La asociación de Familiares de Víctimas Inocentes de la Inseguridad se movilizó ayer a Casa de Gobierno, Tribunales y Legislatura para entregar un petitorio con más de 4.000 adhesiones.
“Nos sentimos agobiados y sulfurados de la inseguridad sin límites que nos aqueja y de los discursos hipócritas repetitivos, vacíos y distantes de la realidad como «no se puede hacer milagros», «los que delinquen son pobres y marginados», echándose las culpas mutuamente entre los tres poderes provinciales”. Así comienzan las cartas que los integrantes la asociación civil de Familiares de Víctimas Inocentes de la Inseguridad en Búsqueda de Justicia –acompañadas por 4.000 firmas de santafesinos– entregaron ayer a los representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Con muy poca convocatoria a pesar de que se esperaba una gran concurrencia teniendo en cuenta los últimos hechos acontecidos a un comerciante de la avenida General Paz, se desarrolló una nueva marcha para pedir seguridad y exigir medidas que den solución al flagelo. Esta vez, los integrantes de la asociación solicitan que se los convoque a una audiencia para plantear su reclamo.
El documento, acompañado por muchísimas adhesiones, responsabiliza y critica –sin pelos en la lengua– a las autoridades de los tres poderes del Estado: “Su irresponsabilidad funcional nos sumerge en un caos, arrastrándonos a un hábitat lleno de violencia, robos, violaciones y muertes de personas inocentes en manos de delincuentes a los cuales se les reconocen todos los derechos, a ellos que actúan con total impunidad y desprecio por la vida con el apaño estatal que no deja lugar a dudas”.
“No podemos seguir sumando víctimas”, dijeron los presentes, y por ello solicitan que se les otorgue “urgentemente” una audiencia en carácter personal. Denuncian que la situación se ha tornado una “psicosis generalizada y aterradora”. “Es una cuestión que no se tolera más”, manifestaron.
Poco acompañamiento
La marcha estaba convocada para las 18 en la Plaza 25 de Mayo. Se esperaba que una multitud se hiciera presente en el lugar teniendo en cuenta que hace pocos días los santafesinos tuvieron que lamentar una nueva víctima de la inseguridad. Sin embargo, y como en las últimas convocatorias, sólo asistieron los familiares de algunas personas fallecidas en hechos de estas características.
Graciela, la mamá de Marianela Brondino, no ocultó su desilusión por el poco acompañamiento: “Nuevamente nos sentimos bastante mal por la poca concurrencia. Estos últimos días se realizaron muchas marchas pero lo que necesitamos es que nos juntemos todos. Cada familia hace su propio reclamo de justicia y no logramos unirnos. Una de las formas que tenemos de encontrar un principio de solución es que nos juntemos dejando de lado nuestros intereses personales”, expresó.
En cuanto al reclamo puntual de los integrantes de la asociación manifestó que se solicitó a las autoridades que “se sienten a trabajar en forma urgente, y que se tomen las medidas necesarias y que correspondan para parar o intentar parar esta locura. Solicitamos que se nos convoque”, señaló.
Por su parte, Catalina Narváez, presidenta de la Asociación de Familiares y Víctimas de la Inseguridad en Santa Fe, manifestó su malestar por el hecho de no haber sido convocados por el Consejo de Seguridad. “Qué más que nuestra triste experiencia. Nos tendrían que haber convocado y se hubiesen podido lograr algunas cosas. Sinceramente nos molestó que no lo hayan hecho”, manifestó indignada.
Sobre la situación actual por la que atraviesa la ciudad en materia de seguridad expresó: “A veces pensamos en hacer justicia por mano propia y si esto sigue así va a ser un caos. Yo no voy a permitir que me maten a otro familiar, sabiendo que me dejan sin nada porque la justicia es lenta y nunca llega”, se quejó Narváez.
En cuanto a la convocatoria, dijo que pese a la poca concurrencia “nosotros vamos a seguir con nuestra lucha. Vamos a seguir reclamando y pidiendo y pidiendo seguridad”. Destacó en tanto la cantidad de firmas que acompañan el petitorio. “Esto dio resultado pero esperamos que la próxima vez nos acompañen. Porque la firma sin la presencia no alcanza. Parece que somos siempre el mismo puñado de personas y por eso no nos llevan el apunte”.
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