ROSARIO-Clausuraron una casona en donde vivían 16 albañiles

Personal de la GUM y del Ministerio de Trabajo inspeccionaron y cerraron una pensión trucha en Avellaneda al 300 bis. Los trabajadores eran alojados allí en “condiciones infrahumanas” por una firma contratista.

El techo de la casona estaba apuntalado con maderas. (GUM) Ampliar Imágenes
Clausuraron una pensión en donde se alojaba un grupo de albañiles que trabaja en la ciudad y que estaba en pésimo estado. Personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) y del Ministerio de Trabajo de la provincia realizaron un procedimiento en una casona de Avellaneda al 369 bis, en zona norte de la ciudad.

Según describió el titular de la GUM, Mariano Savia, las características del lugar eran muy precarias y al menos 16 trabajadores vivían allí en “condiciones infrahumanas”.

No sólo se trataba de incomodidades o cuestiones estéticas, en la pensión se detectaron irregularidades riesgosas como la existencia de calefones mal instalados en dormitorios o calentadores (tipo resistencias) que se empleaban para el agua de la ducha en el baño. Además, los techos estaban apuntalados por maderas para impedir posibles desprendimientos.

En principio eran 16 obreros, algunos de nacionalidad extranjera, los que estaban alojados de forma ilegal en esa casa antigua tipo chorizo, con cuatro habitaciones y un altillo en donde apenas entraba un colchón y tenía las ventanas tapialadas.

“En una sola habitación hay siete camas y en hay colchones hasta en los pasillos. Los trabajadores vivían en condiciones infrahumanas y por eso clausuramos el lugar y se denunciará los responsables”, dijo Savia a Rosario3.com. La causa por incumplir las normas mínimas de condiciones de trabajo las llevará a cabo el Ministerio provincial.

Un hecho similar se registró en febrero del año pasado. Una casa que hacía de pensión y que alojaba al menos a unos 30 albañiles, en su mayoría bolivianos y peruanos radicados en Buenos Aires, fue allanada tras una denuncia de la ONG Manos a la obra. Los trabajadores se encontraban hacinados y forzados a quedarse en el lugar para mantener su trabajo para otra empresa contratista en la ciudad.