La Municipalidad destina unos 15
mil pesos por semana para reponer mobiliario urbano dañado. Las plazas y
los paseos son los más propensos. Los cestos, bancos y las garitas, los
más afectados.
Cada año, la Municipalidad de Santa Fe gasta uno 720 mil pesos en
reponer y mantener el mobiliario urbano de la ciudad que resulta dañado
producto de situaciones de vandalismo. Contenedores de residuos,
refugios del transporte público, semáforos, luminarias y equipamiento de
parques, plazas y paseos son los rubros más afectados.
El subsecretario de Obras Urbanas que depende de la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de Santa Fe, Marcelo Alico, reconoció que los hechos vandálicos son numerosos, pero aclaró que la cantidad de situaciones registradas en los últimos años no aumentó de manera significativa. “Más bien se ha mantenido estable en los últimos años; se trata de una problemática que afecta a las grandes ciudades”, apuntó y contó que el municipio santafesino destina en promedio y aproximadamente unos 15 mil pesos por semana para arreglos o reposiciones.
Se puede realizar una comparación con otros municipios y ver cuáles son las partidas destinadas para reparar los daños registrados en ese sentido. En contraposición, Santa Fe queda mejor posicionada ya que por ejemplo Rosario destina unos cuatro millones de pesos para hacer frente a estas situaciones. Por otro lado, y de acuerdo a registros periodísticos, la ciudad de Buenos Aires gasta por año más de 12 millones de pesos en arreglos por vandalismo, mientras que La Plata, sólo para reparar los daños en sus parques y plazas, gasta más de la mitad del presupuesto que usa Rosario en todas sus áreas de servicios públicos. Y Montevideo, una ciudad similar destina como base semanal en intervención y reparación de productos del vandalismo un piso de 15 mil pesos, tal como lo hace Santa Fe.
En detalle
El subsecretario de Obras Urbanas comentó que “el monto que se destina varía según los actos vandálicos y la escala” porque intervenir en una plaza generalmente aumenta “porque el gasto por los destrozos que se hacen sobre el equipamiento sean bancos, cestos o columnas de iluminación no es el mismo que la rotura de una fuente que tiene un valor especial”. “A nivel urbano la señalética también es afectada sobre todo en las arterias principales y muchas veces son dañadas por un choque o un accidente y eso también es un costo especial”, agregó el funcionario municipal.
Siguiendo esa línea, Alico diferenció lo que es un acto de vandalismo con un delito porque por ejemplo “el robo de cable en una columna de iluminación hace que el costo por la reparación sea un monto mayor y más considerable”. “A nosotros no sólo nos insume lo de la reparación sino también equipamiento, movilidad, personal y tiempo porque muchas veces el proveedor no tiene el elemento que fue vandalizado o robado para poder trabajar”, agregó el subsecretario de Obras Urbanas.
Para Marcelo Alico “lo más vandalizado es el espacio público”. “Las plazas son un lugar propicio para ser destruido. Los bancos, los cestos de basura y las columnas de iluminación, lo más atacado. Se incrementa esto con el gran movimiento de gente sobre todo los fines de semana”, dijo y además destacó que las columnas de iluminación también son el blanco, a veces intencionalmente u otras sin preverlo: “Por ejemplo un accidente sobre avenida Alem hace unos días nos sacó de circulación ocho artefactos. Reparar eso nos llevó ocho horas de trabajo”.
Concientización y educación
Por otro lado, el funcionario destacó que las garitas y paradas de colectivos son otros mobiliarios muy dañados. “No solo tuvimos que reparar garitas por actos vandálicos sino también por robos. En los 21 refugios nuevos que se colocaron que tenían pantallas publicitarias tuvimos que intervenir especialmente no sólo por la rotura del blindex que sostenía la pancarta del aviso sino también los bancos. Venían totalmente equipadas para hacer el montaje en un tiempo récord pero eran destrozadas e implicó mucho dinero”, detalló Alico.
Todo lo que es blanqueo de paredes y tapiales o edificios públicos también es un costo. “Aunque últimamente no están siendo vandalizados pero el aerosol es un tema grave para nosotros sobre todo en los cestos de basura y en las columnas de iluminación”, agregó y al mismo tiempo manifestó: “El control de la vandalización es muy complicado, es un proceso de concientización y educación”.
El subsecretario de Obras Urbanas que depende de la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de Santa Fe, Marcelo Alico, reconoció que los hechos vandálicos son numerosos, pero aclaró que la cantidad de situaciones registradas en los últimos años no aumentó de manera significativa. “Más bien se ha mantenido estable en los últimos años; se trata de una problemática que afecta a las grandes ciudades”, apuntó y contó que el municipio santafesino destina en promedio y aproximadamente unos 15 mil pesos por semana para arreglos o reposiciones.
Se puede realizar una comparación con otros municipios y ver cuáles son las partidas destinadas para reparar los daños registrados en ese sentido. En contraposición, Santa Fe queda mejor posicionada ya que por ejemplo Rosario destina unos cuatro millones de pesos para hacer frente a estas situaciones. Por otro lado, y de acuerdo a registros periodísticos, la ciudad de Buenos Aires gasta por año más de 12 millones de pesos en arreglos por vandalismo, mientras que La Plata, sólo para reparar los daños en sus parques y plazas, gasta más de la mitad del presupuesto que usa Rosario en todas sus áreas de servicios públicos. Y Montevideo, una ciudad similar destina como base semanal en intervención y reparación de productos del vandalismo un piso de 15 mil pesos, tal como lo hace Santa Fe.
En detalle
El subsecretario de Obras Urbanas comentó que “el monto que se destina varía según los actos vandálicos y la escala” porque intervenir en una plaza generalmente aumenta “porque el gasto por los destrozos que se hacen sobre el equipamiento sean bancos, cestos o columnas de iluminación no es el mismo que la rotura de una fuente que tiene un valor especial”. “A nivel urbano la señalética también es afectada sobre todo en las arterias principales y muchas veces son dañadas por un choque o un accidente y eso también es un costo especial”, agregó el funcionario municipal.
Siguiendo esa línea, Alico diferenció lo que es un acto de vandalismo con un delito porque por ejemplo “el robo de cable en una columna de iluminación hace que el costo por la reparación sea un monto mayor y más considerable”. “A nosotros no sólo nos insume lo de la reparación sino también equipamiento, movilidad, personal y tiempo porque muchas veces el proveedor no tiene el elemento que fue vandalizado o robado para poder trabajar”, agregó el subsecretario de Obras Urbanas.
Para Marcelo Alico “lo más vandalizado es el espacio público”. “Las plazas son un lugar propicio para ser destruido. Los bancos, los cestos de basura y las columnas de iluminación, lo más atacado. Se incrementa esto con el gran movimiento de gente sobre todo los fines de semana”, dijo y además destacó que las columnas de iluminación también son el blanco, a veces intencionalmente u otras sin preverlo: “Por ejemplo un accidente sobre avenida Alem hace unos días nos sacó de circulación ocho artefactos. Reparar eso nos llevó ocho horas de trabajo”.
Concientización y educación
Por otro lado, el funcionario destacó que las garitas y paradas de colectivos son otros mobiliarios muy dañados. “No solo tuvimos que reparar garitas por actos vandálicos sino también por robos. En los 21 refugios nuevos que se colocaron que tenían pantallas publicitarias tuvimos que intervenir especialmente no sólo por la rotura del blindex que sostenía la pancarta del aviso sino también los bancos. Venían totalmente equipadas para hacer el montaje en un tiempo récord pero eran destrozadas e implicó mucho dinero”, detalló Alico.
Todo lo que es blanqueo de paredes y tapiales o edificios públicos también es un costo. “Aunque últimamente no están siendo vandalizados pero el aerosol es un tema grave para nosotros sobre todo en los cestos de basura y en las columnas de iluminación”, agregó y al mismo tiempo manifestó: “El control de la vandalización es muy complicado, es un proceso de concientización y educación”.
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