Es Ariel E. Martínez, de 37 años, conocido como “Dracu”. Fue reconocido, perseguido, apresado en el norte de la ciudad de Santa Fe. La persecución policial se extendió por espacio de siete cuadras.
En las últimas horas, pesquisas policiales de la oficina de Capturas dependiente de la división Judicial de la UR 1° La Capital de la policía santafesina, ubicaron, persiguieron y finalmente detuvieron a Ariel Edgardo Martínez de 37 años, conocido por el apodo de “Dracu” y que estaba prófugo de la cárcel de Coronda desde fines de 2011.
Martínez fue ubicado por una partida policial en las calles del barrio Nueva Pompeya, que es una populosa vecindad ubicada en el extremo noreste de la cuadrícula urbana de la capital provincial, y cuando observó la presencia de los agentes del orden, intentó de una y mil maneras eludirlos y fugar nuevamente. Una cinematográfica persecución puso fin a su efímera libertad, y durante la jornada de hoy será trasladado a la unidad 1° cárcel de Coronda, adonde deberá concluir la pena que purgaba por homicidio.
Otra vez el “Dracu” Martínez
Ariel Edgardo Martínez, de 37 años, conocido bajo el pseudónimo de “Dracu” y propietario de un muy abultado prontuario policial por delitos contra las personas y contra la propiedad, estaba prófugo de la cárcel de Coronda, adonde purgaba una condena de 16 años que le fuera impuesta por la justicia penal santafesina, al hallarlo penalmente responsable como autor de un homicidio calificado.
A la gran carrera
Martínez de 37 años, llegó hasta una finca ubicada en inmediaciones de calle Larrea al 3.600 del barrio Nueva Pompeya de la ciudad de Santa Fe; el jefe de la sección Capturas y sus pesquisas lo divisaron e intentaron dialogar con él, pero el olfato del prófugo no falló, supo que eran policías y que ya le pisaban los talones. Tenía que escaparse.
Cinematográfica persecución
Los policías rodearon la manzana antes de desarrollar el procedimiento porque imaginaron que el prófugo no se entregaría pacíficacmente sino que por el contrario intentaría por todos los medios escaparse nuevamente. La prevención y la corazonada dieron sus frutos: el evadido quiso escapar y vino la parte cinematográfica de esta historia.
El vecindario de testigo
El evadido Martínez, salteó un tapial, otro y otro más, se subió a un techo, bajó a una calle lateral, y varios policías comenzaron a correrlo y perseguirlo cada vez más cerca, hasta que siete cuadras y 10 minutos después lo detuvieron. Posteriormente lo identificaron y se estima que hoy será nuevamente llevado a la cárcel de Coronda.
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