Se trata de vasijas de arcilla, una estaría completa. Además hallaron restos de animales y de carbón.
Un equipo de cinco arqueólogos comandados por la licenciada María Rosario Feulliet encontró dos vasijas completas que formarían parte del riquisímo material hallado en la zona de Roverano al 300, lugar donde se encuentra el yacimiento arqueológico de Adelina Este.
Los trabajos de los especialistas comenzaron el viernes anterior y se denominan “arqueología de rescate”. Las excavaciones se producen en el marco del inicio de los obras para levantar un museo arqueológico en la zona sudeste de la ciudad.
Precisamente, fue Feulliet quien explicó: “Volvimos a realizar excavaciones en la zona donde se comenzó a hacer el museo y el miércoles por la mañana nos encontramos con este material que dataría, como lo anteriormente encontrado, de unos novecientos treinta y cinco años atrás”.
Todavía feliz por lo hallado, siguió contando: “Queríamos excavar cuando se comiencen con los cimientos del museo y a unos sesenta centímetros de la superficie nos entramos con fragmentos de contenedores cerámicos y una vasija completa, es decir, no es que la pudimos sacar entera sino que con sus fragmentos se puede reconstruir de arcilla cocida prehispánicas”.
Con respecto a esta pieza, agregó que “tiene unos cincuenta centímetros de diámetro por veinte de alto. Además nos encontramos con unos tubos de cerámica de treinta centímetros de diámetro. Sospechamos que serían chimeneas para ahumar. Es la primera vez que encontramos este tipo de materiales en toda la cuenca del Salado, por lo cual estamos más que contentos por este último hallazgo”.
Siguiendo con el detalle de lo encontrado en el sitio, Feulliet contó que “también hallamos restos de un fogón junto a restos de fauna, particularmente de venado y carbón. Suponemos que esto significa que han comido un animal cocinado y después tiraron los restos de comida”.
“Es una zona donde tenemos que ampliar las excavaciones. Esto es sólo una porción de todo lo que puede llegar a haber en este lugar”, adelanta la científica.
Antecedentes
A comienzos de octubre de 2010 la ciudad se sorprendía con la aparición, bajo tierra, de los restos de un animal que se extinguió entre cinco mil y ocho mil años atrás, aunque, se dijo en su momento, la antigüedad podría ser aún mayor.
El material fue encontrado a varios metros de profundidad por trabajadores que se encontraban construyendo un pozo negro en Belgrano al 4.300, en el barrio Adelina Centro.
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