Podrían desdoblar el tipo de
cambio. Liberarían importaciones para bajar el costo de vida y alentar
la actividad industrial. Con un pacto social, controlarán rentabilidad y
salarios.
.
La inflación, la muerte del superávit gemelo fiscal y la fuerte
demanda de dólares llevó al Gobierno a reconocer por primera vez en más
de seis años el problema de la suba de precios y, con escaso margen para
achicar el gasto público en un año electoral y de bajo crecimiento,
está esbozando una serie de medidas con las que, sin anunciarlas pero
como si constituyeran un virtual ‘Plan Otoño’, intenta reencauzar la
economía. Las ideas no son nuevas y el marco es otra vez un intento de
pacto social que siente a empresarios, trabajadores, Estado, provincias y
municipios, que tendrá lugar en abril, según anticipó el jueves
Cristina Fernández.
Pacto. La suba de precios que se ataca con un congelamiento que se extendería hasta fin de año se completa con un tope del 20% pretendido para los aumentos de salarios y una baja en la tasa de rentabilidad de las empresas –que en el caso de los bancos llegó al 25% el año pasado– a través de un menor traslado de costos a precios. “Hay paritarias que todavía no se cerraron y será un buen momento para hacerlo”, aseguraron en el Gobierno sobre los reclamos que están en juego, donde algunos gremios, como la Unión Obrera Metalúrgica de Antonio Caló –líder de la CGT oficialista– se sumaría a Luz y Fuerza con un acuerdo a 18 meses y por 32%, según trascendió.
Actividad. El plan para los próximos meses, que espera llevar a un octubre victorioso en las legislativas, apunta a retomar el crecimiento de la mano del consumo, aunque sectores como industria y construcción no terminan de levantar cabeza. El intento de hacer repuntar la actividad descansa en los planes Procrear, de crédito a la vivienda, para el sector de construcción, uno de los principales empleadores de mano de obra. El cepo al dólar, pese a la disparada del paralelo que llegó hasta los $ 8,75 en la semana, seguirá vigente. “El Gobierno decidió restringir la tasa de ahorro en dólares para priorizar el consumo”, dijo ayer el diputado y ex viceministro de Economía, Roberto Feletti.
Consumo. “No vamos a convalidar una tasa de ganancias del 20% en dólares”, explicó, bajo la misma lógica con la que el Gobierno pretende forzar la inversión de las empresas a partir de las restricciones al giro de utilidades. El funcionario negó internas entre el equipo económico y la posibilidad de que entrara a reemplazar a la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, después de una reunión de la Presidenta con el gabinete económico el miércoles de la que participaron también el ministro de Economía, Hernán Lorenzino; su vice, Axel Kicillof; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Dólar. En el Palacio de Hacienda advierten que hay sectores que presionan por una devaluación mientras se mantiene el debate sobre el desdoblamiento. Algunos funcionarios sostienen que el 20% de anticipo de Ganancias para el sector turístico ya implica un desdoblamiento. Otros argumentan que establecerían otro rango cambiario para algunas economías regionales, mientras que los productores de distintas provincias reclaman por la eliminación de las retenciones a exportaciones de los productos industrializados y no vinculados a las commodities.
Importaciones. Para la recuperación de la industria, liberarán importaciones de insumos y bienes de capital, indicó Moreno a algunos empresarios que llevaron sus reclamos sobre problemas para la producción. Pero ahora se suma la advertencia de Cristina de que también podrían importarse bienes terminados que funcionen como referencias de precios en sectores hasta ahora protegidos o monopólicos donde los precios se dispararon ante la falta de competencia. “Es interesante que, como la inflación golpea a todos los sectores de la Argentina, se recuerde que una de las tareas de la importación es servir como precio testigo”, aseguró el director de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce. El área a cargo de Kicillof llevó adelante un estudio sobre los precios y posiciones dominantes que está listo para ser puesto en acción. El anuncio, según interpretaron empresarios del sector, podría ser una nueva jugada para presionar a los formadores de precio, de la misma forma que la versión de una tarjeta nueva presiona a los bancos.
Sector externo. En simultáneo, llegará un nuevo índice de precios, si se cumple la promesa de Lorenzino, a fin de año y en línea con las demandas del G-20 y otros organismos internacionales. El Indec citó para el próximo martes a los representantes de las Universidades Nacionales que elaboraron un crítico informe sobre el índice de inflación en 2010 y los funcionarios del Ministerio de Economía trabajan con los del Fondo Monetario Internacional, luego de que el organismo emplazara a la Argentina a mostrar un avance en septiembre.
La liberación de importaciones también mejoraría los ánimos con los socios comerciales –entre ellos Brasil y Uruguay–, preocupados por las restricciones locales.
Pacto. La suba de precios que se ataca con un congelamiento que se extendería hasta fin de año se completa con un tope del 20% pretendido para los aumentos de salarios y una baja en la tasa de rentabilidad de las empresas –que en el caso de los bancos llegó al 25% el año pasado– a través de un menor traslado de costos a precios. “Hay paritarias que todavía no se cerraron y será un buen momento para hacerlo”, aseguraron en el Gobierno sobre los reclamos que están en juego, donde algunos gremios, como la Unión Obrera Metalúrgica de Antonio Caló –líder de la CGT oficialista– se sumaría a Luz y Fuerza con un acuerdo a 18 meses y por 32%, según trascendió.
Actividad. El plan para los próximos meses, que espera llevar a un octubre victorioso en las legislativas, apunta a retomar el crecimiento de la mano del consumo, aunque sectores como industria y construcción no terminan de levantar cabeza. El intento de hacer repuntar la actividad descansa en los planes Procrear, de crédito a la vivienda, para el sector de construcción, uno de los principales empleadores de mano de obra. El cepo al dólar, pese a la disparada del paralelo que llegó hasta los $ 8,75 en la semana, seguirá vigente. “El Gobierno decidió restringir la tasa de ahorro en dólares para priorizar el consumo”, dijo ayer el diputado y ex viceministro de Economía, Roberto Feletti.
Consumo. “No vamos a convalidar una tasa de ganancias del 20% en dólares”, explicó, bajo la misma lógica con la que el Gobierno pretende forzar la inversión de las empresas a partir de las restricciones al giro de utilidades. El funcionario negó internas entre el equipo económico y la posibilidad de que entrara a reemplazar a la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, después de una reunión de la Presidenta con el gabinete económico el miércoles de la que participaron también el ministro de Economía, Hernán Lorenzino; su vice, Axel Kicillof; el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno y el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
Dólar. En el Palacio de Hacienda advierten que hay sectores que presionan por una devaluación mientras se mantiene el debate sobre el desdoblamiento. Algunos funcionarios sostienen que el 20% de anticipo de Ganancias para el sector turístico ya implica un desdoblamiento. Otros argumentan que establecerían otro rango cambiario para algunas economías regionales, mientras que los productores de distintas provincias reclaman por la eliminación de las retenciones a exportaciones de los productos industrializados y no vinculados a las commodities.
Importaciones. Para la recuperación de la industria, liberarán importaciones de insumos y bienes de capital, indicó Moreno a algunos empresarios que llevaron sus reclamos sobre problemas para la producción. Pero ahora se suma la advertencia de Cristina de que también podrían importarse bienes terminados que funcionen como referencias de precios en sectores hasta ahora protegidos o monopólicos donde los precios se dispararon ante la falta de competencia. “Es interesante que, como la inflación golpea a todos los sectores de la Argentina, se recuerde que una de las tareas de la importación es servir como precio testigo”, aseguró el director de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores, Miguel Ponce. El área a cargo de Kicillof llevó adelante un estudio sobre los precios y posiciones dominantes que está listo para ser puesto en acción. El anuncio, según interpretaron empresarios del sector, podría ser una nueva jugada para presionar a los formadores de precio, de la misma forma que la versión de una tarjeta nueva presiona a los bancos.
Sector externo. En simultáneo, llegará un nuevo índice de precios, si se cumple la promesa de Lorenzino, a fin de año y en línea con las demandas del G-20 y otros organismos internacionales. El Indec citó para el próximo martes a los representantes de las Universidades Nacionales que elaboraron un crítico informe sobre el índice de inflación en 2010 y los funcionarios del Ministerio de Economía trabajan con los del Fondo Monetario Internacional, luego de que el organismo emplazara a la Argentina a mostrar un avance en septiembre.
La liberación de importaciones también mejoraría los ánimos con los socios comerciales –entre ellos Brasil y Uruguay–, preocupados por las restricciones locales.
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