SANTA FE: Los hogares de tránsito de la ciudad alojan actualmente a 19 chicos

Tras el caso María Julia, legisladores provinciales reclaman precisiones acerca de los niños y niñas que se encuentran en esa situación en toda la provincia. En la capital provincial, nada cambió.

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A fines del año pasado y principios de 2013, el caso de María Julia conmocionó a la opinión pública santafesina. La nena de dos años y medio había sido derivada a un hogar de tránsito a meses de nacer; sin embargo, cuando la Justicia asignó una familia adoptante a la niña, salió a la luz que era otra la familia que se había hecho cargo de la custodia de la misma, sin ningún respaldo legal, y que reclamaba su tenencia.


Tras una intensa campaña de denuncias públicas y recolección de firmas, la Cámara de Apelaciones en lo Civil de Santa Fe contradijo la decisión de la jueza de Familia Liliana Michelassi –que había decidido el otorgamiento de la guarda preadoptiva a un matrimonio inscripto en el Registro provincial–, y otorgó la guarda a la familia que la reclamaba y el tema desapareció del debate público.


Dado que a nivel provincial hay en estos momentos alrededor de 60 niños en hogares de tránsito, de los cuales 19 se encuentran en la ciudad de Santa Fe y zona, días atrás ingresó a la Legislatura provincial un proyecto de comunicación de los diputados justicialistas Alejandra Obeid y Mario Lacava, con la intención de conocer información “sobre la situación de la niña María Julia E., en su condición de menor a cargo del Estado provincial, en condiciones y trámite de adopción”.


En tal sentido, solicitan información al gobierno provincial sobre “cuáles fueron las medidas adoptadas por la Subsecretaría de Niñez, Infancia y Adolescencia dependiente del Ministerio de Desarrollo Social provincial, luego de entregar a la niña a un Hogar de Tránsito” y “quiénes fueron y/o son los funcionarios responsables de cada área que debió encargarse del seguimiento y resolución del tema en cuestión”.
En cuanto al lapso en que se definió la situación de esta niña, los legisladores preguntan, “si la medida excepcional de ingreso al Hogar de Tránsito se tomó en julio de 2010, por qué transcurrieron 30 meses sin definirse la situación, cuando la ley establece como plazo máximo de tiempo, 18 meses”.


Los diputados insisten además en conocer si se abrió alguna instancia de investigación administrativa, por “como mínimo negligencia en el cumplimiento de los deberes funcionales de seguimiento y contralor del estado de niños, niñas y adolescentes conforme la ley vigente”.


Por último, se incluyen interrogantes acerca de los casos sin resolución definitiva que hay en la provincia de Santa Fe y las medidas adoptadas para resolverlos con la mayor diligencia y equidad posibles.
Ante la consulta de Diario UNO, Néstor Trucco, presidente de la asociación civil Hogares de Tránsito de Santa Fe, confirmó que en estos momentos hay 19 chicos en custodia de las familias que integran la entidad en la ciudad capital y zona.


Con respecto a las repercusiones tras el caso María Julia, Trucco respondió que “no hubo ningún cambio en la forma de trabajo” y ante la pregunta acerca de si se habían incrementado los controles por parte de la provincia en los hogares donde hay niños alojados, la respuesta también fue negativa.


—¿La familia Traverso (el hogar de tránsito al cual se había otorgado la custodia de María Julia) volvió a alojar a otro chico?
—No, pero en realidad no hubo ningún caso nuevo tras el de la nena.


En cuanto al tiempo de permanencia que lleva la mayoría de los niños que se encuentran hoy en Hogares de Tránsito, Trucco indicó que “la mayoría hace mucho tiempo que está con cada familia” y agregó que “a partir de la aplicación de la nueva ley de adopción, los plazos se alargaron”. En general, los chicos pasan entre dos y tres años en esa instancia.


El Grupo Hogares de Tránsito de Santa Fe se formó hace casi tres décadas como un voluntariado, compuesto hoy por unas 35 familias que reciben en sus domicilios a menores en riesgo de corta edad, en el ámbito de la ciudad de Santa Fe y zona sin recibir por ello remuneración alguna ni tener fines de adopción. El objeto es brindar contención afectiva, atención alimentaria y velar por la salud física y psicológica de los niños que les sean derivados, hasta tanto se decida su adopción o la revinculación con su familia de origen o ampliada.