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sábado, 23 de marzo de 2013

SANTA FE: Pros y contras del cambio de sentido de calles en Candioti y Constituyentes

Para el municipio, el reordenamiento implementado en las arterias de acceso y salida del centro fue positivo aunque reconoce que hay inconvenientes. Los vecinos advierten que aumentó la velocidad en Ituzaingó y Balcarce y que la ubicación de los semáforos pone en riesgo a los peatones.

 

Desde hace un año y medio rige el cambio de sentido de calles que el municipio dispuso para mejorar el ingreso a la traza urbana de Santa Fe por el este y la llegada a barrio Candioti desde el centro santafesino. Actualmente, tras la implementación de la medida subsisten algunos inconvenientes en la circulación del intenso tránsito que tiene la zona y surgieron otros, producto de la dificultad de torcer el hábito de los conductores y peatones.
Respecto de los cambios, el subsecretario de Transporte municipal, Sergio Ludueña, dijo que fueron positivos aunque reconoció algunos problemas. “Es materia de observación permanente”, dijo el funcionario a El Litoral con respecto al tránsito del sistema de transporte particular y público en toda la ciudad, ya que especialmente el primero “crece permanentemente y las medidas que se toman para mejorarlo son temporales”.
Desde agosto de 2011, el sentido de calle Ituzaingó corre de oeste a este entre San Luis y Laprida; Gobernador Candioti de este a oeste entre Vélez Sarsfield y Belgrano y, la cuadra de Las Heras que va entre Sargento Cabral y Calchines de norte a sur. También se invirtió Santiago del Estero, desde San Luis hasta avenida Freyre y Obispo Gelabert que se convierte en Balcarce desde Av. Freyre hasta Laprida.
Precisamente, es en Obispo Gelabert y Rivadavia, donde El Litoral pudo detectar algunas dificultades que también señalaron los comerciantes y vecinos de la zona. “Los autos vienen de calle Las Heras muy rápido hacia el oeste y la ubicación del semáforo pone en riesgo a los peatones, que si generalmente cruzan mal, ahora es peor”, dijo María Socias de la panadería Estación Matilde ubicada en esa intersección. La situación que describió la mujer tiene que ver con que los reguladores del tránsito quedaron ubicados a espalda y sobre la cabeza de los peatones lo que imposibilita distinguir con claridad en qué momento se encuentra la señal.
Por otra parte, Francisco del bar Don Estanislao mencionó que diariamente “tres o cuatro vehículos se meten por O. Gelabert a contramano, se los ve pasar y de pronto se escuchan los bocinazos”.
Respecto de la posición de los semáforos, Elsa Combes, presidenta de la vecinal de barrio Candioti Sur advirtió que la situación “es grave” debido al incremento de la circulación de vehículos en calle Ituzaingó y Balcarce y la fuerte velocidad a la que van. “Se convirtieron en vías rápidas y para los peatones es un gran riesgo el cruce también por la ubicación de los semáforos. En Ituzaingó, hay sólo dos: uno en Belgrano y otro en Marcial Candioti”, refirió. En comparación con calle Gobernador Candioti, la vecinalista señaló que si bien en esa calle también se aceleró e incrementó el tránsito, “no se nota tanto ya que hay baches, badenes profundos y falta iluminación”.
Combes también le adjudicó las dificultades que se presentan en el tránsito de Ituzaingó al incremento de la circulación de líneas de colectivo que antes tenían otro recorrido. Puntualizó en los “considerables embotellamientos durante las horas pico” debido a que “se convirtió en una arteria tan pesada por la cantidad de colectivos que toman por Ituzaingó hasta Vélez Sarsfield y salen a bulevar”.
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Menos ventas. Para los comerciantes que tienen los locales en una esquina la modificación les generó una caída en las ventas. Los frentes de los negocios quedaron en sentido contrario del tránsito.
Foto: Pablo Aguirre
Permanente observación
En diálogo con El Litoral, el subsecretario de Transporte de la Municipalidad, Sergio Ludueña, evaluó las consecuencias de los cambios de sentido.
Como puntos a favor, mencionó la agilización del tránsito en Ituzaingó y Balcarce, uno de los objetivos, y la redistribución de la circulación a raíz del cambio de recorrido de varias líneas de colectivos.
Para el funcionario, los inconvenientes que aún subsisten están vinculados con el constante incremento del parque automotor en la ciudad y a la existencia de tres establecimientos educativos en calle Balcarce e Ituzaingó.
“Si bien el cambio de sentido impactó positivamente en cuanto a la seguridad y el ordenamiento del tránsito y en particular en el sector de las escuelas, sigue siendo un punto conflictivo. En general, en todas las ciudades importantes, las escuelas son áreas sensibles y de observación permanente”, resaltó Ludueña.
Como medida para controlar el incremento de la velocidad de los coches que circulan tanto por Ituzaingó como por Balcarce, el funcionario dijo que desde la subsecretaría se pensó en la posibilidad de colocar reductores de velocidad.
Sobre el estado de calle Gobernador Candioti, Ludueña admitió que “hay algunas reparaciones que hacer pero el estado en general de la calzada no es malo”. Y agregó que “los badenes que hay, si bien se deben mejorar algunos, funcionan como reguladores de la velocidad”.
Finalmente, en referencia con los problemas que se producen en la intersección de calle Ituzaingó y Vélez Sarsfield a partir de la circulación de colectivos, el subsecretario señaló que se deben a que “hay vecinos que estacionan sobre Vélez y está prohibido”. En tal sentido, explicó que “se están realizando controles en la zona con inspectores y estudiando el rediseño de los tiempos de la semaforización especialmente en bulevar para destrabar entre otras cuestiones ese inconveniente en particular”.
Atención a los semáforos
Una de las principales preocupaciones planteadas por los vecinos y por la presidenta de la vecinal, Elsa Combes es la por lo menos incómoda posición en que quedaron los semáforos para los peatones y conductores, luego del cambio de sentido de circulación de las calles. Para Sergio Ludueña, quien desestimó el planteo, “la bibliografía sobre colocación de semáforos indica que se pueden poner antes de cruzar la bocacalle, en el medio o después” y aportó que “de hecho en la ciudad se encuentran de las tres formas”.
La distribución de los ordenadores del tránsito se resuelve en base a la importancia de la calle, el flujo peatonal y vehicular. En ese sentido, el funcionario de Transporte reconoció que para los que puede generar “alguna incertidumbre” es para los conductores e insistió en que para los peatones “los semáforos siempre están arriba”.
Como beneficios de la actual ubicación de los semáforos, posterior a la reforma del sentido, puntualizó el despeje de la senda peatonal debido a que “los coches deben frenar unos metros antes lo que libera obligadamente el espacio para el paso de peatones”. Y también se evita que los conductores de la calle transversal a la que están parados, estén mirando cuándo cambia de color el otro semáforo y, sólo le presten atención al que indica el propio paso o detención.


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Lo bueno
Para la propietaria de la casa de pastas “La Yema de Oro”, ubicada en Santiago del Estero y 4 de Enero, la modificación del sentido fue, en todo, un éxito. Habitualmente en esa esquina se producían accidentes y los coches que circulaban por Santiago del Estero terminaban sobre la vereda del local o adentro, previa destrucción de dos importantes canteros que construyeron precisamente para evitar eso. “El tránsito es el mismo pero no hubo más accidentes”, celebró Alicia Hitzler.
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Lo malo
En barrio Candioti hay comerciantes que se vieron perjudicados con el reordenamiento. Es que los conductores que ingresaban temprano de la zona de la Costa ya no se detienen a comprar como lo hacía habitualmente, al momento de volver a sus hogares. “Perdí clientes porque los que vienen a trabajar no compran lechuga a las 8”, dijo Claudio Galleguillo de verdulería “Claudio”, ubicada en Balcarce y Las Heras. A otros, les pasó exactamente lo contrario y notaron un incremento de las ventas

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