El juez federal Norberto Oyarbide finalmente fue separado de la causa por la que una despachante de Aduana, Paula De Conto, denunció al secretario de comercio interior Guillermo Moreno por "abuso de autoridad" y "violencia de género".
El juez federal Norberto Oyarbide finalmente fue separado de la causa por la que una despachante de aduana, Paula de Conto, denunció al secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno por amenazas.
Así lo determinó la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, al declarar la nulidad de la inhibición que había planteado Oyarbide y decidir apartarlo de la causa.
De esta manera, el tribunal integrado por los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah dispuso la realización de un sorteo para determinar el nombre de un nuevo magistrado. El designado por este medio fue el Juzgado Federal N° 4, a cargo de Ariel Lijo, según da cuenta el Centro de Información Judicial.
En el fallo, si bien la Sala II no aceptó la excusación que había hecho Oyarbide para dejar de intervenir en la causa, entendió que su propia actitud "lo ha colocado en una posición que inevitablemente siembra dudas sobre su imparcialidad".
La causa había llegado a conocimiento de la Cámara luego de la inhibición que había formulado Oyarbide a raíz de una protesta que se realizó en la puerta de su domicilio, en el barrio de Recoleta. En ese momento alegó "violencia moral", pero la inhibición no había sido aceptada por el juez Daniel Rafecas.
Así lo determinó la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, al declarar la nulidad de la inhibición que había planteado Oyarbide y decidir apartarlo de la causa.
De esta manera, el tribunal integrado por los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah dispuso la realización de un sorteo para determinar el nombre de un nuevo magistrado. El designado por este medio fue el Juzgado Federal N° 4, a cargo de Ariel Lijo, según da cuenta el Centro de Información Judicial.
En el fallo, si bien la Sala II no aceptó la excusación que había hecho Oyarbide para dejar de intervenir en la causa, entendió que su propia actitud "lo ha colocado en una posición que inevitablemente siembra dudas sobre su imparcialidad".
La causa había llegado a conocimiento de la Cámara luego de la inhibición que había formulado Oyarbide a raíz de una protesta que se realizó en la puerta de su domicilio, en el barrio de Recoleta. En ese momento alegó "violencia moral", pero la inhibición no había sido aceptada por el juez Daniel Rafecas.
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