Vecinos denunciaron malos olores que provenían de un depósito. Hallan comida en mal estado, basura y mugre, alimentos dispuestos incorrectamente y sin respetar las condiciones de higiene, entre otras cuestiones.
La Capital |
El olor penetrante, la suciedad empastada en la vereda y los cajones de agua apilados en la puerta del depósito que el restaurante Las Tinajas tiene en Paraguay al 1700 obligó a los vecinos a realizar una denuncia ante la Guardia Urbana Municipal (GUM). Adentro, comida en mal estado, basura y mugre, alimentos dispuestos incorrectamente y sin respetar las condiciones de higiene, además de falencias de seguridad, abonaron la postal que encontraron los inspectores que, durante cuatro horas, recorrieron el local. Las irregularidades fueron más que suficientes para determinar el cese de actividades del comercio hasta que regularice su situación. Incluso, la titular del Instituto del Alimento, Susana Dueñas, recordó que "el lugar ya fue auditado en varias oportunidades este año y tuvo otros ceses de actividades (ver aparte)". En tanto, sobre el ingreso principal al restaurante (Pellegrini 1455), un cartel anunciaba: "Cerrado por falta de gas".
El operativo, del que participaron seis inspectores de la GUM y dos de la Dirección de Inspección General municipal, junto a un especialista del Instituto del Alimento, comenzó apenas pasadas las 9 y se extendió por más de cuatro horas.
En todo ese tiempo, el olor (lo que generó la denuncia de los vecinos) fue tan intenso que los inspectores tuvieron que salir en varias oportunidades del lugar.
Basura. El panorama en el interior del depósito, que tiene conexión física con el salón sobre Pellegrini, se ajustaba a lo que anunciaban las condiciones externas del lugar.
"Sólo para empezar, las cámaras donde guardan los alimentos se encontraban con una total falta de higiene y sin respetar las condiciones bromatológicas que corresponden", explicó el titular de la GUM, Gustavo Franco.
El detalle de los inspectores de lo encontrado en las heladeras incluyó comida ya elaborada en mal estado, restos de carne en el piso, alimentos mezclados que deben ser guardados por separado, carne cruda que, en lugar de guardarse colgada de ganchos se apilaba sobre estantes de madera, y alimentos colocados sobre estantes metálicos que no están permitidos por el óxido que provocan.
Sin embargo, la falta de higiene era generalizada. Según indicaron, el espacio destinado a los residuos está separado, pero "demasiado cerca de las cámaras que conservaban los alimentos y falto de cuidado, porque había basura tirada por todos lados en el piso".
"Las deficiencias en la higiene, en términos generales, son muy serias", planteó el responsable de la GUM. Y agregó que se detectaron falencias en las instalaciones eléctricas e inconvenientes en materia de seguridad".
En el salón principal, que está conectado físicamente al depósito (pero al que se ingresa por Pellegrini), también se controlaron las heladeras y se detectó que algunas debían ser reparadas porque no enfriaban lo suficiente.
Persiana baja. El registro realizado por los inspectores fue suficiente para que se decidiera el cese de actividades del lugar, por lo menos hasta la semana próxima. Y se lo comunicaron a la persona que se presentó como la representante legal del comercio.
"Ahora, los responsables deberán presentarse ante las autoridades del Instituto del Alimento. Les darán todos los requerimientos y adaptaciones que deben llevar adelante para poder volver a funcionar", detalló Franco.
En ese sentido, anticipó que, "si no cumplimentan todos los cambios para ajustarse a las normas, se procedería a la clausura".
Paralelamente, gran parte de la mercadería, y sobre todo la comida en mal estado, fue decomisada por la GUM y llevada al relleno sanitario para su destrucción.
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