Golpe en la zona noroeste de la ciudad. Lo interceptaron cuando terminaba su reparto diario. Encerraron a los choferes en la caja térmica y rompieron el cofre de seguridad.
La Capital |
Un camión dedicado al transporte de carne fue asaltado el mediodía de ayer por cuatro hombres armados que, luego de reducir al chofer y a su acompañante, los pasearon durante casi media hora por la zona oeste de Rosario encerrados en la caja térmica. Durante ese tiempo los delincuentes se dedicaron a forzar la caja de seguridad interna que posee el vehículo y así poder alzarse con un botín estimado en unos 120 mil pesos en efectivo.
El suceso arrancó a las 12.30 en la esquina de Juan José Paso y Cullen, en el barrio Empalme Graneros. Hasta allí llegó el camión térmico Iveco chapa NIA897 propiedad del frigorífico Larrauri. Al mando del transporte estaban los empleados Oscar y José, que terminaban de descargar en un negocio de las proximidades la última media res del reparto diario y se disponían a volver a la base operativa de la empresa, en Granadero Baigorria.
La modalidad en el negocio de la carne, según trascendió, es bajar los pedidos a los comercios de la alimentación y cobrarlos de manera inmediata. En el rubro se trabaja casi siempre en efectivo y casi sin cuentas corrientes. Por lo que el móvil posee una caja de seguridad para ir depositando el dinero cobrado y los choferes no tienen forma de abrirla hasta llegar al frigorífico. Luego del recorrido de ayer, el monto que llevaba el mencionado vehículo alcanzaba los "120 mil pesos", según aclaró uno de los choferes, oriundo de la localidad de Maciel.
El camión empezó a dejar atrás el negocio y apenás arrancó fue encerrado por dos motos, una por cada puerta, en la que se desplazaban dos hombres por vehículo. "Eran dos muchachos jóvenes y dos hombres más grandes. Tuve que frenar, si no los pasaba por encima, y además me apuntaban con un revólver. Los cuatro estaban armados", dijo uno de los choferes.
Encerrados. Rápidamente los ladrones abrieron las puertas del chofer y del acompañante y abordaron la cabina apuntando con sus armas a los empleados. El camión es frontal y tiene una espaciosa cabina, por lo que dos hombres permanecieron al volante y los otros dos bajaron a los ocupantes y los encerraron en la cámara frigorífica. "Lo hicieron apurándonos y apretando con el revólver, fue muy rápido, creo que nadie lo vio", dijo una de las víctimas.
Los muchachos quedaron en la cámara frigorífica y percibieron que el rodado arrancó y tomó velocidad. Pero al estar encerrados no se percataron del recorrido. Sin embrago percibieron que los tuvieron "dando vueltas como media hora. Se ve que no podían romper la caja de seguridad", dijo una de las víctimas.
En un momento el camión se detuvo. Estaba frente a la cancha de fútbol de Fraga y French. Si bien el vehículo no es muy grande, sí llamó la atención de unos chicos que estaban jugando en el campito, quienes lograron ver que un Peugeot 206 blanco con vidrios polarizados recogió a los cuatro hombres que bajaron repentinamente del camión y se subieron al auto.
Sanos y salvos. Un vecino que vive frente al campito comentó a La Capital: "Pensamos que era un camión que habían dejado por alguna razón y nos acercamos con mi hijo. Cuando estuvimos casi encima, escuchamos los gritos de los muchachos y cómo golpeaban la caja, así que abrimos las puertas y bajaron bastante acalorados", sostuvo el vecino. Y agregó que "se los veía bien, no estaban ni golpeados ni asustados, sólo nos dijeron que les habían robado".
Los propios empleados del frigorífico declararon en la comisaría del barrio: "Nos tuvieron como media hora dando vueltas, pero seguro que nos siguieron y sabían que habíamos cobrado, diría que casi nos contaron cada res repartida y cobrada, lo único que nos llamó la atención es que los ladrones no hablaban por handy ni nada y se los veía tranquilos".
A última hora de la tarde de ayer, el camión y los choferes se encontraban en la seccional 12ª que interviene por jurisdicción junto a la Fiscalía de Flagrancia en turno.
El recuerdo de un golpe trágico
El 25 de noviembre de 2010 el policía retirado Julio Argentino Mariño, de 60 años, y Hugo Debonis, presidente de Finlar SA, trasladaban dinero desde la planta de Larrauri en Andino hasta las oficinas de Baigorria en un Peugeot 307. En una colectora de la autopista a Santa Fe y la ruta 34-S fueron interceptados por los ocupantes de un Ford Focus y una camioneta, muchos de ellos vestidos con ropas similares a la de la policía. Entonces hubo un intercambio de disparos en el cual Mariño fue asesinado. Los delincuentes huyeron con unos 60 mil pesos en la camioneta dejando malherido a Debonis.
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