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sábado, 2 de febrero de 2013

SOBRE DEL SEL: La política como chiste


Los insultos de Miguel del Sel a la presidenta de la Nación, como era previsible, cosecharon un ampliorepudio. Lo criticaron políticosciudadanos comunes en las redes sociales y hasta Dady Brieva, uno de sus compañeros del exitoso grupo Midachi aseguró que "jamás diría una cosa así". El propio cómico y ex candidato a gobernador de Santa Fe hizo una suerte de mea culpa: "Reconozco que se me fue la mano pero no fue más que una declaración desafortunada, y como me enseñaron de chico, cuando uno comete un error debe saber pedir perdón", y agregó: "Pido disculpas a la Presidente y a las mujeres que se hayan podido sentir ofendidas. Quiero aclarar que ante una pregunta, respondí con un ejemplo de un chiste que hacemos en el teatro", se defendió. Y luego se manifestó "en total desacuerdo con la violencia verbal que vive la política actual en la Argentina". Menos mal. La disculpa ayuda pero es imposible justificarla en boca de alguien que pretende gobernar una de las provincias más importantes del país.

Lamentablemente los insultos se convirtieron en moneda corriente en las discusiones. Desde la mesa del bar a los programas de televisión. Basta revisar los comentarios de los foristas en diarios y blogs de actualidad. La descalificación y las chicanas desplazaron a los argumentos y el debate inteligente. En este caso el anonimato facilita la proliferación de los insultos y las denuncias sin sustento. Pero volviendo a la política y a los medios de comunicación, se puede decir que los debates se "futbolizaron". Existe la misma lógica de las barras bravas: el otro "no existe", vale todo para degradarlo y, por lo menos en el plano discursivo, "borrarlo" del mapa.

Políticos como barras bravas. La imagen es alarmante. Del Sel se escudó en su oficio. "Soy un cómico", dijo, "utilicé un chiste del teatro", insistió. Su falta de experiencia política es evidente. En 2011 aceptó la propuesta de Mauricio Macri de ser candidato gobernador por el PRO en Santa Fe sin tener plan de gobierno ni estructura política.

"Hay que buscar ser honesto, nada más", anunció y en uno de sus primeros discursos señaló: "Voy a tratar de que haya cloacas, de que los negritos se puedan bañar". En su paso de comedia, Del Sel también la emprendió contra Florencia Peña y cuestionó la actividad política: para él todos los políticos son "chorros".Curiosamente, lo peor del peronismo santafesino, la rémora de la tristemente célebre Cooperativa, los sectores más reaccionarios de la derecha provincial, se apuraron a arropar al nuevo candidato. El PROjuntó para su aventura electoral a lo peor de cada casa.

Alguna vez, en una entrevista, el Chango Funes -operador político de Carlos Menem- me explicó la designación de Carlos Reutemann como candidato a la gobernación de Santa Fe en 1991: "Lo conocen diez de cada diez santafesinos, lo demás no importa. El peronismo hará el resto y será gobernador". Y no se equivocó. El Lole salvó lo que parecía una derrota segura del PJ.

Del Sel obtuvo el 35,17% de los votos en 2011, estuvo a muy pocos votos de gobernar Santa FeSin plan, sin proyecto pero con "entusiasmo". Volverá a intentarlo. Socialistas y kirchneristas, en sus desatinos, parecen sus principales aliados. Sus chances son proporcionales a la degradación de la política.

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