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sábado, 23 de marzo de 2013

Francisco y el sueño de la unidad religiosa

 Las históricas diferencias que dividen al mundo por cuestiones de fe parecen haberse atenuado -al menos desde lo protocolar- con la unción del nuevo Pontífice, que se propuso construir puentes con todos los credos
Francisco y el sueño de la unidad religiosa
Crédito foto: AP
La Sala Regia del Palacio Apostólico vaticano recibe la visita del cuerpo diplomático de los 180 países acreditados en la Santa Sede, que sin saberlo será testigo de la que acaso sea la autodefinición más contundente del Papa argentino.
"Mis orígenes me impulsan a trabajar para construir puentes", cuenta Francisco. "Es importante intensificar el diálogo entre las distintas religiones", indica el Sumo Pontífice y genera sonrisas de aprobación silenciosa en el auditorio.
El repaso de los antecedentes no deja lugar a dudas sobre la convicción de la frase y su futura puesta en práctica: en su etapa como Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio mantuvo una relación cordial con los principales referentes de la comunidad judía en la Argentina. Y ahora aspira a que la camaradería exista con el resto de las religiones.
Una prueba fehaciente del diálogo interreligioso que se propone establecer Francisco se dio en diciembre de 2012, cuando el entonces cardenal Jorge Bergoglio encabezó un oficio en la sinagoga de la comunidad NCI-Emanu, encendió la quinta vela de la festividad de Janucá (foto) y manifestó que esa celebración "se une en un símbolo con la Navidad".
Al ser consultado sobre su participación en ese acto religioso, Bergoglio, que también fue el primer representante de la iglesia Católica en visitar la AMIA, explicó: "Es algo que suelo hacer... como los hermanos judíos vienen a nuestra casa, yo voy a la de ellos, somos hermanos. El amor nos lleva a la fraternidad".
La gentileza provocó el guiño inmediato del rabino de NCI-Emanu El, Alejandro Avruj: "Es especial para nuestra kehilá (comunidad) y la sociedad que judíos, cristianos, ortodoxos rusos, musulmanes y hasta la iglesia afroumbandista puedan encontrarse a rezar por luz".
Por este tipo de acciones, los referentes de la colectividad judía como son los representantes de DAIA, AMIA y el rabino Bergman, recibieron la designación de Bergoglio como Sumo Pontífice con una enorme sonrisa.
Un reencuentro que demoró casi IX siglos
Una de las noticias más resonantes que se conocieron en los días previos a la asunción de Francisco fue el anuncio de que el máximo líder de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa, el Patriarca de Constantinopla, asistiría a la asunción del papa Francisco
La última vez que esto sucedió fue en el año 1054, justo antes de la división de las iglesias oriental y occidental.
"La alienación de los viejos tiempos no existe más. Como dos iglesias hermanas, nos acercamos una a la otra cada día más", dijo Bartolomé I antes de viajar hacia Roma.
El Papa también tuvo audiencias una delegación de la Iglesia Ortodoxa Rusa; con el arzobispo anglicano de York, John Tucker Mugabi Sentamu; con delegados budistas, Sikh, Jainistas e hinduistas. Y promete seguir con als puertas abiertas de par en par.
El auditorio de la Sala regia del Palacio Apostólico vaticano asiente y denota alegría tras cada frase del discurso en italiano que pronuncia Francisco. Sin embargo, la sonrisa más reluciente aparece sobre el final, cuando Su Santidad muestra parte de la hoja de ruta y adelanta sus planes.
"Es importante intensificar el diálogo entre las distintas religiones; en primer lugar con el islam, pero también con los ateos", indica el Papa. El sueño está en marcha.

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