En 2 kilómetros, a la altura de Cañada, se produjeron 23 accidentes en los últimos 6 meses. El funcionario recogió testimonios de damnificados y pidió informes policiales.
La Capital |
El alto número de despistes en un tramo santafesino de la autopista Rosario-Córdoba (hubo 23 en apenas seis meses, entre los kilómetros 356 y 358) comenzó a ser investigado por la Fiscalía del Distrito Judicial Nº 6 de esta ciudad. El sumario iniciado se encuentra en una etapa "primaria", pero ya se tomaron testimonios de damnificados e informes policiales que incluyen material fotográfico.
El fiscal Angel Granato, de los Tribunales de Cañada de Gómez, viaja a diario desde Rosario para asistir a su trabajo en el edificio de Balcarce y Moreno, en esta ciudad del departamento Iriondo. Y desde hace tiempo viene observando despistes. "Fueron unas semanas donde a diario se veía un auto en la cuneta o chocado contra las protecciones de hierro. Un día tomé la determinación de preguntar los motivos e iniciar un trabajo de investigación, debido a que gran parte de los despistes ocurren en el mismo lugar", explicó a LaCapital.
Granato se refirió a un tramo cercano al acceso de la ruta 91 donde hay una curva abierta y una pequeña lomada. Si bien los informes técnicos preliminares realizados por la Unidad Regional X indicaron que la mayoría suceden durante los días de lluvia, a Granato esto no le cierra del todo, "porque muchos accidentados aseguran haber viajado a velocidades de entre 110 y 130 kilómetros, es decir, dentro de lo permitido".
Las estadísticas brindadas por la Comisaría 2ª de Cañada precisaron, a través de un informe preparado especialmente para Granato, que en lo que va de este año, entre febrero y septiembre, los despistes en esos dos kilómetros de recorrido llegaron a 23, cinco de los cuales se produjeron en un mismo día (ver aparte), en medio de un temporal. Y según dijo Granato, sucedieron en el mismo carril, el que se dirige a la provincia de Córdoba.
Uno de los casos más representativos de los que está investigando le sucedió a David John Passuelo, de Munro, provincia de Buenos Aires, el 17 de agosto. Viajaba en un Chevrolet Astra y padeció un despiste viajando a "una velocidad normal". Passuelo iba con otras dos personas que resultaron con lesiones leves y graves. "El dijo que venía manejando a una velocidad permitida cuando el auto perdió el control e impactó contra el guardrail", confió el fiscal, tras comentar que figuran también en el sumario iniciado las declaraciones bomberos, personal de Defensa Civil y del Consejo de Seguridad Ciudadana.
Además, dijo que el pedido de estudio de planimetrías y perfiles transversales solicitado a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario, que hizo el Consejo de Seguridad Ciudadana, fue desechado debido a que consideraron "muy elevado el costo de 60 mil pesos para llevarlo adelante en toda la traza.
"Yo parto de la premisa de que hay otras razones. Si bien es cierto que hay mucha imprudencia, sospecho que el tipo de construcción permite los deslizamientos, pero eso deberá ser corroborado por los especialistas", amplió Granato.
Opinó además que desde diversos sectores como bomberos y Defensa Civil y el propio organismo del Consejo de Seguridad Ciudadana vienen solicitando la presencia de la policía caminera como la que funciona en la provincia de Córdoba.
Meses atrás, un debate realizado en el auditorio Santa Cecilia cerró con la misma conclusión: la necesidad de controladores de velocidad, pero muchos creen que esto no lo aplica el gobierno de Santa Fe por las numerosas denuncias de coimas que, años atrás, se hicieron para con la policía caminera.
Preocupación con historia. En febrero de 2010, una seguidilla de despistes ocurridos en el kilómetro 363 de la autopista que une Rosario con Córdoba, en jurisdicción de Cañada de Gómez, al parecer provocados por la generación de espejos de agua, generó un pedido de análisis técnico de ese sector de la doble traza a la Dirección Nacional de Vialidad (DNV).
El requerimiento partió de Defensa Civil con apoyo de la Unidad Regional X y de los bomberos voluntarios, y fue sugerido incluso por el juez en lo Correccional de esta ciudad, Jesús Alberto Rizzardi.
El planteo surgió en una de las últimas reuniones del Consejo de Seguridad Ciudadana, un organismo creado por instituciones locales para buscar salidas a problemáticas locales.
El informe, elaborado por la Comisaría 2 de Cañada de Gómez en 2010 detectó que un alto porcentaje de esos siniestros fueron despistes de las unidades y que curiosamente gran parte de esos accidentes ocurren en el kilómetro 363. Se informó además que el 95 por ciento de estos hechos ocurrieron los días de lluvia.
Observaciones hechas por los bomberos voluntarios y por los propios efectivos policiales de esa dependencia determinaron que, en ese lugar, se forma un espejo de agua. Se criticó el hecho de que no haya señalización de advertencia que alerten a los conductores sobre esta situación para que reduzcan la velocidad.
"Luego de los despistes, los conductores comentaron, en sede policial, que se van del carril cuando sorpresivamente notan que la unidad se les va de control. Pensamos que es fruto de la elevada velocidad, pero quizás el agua tenga mucho que ver", dijeron el coordinador del Consejo de Seguridad Ciudadana, Luis Leiva, y el coordinador de Defensa Civil, Héctor Van Valssenhoff.
Cinco en un solo día
La investigación iniciada por el fiscal cañadense habla de 23 despistes en seis meses, pero curiosamente cinco de ellos (los últimos) se dieron en un mismo día, el 6 de este mes, en medio de la lluvia.
Los protagonistas de los despistes fueron un Peugeot 206 (dominio DZM 648), conducido por Gustavo Fernández, de 31 años, de Rosario en el kilómetro 356; una pick up Hilux (EBH 898), donde viajaba Alejandro Debock, de 41 años, de San Pedro, Buenos Aires, y un Gol Trend (LEV 952), donde el conductor era Paolo Bondeu, de 29 años, vecino de Córdoba. En los tres casos el accidente se produjo en el kilómetro 356 y no hubo lesionados. En el mismo kilómetro despistó Andrés Omar Bertero, de Chañar Ladeado, que resultó con lesiones leves cuando perdió el dominio con su Toyota Corolla (HDV 647). Y en el 358 le ocurrió lo mismo a Adrián Adrián Mascheroni, de 41 años, oriundo de Las Parejas, quien manejaba un VW Fox color gris (JGJ 865).
El antecedente inmediato se había producido el 31 de agosto, en el kilómetro 373, cuando se despistó un VW Gol color negro (dominio GUG 515), conducido por Diego Bustamante, 36 años, proveniente de Quilmes, provincia de Buenos Aires.
Otros puntos
Si bien la investigación del fiscal Granato se circunscribe a un segmento de pocos kilómetros de la autopista, se sabe que los despistes se dan en distintos puntos de la traza, y que han generado incluso accidentes fatales. No sería descabellado suponer que esta iniciativa tomada por un funcionario judicial de Cañada de Gómez, genere interrogantes en otros ámbitos oficiales de distintas ciudades a las que conecta esa ruta, que quieran conocer las condiciones en las que circula el transporte, si existen problemas de construcción u otras condiciones que dificulten la transitabilidad.
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