Tras los rumores de marcha atrás, el presidente uruguayo José Mujica confirmó que en breve enviará el proyecto de ley al Congreso y viajará por el país para explicarlo. Dijo que quiere abrir un debate, pero volvió a defender su postura.
"Tenemos la idea de mandar un mensaje con un proyecto de ley muy sencillo y genérico", señaló José Mujica, según recoge el sitio de El Observador. El mandatario indicó que se trabaja sobre una iniciativa que sirva "para generar una discusión de fondo de lo que está pasando en la sociedad".
La voluntad de avanzar hacia la legalización de la marihuana no para de cosechar rechazos. Desde que el Ejecutivo dio a conocer posición, partidos de la oposición y expertos se han pronunciado en contra. Aun así, Mujica insistió en el planteo.
La droga "no es el problema más grave", destacó. "El verdadero problema es el narcotráfico", dijo, defendiendo una vez más que la legalización ayudará a recudir la violencia y a concentrarse en los criminales que lucran con ese negocio.
"La violencia creciente en nuestra sociedad tiene una ligazón directa o indirecta enorme con la proliferación de la metodología en la que incurre precisamente el narcotráfico. Mucho más graves que los daños innegables que hacen a la salud humana las drogas, mucho peor es el resultado en la sociedad, en el narcotráfico", explicó.
El Gobierno sostiene que una medida de esa naturaleza contribuirá a frenar el consumo de pasta base, una sustancia altamente adictiva a la que se le atribuye, en parte, el aumento de la inseguridad. La marihuana "es benigna frente al veneno" de esa droga, dijo Mujica.
"En Uruguay, la inmensa mayoría de las personas que consumen marihuana, que me dicen que es una droga alegre y que no exacerba dentro de ciertos límites, se encuentra en la juventud y el consumo es esporádico o de aventura", señaló.
Pese a que aseguró apostar a una discusión, el presidente acusó a quienes objetan el proyecto. "El peor de los ciegos siempre ha sido el que no quiere ver. Por eso, no tiene que sorprendernos para nada que las grandes mayorías de este país, que ni consumen drogas ni trafican drogas, que más bien le tienen asco a todo esto, un poco por autodefensa, se resisten a ver la magnitud de este peligro", dijo.
"Se autoanestesian defensivamente intentando aprender a vivir con este flagelo y terminan subestimando la amenaza creciente que significa el narcotráfico muy por encima de la droga", añadió.
La voluntad de avanzar hacia la legalización de la marihuana no para de cosechar rechazos. Desde que el Ejecutivo dio a conocer posición, partidos de la oposición y expertos se han pronunciado en contra. Aun así, Mujica insistió en el planteo.
La droga "no es el problema más grave", destacó. "El verdadero problema es el narcotráfico", dijo, defendiendo una vez más que la legalización ayudará a recudir la violencia y a concentrarse en los criminales que lucran con ese negocio.
"La violencia creciente en nuestra sociedad tiene una ligazón directa o indirecta enorme con la proliferación de la metodología en la que incurre precisamente el narcotráfico. Mucho más graves que los daños innegables que hacen a la salud humana las drogas, mucho peor es el resultado en la sociedad, en el narcotráfico", explicó.
El Gobierno sostiene que una medida de esa naturaleza contribuirá a frenar el consumo de pasta base, una sustancia altamente adictiva a la que se le atribuye, en parte, el aumento de la inseguridad. La marihuana "es benigna frente al veneno" de esa droga, dijo Mujica.
"En Uruguay, la inmensa mayoría de las personas que consumen marihuana, que me dicen que es una droga alegre y que no exacerba dentro de ciertos límites, se encuentra en la juventud y el consumo es esporádico o de aventura", señaló.
Pese a que aseguró apostar a una discusión, el presidente acusó a quienes objetan el proyecto. "El peor de los ciegos siempre ha sido el que no quiere ver. Por eso, no tiene que sorprendernos para nada que las grandes mayorías de este país, que ni consumen drogas ni trafican drogas, que más bien le tienen asco a todo esto, un poco por autodefensa, se resisten a ver la magnitud de este peligro", dijo.
"Se autoanestesian defensivamente intentando aprender a vivir con este flagelo y terminan subestimando la amenaza creciente que significa el narcotráfico muy por encima de la droga", añadió.
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