El motivo, argumentaron, es "la intransigencia del intendente, que se niega al diálogo para encontrar soluciones al conflicto de la recolección en la ciudad", dijo Sergio Rodríguez, referente de los recolectores.
La Capital |
El conflicto que mantiene un grupo de trabajadores con la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez volvió a recrudecer. Después de dos días en los que le dieron una carta en blanco a un concejal para que mediara con el municipio, los empleados (varios de ellos despedidos) volvieron a la calle y cortaron distintos puntos estratégicos de la ciudad, como el ingreso a Alvear, el playón de camiones municipal y hasta el mismo cementerio.
Mientras tanto, el concejal Carlos Dolce, que el miércoles medió para que levantaran el piquete que tenían montado para impedir la salida de los camiones recolectores, se contactó con el intendente Pedro González, quien recién hoy lo recibiría para ver cómo se puede avanzar.
Ante esto, los trabajadores iniciaron un paro de actividades de recolección, a lo que se sumaron bloqueos en distintos sectores.
El motivo, argumentaron, es "la intransigencia del intendente, que se niega al diálogo para encontrar soluciones al conflicto de la recolección en la ciudad", dijo Sergio Rodríguez, referente de los recolectores.
"Los trabajadores queremos ser recibidos por el intendente junto al sindicato municipal, pero González se niega rotundamente", explicó, y manifestó: "Esta indiferencia nos lleva a tener que tomar medidas drásticas ante la pésima situación que vivimos a merced de una Intendencia que hace lo que quiere de nosotros sin querer permitirnos defender derechos laborales básicos".
El tema de los despidos. El conflicto con los recolectores tiene varios capítulos, pero el más virulento ocurrió hace algunos días, cuando pararon la recolección e interceptaron a varios camiones que habían salido con gente dispuesta a prestar el servicio. A partir de eso, y presentación judicial mediante, el municipio rescindió 19 contratos. Hoy, el reclamo más grande es la reincorporación de estos despedidos, pero los autoconvocados (no tienen el apoyo del sindicato municipal) insisten con el pase a planta permanente de los contratados, una mejora salarial, la provisión de ropa y elementos de trabajo y una mejora en las condiciones en las que se desempeñan los recolectores. "Queremos el diálogo, pero somos los que siempre estamos cediendo, cuando son ellos —por el municipio— los que están en falta, los que no reincorporan a la gente, no arreglan los camiones, tratan mal al personal y no le dan ni guantes para trabajar", protestó Rodríguez.
En diálogo con La Capital, el concejal Dolce, que el miércoles les había dicho que levantaran la protesta y le dieran dos días para poder mediar en el conflicto, contó que ayer mantuvo un encuentro informal con Pedro González, quien le concedió una reunión para hoy.
"Me dijo que en el transcurso de la mañana me convocarían para ver, junto con algunos miembros del gabinete, cuáles podrían ser las distintas soluciones. Mi propuesta es sencilla: sentarnos y que pongan una fecha concreta para reunirnos con el sindicato, los trabajadores y las autoridades. Hay que buscar una solución y firmar un acta, porque si no, esto se nos va a ir de las manos a todos", remató.
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