La calurosa tarde de ayer en
peatonal Córdoba al 1000 se vio conmocionada con la aparición de ratas y
al menos una de ellas intentó ingresar a la juguetería Gulliver. La
situación de pánico entre las empleadas del local se vivió justo el
mismo día en que reabrió sus puertas la bombonería Royal tras la
clausura decretada por la Municipalidad al detectarse heces de roedores
en el interior del comercio.
.La Capital |
Nadie puede afirmar que el ratón gris
que ayer quedó semiescondido en la puerta de la juguetearía haya salido
de Royal. Pero sí resulto claro que la reapertura de la bombonería tras
la clausura no pasó inadvertido por transeúntes, curiosos y las
empleadas del local que ayer fue visitado por el curioso ratón.
Cuando La Capital llegó a las 18.45 a
la juguetería encontró a una de las chicas que atienden allí con los
ojos enjugados en lágrimas y en medio de un ataque de nervios. "Se me
asomó y quería entrar. La saqué a los gritos y palazos y toda la gente
me miraba", comentó la joven que ya había agarrado el palo de un
escobillón y se preparaba para una nueva ofensiva.
Sobre el vértice de la abertura de
aluminio de ingreso, el roedor se había semiescondido, temeroso.
"Llamamos a la GUM y no nos llevaron el apunte. Ahora llamamos a otros
chicos compañeros para ver qué hacemos", dijo shockeada.
A su lado, otra de las empleadas contó
que cuando se produjo el griterío, los transeúntes y curiosos empezaron a
sacar fotos con el celular "como si fuera una curiosidad o un
atractivo".
"Es la primera vez que pasa algo así.
En otro momento y hace años pasó algo similar cuando se retiró la
Escuela Provincial de Música, que funcionaba en los altos de Royal.
Parece que se largaron a la peatonal porque habrán desratizado",
especuló una de las jóvenes.
El ratón permaneció un tiempo allí, con
el hocico escondido cerca de la puerta. Luego, otro roedor fue
advertido por la gente bajo una persiana, lindera al Banco Nación.
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