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sábado, 2 de febrero de 2013

ROSARIO: Mataron de seis balazos a corta distancia a un hombre en una estación de servicio


Ejecución mafiosa en un playón de Provincias Unidas y Juan José Paso. Estacionó en una Honda 4x4 esperando a alguien. Llegaron dos hombres en moto y uno lo acribilló sin robarle nada. Tenía 29 años y vendía autos.
La Capital | 

Mataron de seis balazos a corta distancia a un hombre en una estación de servicio
Poco antes de las 23 del jueves, Guillermo Roberto Giovannoni llegó con su 4x4 al playón de la estación de servicio Magna de Provincias Unidas y Juan José Paso. Estacionó a 45 grados, dando la espalda a la avenida, y esperó. Estaba sólo, a unos 15 metros de la línea de surtidores. Lo único que funcionaba a esa hora era el expendio de GNC, ya que los cuatro locales comerciales que hay en el lugar estaban cerrados. Unos minutos más tarde una moto estacionó al lado del Honda CVR en el que esperaba Giovannoni. El acompañante bajó y disparó seis veces con un arma calibre 9 milímetros hacia el conductor. La descarga fue letal. Todos los proyectiles impactaron sobre la línea axilar de la víctima. Dos de esos plomos le dieron en la cabeza.
Antes de que el playero pudiera fijar su mirada en el lugar desde donde provenían las detonaciones, vio las siluetas de los dos atacantes huyendo en moto. El playón del Magna tiene al menos tres cámaras de vigilancia, todas concentradas sobre la línea de surtidores. Ninguna enfoca hacia la escena del crimen. Igual ninguna funcionaba luego de un corte luz que afectó al barrio desde el mediodía hasta la mitad de la tarde. Como era feriado nadie las volvió a encender hasta ayer por la mañana. En la escena quedaron seis vainas servidas calibre 9 milímetros que se corresponden con la media docena de impactos que recibió Giovannoni.
"No sabemos nada de lo que sucedió. Yo estaba en la casa de mi mamá y con Guillermo quedamos en encontrarnos acá, en la casa de mi suegra. El no tenía problemas con nadie. Todo el tiempo estaba acá, en la casa de su madre. Guillermo compraba y vendía autos usados", explicó ayer al mediodía una mujer joven, que se identificó sólo como "la pareja" de Giovannoni. La charla transcurrió en la puerta de la casa de la madre de la víctima, en barrio Larrea, a seis cuadras de la escena del crimen.
A Giovannoni, de 29 años, no le robaron nada. Llevaba 2.857 pesos en efectivo, tres celulares y una piedra de marihuana de 3 gramos. El Honda CVR lo había comprado tres días atrás. Tenía un antecedente por encubrimiento de robo de automotor en 2008, detalle sugestivo para el rubro en el que se movía.
Ver y no ver. El periodista estadounidense Guy Talese comienza su libro "Honraras a tu padre", la primera obra de no ficción que se metió en las entrañas de la mafia italiana y dio origen a la serie televisiva "Los Sopranos", haciendo una semblanza de la mirada selectiva que desarrollaron en la década del 60 los porteros de edificio neoyorquinos. Dice Talese: "Conscientes de que a veces es posible ver demasiado, la mayor parte de los porteros de Nueva York han desarrollado un extraordinario sentido de visión selectiva: saben qué ver y qué pasar por alto, cuándo ser curiosos y cuándo ser indolentes; suelen estar adentro, distraídos, cuando hay accidentes o discusiones frente a sus edificios; y generalmente en la calle, buscando un taxi, cuando hay ladrones escapando por la entrada del edificio".
Giovannoni recibió seis balazos —cuatro en la región torácica y dos en el rostro— desde corta distancia. Uno de los balazos le atravesó el cuerpo e impactó sobre la pared de los baños de la cafetería.
Se dedicaba a la compra y venta de autos usados. Una actividad que suele desarrollarse en cafeterías de las estaciones de servicio. Por eso no era extraño que hubiera pactado un encuentro allí.
"Sin problemas". De este contacto su familia dice no saber nada. "Guillermo no tenía problemas con nadie", aseguró su pareja. El hombre tenía dos hijos de un matrimonio anterior. Era el penúltimo de seis hermanos.
La ausencia de testigos de este crimen de corte mafioso y la sobriedad del trabajador que vio irse a los ejecutores recuerda otra frase de Talese. "Aunque un portero puede no estar de acuerdo con prácticas como el soborno y el adulterio, invariablemente está mirando para otro lado cuando el administrador del edificio le está pasando dinero al inspector de los bomberos. O cuando un inquilino cuya esposa está de viaje se sube al ascensor acompañado de una jovencita; lo cual no implica acusar al portero de hipocresía o cobardía, sino sugerir, simplemente, que lo guía un poderoso instinto que lo ayuda a evitar involucrarse en lo que no le atañe y aventurar que tal vez los porteros han aprendido a través de la experiencia que no se gana nada siendo testigos oculares de las situaciones poco decorosas de la vida o de la locura de la ciudad".
La ferocidad del asesinato a sangre fría de Guillermo Giovannoni resulta instructiva sobre las motivos de un testigo eventual para "evitar involucrarse en lo que no le atañe".

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