El diputado nacional Omar
Perotti destacó el aporte a la salud humana y a la sostenibilidad
ambiental del proyecto, que es pionero a nivel nacional.
El diputado nacional Omar
Perotti destacó el aporte a la salud humana y a la sostenibilidad
ambiental del proyecto “Gestión de Envases de Agroquímicos y sus
Contenidos Residuales para el Área del Centro Oeste de la provincia de
Santa Fe”, que se lleva adelante en Rafaela y fue presentado en el
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de La Nación.
“Construiremos la primera planta de reciclado de envases de agroquímicos
de su tipo en todo el país. Buscamos que esta experiencia piloto sea
el inicio de un plan nacional”, afirmó el ex intendente de la Perla del
Oeste.
El diputado nacional repasó los inicios del proyecto en rafaela y destacó la importancia que esta experiencia piloto tiene para la región y el país: “Creo que esta es una decisión política con mayúscula, porque busca acordar de una forma sustentable la disposición final de los envases de agroquímicos, aportando mayor seguridad a la salud humana y al cuidado de medioambiente”.
Uno de los principales aspectos del proyecto es la creación de una planta de tratamiento de envases de agroquímicos en el Parque Tecnológico del Reciclado de Rafaela, que comenzó a ser construida con financiamiento de la Secretaría de Ambiente de la Nación. De esta manera, se pretende dar respuesta a la problemática del destino final de estos residuos que se estiman en alrededor de 400 toneladas en una vasta región, comprendida por los departamentos de Castellanos, San Cristóbal, San Jerónimo, Las Colonias y San Martín.
El objetivo es formular un sistema de gestión y tratamiento de envases de agroquímicos y sus contenidos residuales, que tendrá como uno de los insumos este proyecto piloto en Rafaela y la región. La iniciativa contempla la construcción de dos centros de acopio regional de gestión privada y una planta de tratamiento de envases y sus contenidos residuales.
Es importante tener en cuenta que este proyecto parte de la concepción de que los envases vacíos de agroquímicos, si no son correctamente gestionados, representan un riesgo potencial, ya directo o indirecto, de contaminación para la salud de las personas. Por ello, explicó Perotti, “lo que se pretende a partir de esta iniciativa es brindar la correcta capacitación los conocimientos necesarios para prevenir efectos indeseados sobre la comunidad y el medio ambiente. De allí, que se propone un trabajo conjunto entre las diversas instancias de gestión pública y privada, dado que se requiere de un trabajo interdisciplinario entre las distintas dependencias públicas y privadas en materia de salud, educación entre otras”.
En este marco, se considera “fundamental el aporte de los diversos actores interesados (empresas, fabricantes, distribuidoras y comercializadoras de productos agroquímicos) quienes deberán colaborar con la prevención, concientización y capacitación sobre la correcta gestión de los envases agroquímicos”.
En este esquema, el productor agropecuario, después de realizar el triple lavado, podrá acercar los envases vacíos al centro de acopio regional, o bien a la planta de tratamiento en función de su proximidad. En los centros de acopio, los envases serán almacenados de forma transitoria, antes de enviarse en un transporte autorizado bajo un régimen especial a la planta. Allí, los envases serán clasificados, acondicionados, triturados, lavados, enjuagados para la posterior comercialización del plástico para usos restringidos.
Según se informó desde Rafaela, el Plan Piloto cuenta con numerosos avances. En lo que respecta a la infraestructura, ya está en proceso de adjudicación el Parque Tecnológico del Reciclado; en tanto que ya está realizado el Proyecto ejecutivo Planta de Tratamiento de Envases.
Durante el encuentro realizado en el Ministerio de Agricultura de la Nación, representantes del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química –localizado en la ciudad de Santa Fe–, de la Universidad Nacional del Litoral y de la Municipalidad de Rafaela firmaron un convenio de cooperación que busca impulsar acciones de intercambio destinadas a la realización de diversas tareas de investigación y desarrollo tecnológico para dar respuesta a la problemática de los residuos agroquímicos.
En ese marco, Cristina Zalazar, integrante del Intec y docente de la UNL, explicó que desde ese organismo se viene desarrollando una tecnología que, por medio de radiación UV y agua oxigenada, elimina los residuos en el agua que resulta del lavado de los envases de glifosato. La técnica provoca el traspaso a formas más simples e inocuas del contaminante, como agua y dióxido de carbono, es decir, compuestos que están presentes en la naturaleza.
Lo que se conoce como agua oxigenada o peróxido de hidrógeno, según explicó Zalazar, al irradiarse con radiación ultravioleta genera un compuesto que es muy oxidante y tiene la capacidad de atacar y destruir las sustancias contaminantes.
El diputado nacional repasó los inicios del proyecto en rafaela y destacó la importancia que esta experiencia piloto tiene para la región y el país: “Creo que esta es una decisión política con mayúscula, porque busca acordar de una forma sustentable la disposición final de los envases de agroquímicos, aportando mayor seguridad a la salud humana y al cuidado de medioambiente”.
Uno de los principales aspectos del proyecto es la creación de una planta de tratamiento de envases de agroquímicos en el Parque Tecnológico del Reciclado de Rafaela, que comenzó a ser construida con financiamiento de la Secretaría de Ambiente de la Nación. De esta manera, se pretende dar respuesta a la problemática del destino final de estos residuos que se estiman en alrededor de 400 toneladas en una vasta región, comprendida por los departamentos de Castellanos, San Cristóbal, San Jerónimo, Las Colonias y San Martín.
El objetivo es formular un sistema de gestión y tratamiento de envases de agroquímicos y sus contenidos residuales, que tendrá como uno de los insumos este proyecto piloto en Rafaela y la región. La iniciativa contempla la construcción de dos centros de acopio regional de gestión privada y una planta de tratamiento de envases y sus contenidos residuales.
Es importante tener en cuenta que este proyecto parte de la concepción de que los envases vacíos de agroquímicos, si no son correctamente gestionados, representan un riesgo potencial, ya directo o indirecto, de contaminación para la salud de las personas. Por ello, explicó Perotti, “lo que se pretende a partir de esta iniciativa es brindar la correcta capacitación los conocimientos necesarios para prevenir efectos indeseados sobre la comunidad y el medio ambiente. De allí, que se propone un trabajo conjunto entre las diversas instancias de gestión pública y privada, dado que se requiere de un trabajo interdisciplinario entre las distintas dependencias públicas y privadas en materia de salud, educación entre otras”.
En este marco, se considera “fundamental el aporte de los diversos actores interesados (empresas, fabricantes, distribuidoras y comercializadoras de productos agroquímicos) quienes deberán colaborar con la prevención, concientización y capacitación sobre la correcta gestión de los envases agroquímicos”.
En este esquema, el productor agropecuario, después de realizar el triple lavado, podrá acercar los envases vacíos al centro de acopio regional, o bien a la planta de tratamiento en función de su proximidad. En los centros de acopio, los envases serán almacenados de forma transitoria, antes de enviarse en un transporte autorizado bajo un régimen especial a la planta. Allí, los envases serán clasificados, acondicionados, triturados, lavados, enjuagados para la posterior comercialización del plástico para usos restringidos.
Según se informó desde Rafaela, el Plan Piloto cuenta con numerosos avances. En lo que respecta a la infraestructura, ya está en proceso de adjudicación el Parque Tecnológico del Reciclado; en tanto que ya está realizado el Proyecto ejecutivo Planta de Tratamiento de Envases.
Durante el encuentro realizado en el Ministerio de Agricultura de la Nación, representantes del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química –localizado en la ciudad de Santa Fe–, de la Universidad Nacional del Litoral y de la Municipalidad de Rafaela firmaron un convenio de cooperación que busca impulsar acciones de intercambio destinadas a la realización de diversas tareas de investigación y desarrollo tecnológico para dar respuesta a la problemática de los residuos agroquímicos.
En ese marco, Cristina Zalazar, integrante del Intec y docente de la UNL, explicó que desde ese organismo se viene desarrollando una tecnología que, por medio de radiación UV y agua oxigenada, elimina los residuos en el agua que resulta del lavado de los envases de glifosato. La técnica provoca el traspaso a formas más simples e inocuas del contaminante, como agua y dióxido de carbono, es decir, compuestos que están presentes en la naturaleza.
Lo que se conoce como agua oxigenada o peróxido de hidrógeno, según explicó Zalazar, al irradiarse con radiación ultravioleta genera un compuesto que es muy oxidante y tiene la capacidad de atacar y destruir las sustancias contaminantes.
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