmacia que tenga convenio con esta obra social y aplicársela de manera totalmente gratuita, sin necesidad de ser afiliado. Personas de menor edad también podrán hacerlo, pero presentando la prescripción médica que justifique la necesidad de recibir la inmunización. También es cierto que hay poca demanda. Lo llamativo es que después de la avalancha que tuvieron una vez que se conoció la llegada de la gripe A en 2009 se pasó al desinterés. Según los empleados son “muy pocas” las personas que preguntan por las vacunas. Algunos creen que los que quieren vacunarse se acercan hasta los centros de salud o los hospitales públicos para recibir la dosis en forma gratuita. Sin embargo, desde la provincia, dijeron otra cosa. Ya los primeros días de junio afirmaron que “a pocos días de arribarse al pico histórico de casos de influenza, que se produce entre el 20 y el 26 de junio, apenas un 50 por ciento de la población estimada había concurrido a vacunarse”. Desde fines de marzo pasado, cuando comenzó la campaña de vacunación antigripal en Santa Fe, las autoridades sanitarias insisten en la importancia de recibir la dosis para evitar la aparición de gripe. Las vacunas están disponibles, pero ante la ausencia de casos, la población rehuye el trámite. La conducta se repite también a nivel nacional. “Este fenómeno sucede en todos los países del mundo y con todas las vacunas –afirmó la directora de Promoción y Protección de la Salud de la provincia, Andrea Uboldi– sólo que en algunas como es el caso de la antigripal, hay plazos establecidos para lograr una mayor efectividad de la vacuna. En consecuencia, lo lógico sería que hacia fines de mayo toda la población a la que apunta la campaña estuviera cubierta, dado que históricamente, el pico de casos de gripe se produce entre el 20 y el 26 de junio”. Sólo cuando hay riesgo El común denominador que Uboldi señala entre la conducta de los santafesinos con la población de otros países se refiere a que se manifiesta un marcado interés en vacunarse sólo cuando aumentan los casos de la enfermedad, tal como sucedió en Argentina en 2009. “En ese momento todos reclamaban y aceptaban la vacuna contra el virus H1N1, ya que habían proliferado los casos; en 2010, se vacunó el 90 por ciento de la población y no hubo casos de la enfermedad y, este año, la mayoría se resiste a la vacuna con distintas objeciones”, explicó la funcionaria. “Algunos –precisa Uboldi– argumentan que si no hay casos registrados, no necesitan vacunarse; otros analizan si les provocará dolor o si se enfermarán a causa de la vacuna y deberán faltar al trabajo y en el caso de la población de menor edad (de seis meses a dos años), las madres se niegan a sumar al calendario poblado de vacunas obligatorias durante el primer año de vida, la antigripal. Sin embargo, hasta ayer, las dosis reportadas aplicadas correspondían a un total de 220.000 aproximadamente, cubriendo un (76%) de la población perteneciente a los equipos de salud y seguridad, un (99%) del sector de mayores de 65 años y un (58%) de embarazadas y grupos de riesgo. Uboldi destacó la importancia de “incentivar la inmunización de toda la población afectada por enfermedades particulares, que tienen garantizada gratuitamente la protección y pueden acercarse al centro de salud más cercano adjuntando la receta médica correspondiente”. Grupos vulnerables Según las recomendaciones vigentes, los grupos más vulnerables son el personal de salud de efectores públicos y privados, las embarazadas y puérperas hasta seis meses posteriores al parto, los niños sanos de seis meses a dos años y los adultos mayores de 65 años. Este grupo no requiere receta médica para su vacunación. También están incluidos los niños desde los dos años, y los adolescentes y adultos menores de 64 años que presenten los siguientes factores de riesgo: problemas genéticos, musculares o del desarrollo, trastornos respiratorios asmáticos graves, cardiopatías congénitas, diabetes, insuficiencia renal crónica, alteraciones en las defensas (por VIH o medicación), enfermedades onco-hematológica y tumoral, trasplantados y obesidad importante.
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