El Pontífice recibió un mate de regalo

En el marco de un encuentro con periodistas, se lo regaló la argentina Virginia Bornard, quien le hizo un pedido especial. El ex arzobispo de Buenos Aires también bendijo a un perro lazarillo.

Fue una de las declaraciones más importantes del Papa hasta el momento. No sólo porque puso fin al misterio acerca del origen de su nombre-aclaró que fue en honor a San Francisco de Asís-, sino porque sentó las bases de su papado:“Quiero una Iglesia pobre y para pobres”, sentenció.

Luego llegaron las anécdotas, cuando el Papa volvió a romper el protocolo, saludando a varios de los periodistas presentes. Entre ellos, dos llamaron la atención. Primero el reportero ciegoAlessandro Forlani, cuyo perro lazarillo llamado Asia fue bendecido por el Papa.

Momentos después, visiblemente emocionada, la periodista argentina Virgina Bornard, redactora de la revista digital Ciudad Nueva y colaboradora del arzobispado de Buenos Aires, le regló un mate con la imagen de la Virgen.

"El mate es mío y la bombilla de mi marido", declaró Bonard más tarde a La Repubblica, al tiempo que contó que el Papa la recibió con una "Virrrginiia", por la confianza que hay entre ellos, y contó que le pidió al Sumo Pontífice que no se olvide "de las familias de Cromañón, los ancianos, los pobres, los enfermos y los niños". Y aclaró:

Al final del encuentro, Bonard dio varias entrevistas a medios internacionales, en los queexplicó qué es un mate, y propuso una metáfora entre la infusión típica de argentinos y uruguayos y la tarea pastoral de Francisco y su decisión de estar cerca de los pobres.

En su cuenta de Facebook, la periodista comentó que también le dio “una cartita” y sostuvo: “Hoy no fui yo con Francesco. Eramos mi familia querida, regalo de Dios, mis amigos, los argentinos, los latinoamericanos. En el abrazo con el que nos fundimos con Francesco estuvieron todos. Y Dios sabe que es así”.

Un dato de color: la cuenta de Twitter del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales se hizo eco del regalo y escribió que “le regaló su vaso de mate”.

Sin embargo, el primer papa americano no fue la única máxima autoridades de la Iglesia que recibió un mate de regalo. Como recuerda Rome Reports, en febrero del año pasado, su antecesor, Joseph Ratzinger, obtuvo uno del embajador Uruguayo en el Vaticano, Daniel Edgardo Ramada Piendibene.