El Intendente de Santa Fe, José Corral, destacó que la ciudad está más preparada para los escenarios de crecidas y lluvias intensas, pero reconoce que todavía hay algunos “puntos críticos”, sobre todo en la zona norte. Además, adelantó las obras de pavimento y las políticas ambientales que se profundizarán este año.
A una semana de su discurso inaugural en el Concejo, el intendente José Corral analizó en profundidad, en una entrevista con El Litoral, las prioridades del municipio en gestión del riesgo hídrico, obras de pavimento, educación inicial y medio ambiente, entre otros temas. También insistió con el reclamo de fondos al gobierno nacional y provincial para poder acelerar proyectos que son estratégicos para la ciudad.
En el año en que se cumple el décimo aniversario de la inundación del Salado, Corral aseguró que Santa Fe está mucho mejor preparada y contó que el municipio va a hacer memoria, con un sistema de señales que recordará hasta dónde llegó el río, y que se valorará especialmente la solidaridad que tuvieron los santafesinos en el momento más difícil que atravesó la ciudad.
Pero el intendente también evaluó cómo respondió la ciudad a las intensas lluvias de la primavera, que duplicaron la media histórica, y generaron complicaciones en algunos barrios del norte de la ciudad.
— ¿Cuáles son las zonas que tienen mayores dificultades?
— Las obras que hicimos, y que hacemos en forma permanente, en los reservorios y canales del oeste de la ciudad, y en la limpieza de los desagües, mejoraron el escurrimiento del agua. Pero ahora la prioridad es el norte de la ciudad, en donde quedan los puntos más críticos cuando se producen lluvias intensas (por ejemplo, en avenida Peñaloza, en sectores de barrio San José, en el tramo norte de Facundo Zuviría, que no tiene desagües, y en Pompeya, entre otras zonas). Además, se suma el agua que viene de toda la zona de Monte Vera.
Pavimento. En barrio San Roque y en Candioti Norte avanza la obra de asfalto. Además, el municipio licitó más de 40 cuadras de pavimento en Judiciales y Guadalupe.
Foto: Archivo El Litoral / Guillermo Di Salvatore
— ¿Qué obras se necesitan para solucionar estos problemas?
— Cuando terminen las obras en Lavaisse y Entre Ríos, es clave avanzar con los desagües troncales de Llerena y de Larrea. Son inversiones que están fuera del presupuesto del municipio y que va a realizar la provincia. Pero el municipio hizo el proyecto ejecutivo de Llerena y vamos a financiar el proyecto ejecutivo de Larrea, a partir de un convenio que ya firmamos con la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (Fich). Además, le pedimos a la provincia la limpieza y algunas obras en el canal Las Mandarinas. Esta infraestructura va a aliviar la situación del norte de la ciudad.
— ¿Hay plazos para estos trabajos?
— El gobierno provincial no licitó todavía Llerena, pero hay que entender que es un momento complicado con los recursos. Pero las transformaciones profundas se consiguen paso a paso y requieren un trabajo serio y sostenido, y un compromiso de todos para mantenerlas. El municipio también puso en marcha el ensanche de la alcantarilla 1, en la Circunvalación Oeste, y la construcción de la Casabomba 0 en Centenario, que también aliviará unas 130 hectáreas de Varadero Sarsotti, todo barrio Centenario y será importante para que escurra el agua de Chalet y San Lorenzo.
— Los fondos son una cuestión central, ¿por eso el reclamo conjunto con la intendenta de Rosario, Mónica Fein, que se realizó esta semana?
— Las cuentas del municipio están en orden; sin embargo, nos gustaría contar con más fondos para obras. Por eso, le pedimos a la provincia y a la legislatura que nos incorporen al Fondo de Obras Menores por la depreciación que sufre el Fondo del Conurbano. Además, le solicitamos al gobierno nacional lo que nos parece que a la ciudad le corresponde, por su población, de los fondos que la presidenta puede otorgar directamente a los municipios. Pero no nos vamos a quedar de brazos cruzados esperando que nos llegue el dinero. En el 2012, hemos demostrado que con fondos propios y aportes adicionales de los vecinos es posible sostener un plan de obras intenso (con obras importantes, como la peatonal San Martín Norte y las cuadras de pavimento en San Roque y Candioti, por ejemplo), y que resuelva los problemas más urgentes. Pero esos fondos nos corresponden y por eso los reclamamos con énfasis.
Apuesta. En el 2013, la ciudad ya contará con más de 60 salas de jardines maternales públicos en los barrios más humildes.
Foto: Archivo El Litoral / Pablo Aguirre
— La necesidad de reparar los baches y extender la red de pavimento es uno de los principales reclamos de los vecinos. ¿Cuáles son las metas para este año?
— En estos días licitamos 46 cuadras de asfalto en barrio Judiciales, Guadalupe Central y Noreste. Y ya se hicieron 35 cuadras de pavimento articulado y tenemos 60 en plan de obras. Este año, el presupuesto de obras establece que se van a destinar $ 70 millones al mejoramiento vial de la ciudad (es casi el 40% del total). Esto supone mantener las calles que tenemos, que es un esfuerzo muy importante, en parte porque durante muchos años no se hizo el mantenimiento en forma correcta. La verdad es que nos gustaría ir más rápido. Por esta razón, le pedimos al Concejo que vuelva a considerar la posibilidad de autorizarnos a buscar financiamiento para acelerar estas obras (la oposición lo negó el año pasado, y necesitábamos dos tercios). Estamos dispuestos a discutir las prioridades de bacheo, pero nos parece muy importante contar con estos recursos.
— ¿El sistema de educación inicial se va a ampliar en el 2013?
— En la campaña, asumimos el compromiso de abrir 30 salas por año. En 2012 abrimos 34, y este año vamos a lograr un número parecido. A mediados de año ya van a estar las 60 salas funcionando. Es una apuesta importante que hace la ciudad, es educación para los más chiquitos en los barrios más humildes. En los cuatro años de gestión, la meta es que el sistema incorpore a 3.500 chicos. El desafío que nos planteamos es asociar jardines, educación y empleo; porque las mamás de los chicos pueden estudiar y trabajar mientras sus niños están en los salas. Una buena noticia es que hasta ahora los jardines no han sido vandalizados, ni tuvimos problemas graves de seguridad. La gente se los ha apropiado y es una manera de ir mejorando la ciudad. La educación es la política social más importante.
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