El abogado Claudio Torres del Sel, patrocinante del dueño de la casa allanada esta semana por el robo al banco Macro, acusó a la policía de haber orquestado un operativo en el que “se vendió carne podrida”. También reclamó en nombre del damnificado, puesto que en el lugar se realizaron excavaciones que le destrozaron los pisos de dos ambientes.
El último miércoles, en horas de la tarde, las máximas autoridades de Seguridad de la provincia se reunieron frente a una casa de calle La Fe y Formosa del barrio Yapeyú, donde se suponía que iban a encontrar parte del botín. A cambio se encontraron con lo que vulgarmente se conoce como “kiosco de drogas”, donde se secuestró cocaína y marihuana.
La vivienda estaba desocupada y para ingresar la policía debió forzar la puerta. El operativo dirigido por el juez de Instrucción Octava, Jorge Patrizi, y ante la presencia del mismísimo ministro de Seguridad Pública, Raúl Lamberto, fue negativo en cuanto a la causa Macro.
Sin embargo les permitió descubrir una especie de bunker de venta de drogas, dado que en el interior de la vivienda se hallaron 60 envoltorios de cocaína y 20 porros de marihuana listos para su comercialización.
Para asegurarse de que efectivamente no había dinero escondido en el lugar, una dotación de la Agrupación de Bomberos Zapadores de la Unidad Regional Uno realizó excavaciones en dos habitaciones con los mismos resultados.
“No culpamos al Dr. Patrizi que recepcionó como juez la información que le suministró la policía. La preocupación es que la policía brinde esta información tan nefasta”, acusó Torres del Sel en el ejercicio de la defensa de José Adrián Banega.
“Fueron a su casa, le destruyeron pisos y paredes buscando el dinero del robo al banco y este muchacho está sorprendido tanto como nosotros porque acá se vendió carne podrida”, criticó el abogado.
Acerca de su cliente dijo que “es un trabajador del Mercado de Productores” y que “ignora por completo” el origen de la droga, “ni tiene la menor idea de lo que apareció”. Además, cargó diciendo que “tenemos la seguridad de que esa droga no era de ahí, lo que pasó fue que no estaba el dinero y algo tenían que encontrar”, dijo.
Consultado por el hallazgo de la droga en su casa Banega dijo no saber nada porque ese día “estaba en la casa de mi papá”. El hombre de 36 años cuyo DNI estaba en el mismo lugar donde apareció la droga reconoció que se enteró ese mismo miércoles del allanamiento y que de inmediato se puso a disposición de la Justicia.
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