Las reuniones comenzaron en la noche del jueves y el viernes por la noche se trabajó al ciento por ciento. Los empresarios aseguran que trabajar muy bien tres días seguidos es todo un récord.
Celebración. Los jóvenes colmaron todos los bares de la ciudad
para celebrar con sus amigos. La mayor cantidad de gente se ubicó en la
zona de Recoleta.
El empresario no sólo resaltó el éxito comercial de la noche 20 de julio, sino que hizo hincapié en el trabajo que se generó ya desde la jornada del jueves. “En lo que fueron los bares y pizzerías hubo capacidad colmada. Mientras que en los restoranes como el mío que son de gente más grande, el jueves se trabajó bien pero no en un lleno total. La noche del viernes sí estuvo todo lleno, todos trabajamos al ciento por ciento”, aseguró.
Luego, al ser consultado si ese nivel de trabajo es algo que sucede todos los años para esta fecha, Wagner dijo: “Ésta es una constante que se mantiene en los años. Lo que sí creo es que por haber caído viernes y en vacaciones de invierno van a ser más días en los que se trabaje muy bien. Normalmente, cuando el Día del Amigo cae un lunes o martes se trabaja esa noche y nada más. Mientras que en esta ocasión se trabajó muy bien el jueves, el viernes y esperamos que hoy (por ayer) sea un sábado normal”.
“Va a ser récord en ese sentido –continuó–, en que vamos a tener tres días seguidos en los que se va a trabajar muy bien. Este año nos acompañó la fecha, porque al caer un viernes nos permitió aprovechar mejor el jueves, un día en que los jóvenes salen mucho. Todo esto acompañado con las vacaciones de julio hizo que se note mucho más el trabajo. Tuvimos tres días muy buenos, cuando siempre fue uno solo”.
Respecto al gasto promedio por persona en este tipo de celebraciones, el dirigente empresario dijo aún no tener precisiones y que “eso depende de cada lugar”.
“El nivel de gasto de la gastronomía en general, el específico del Día del Amigo aún no lo tengo, viene bajando. Desde la Asociación lo que vemos es que estamos teniendo trabajo, se mantiene la cantidad de cubiertos, pero va cayendo el nivel de consumo”, aseveró.
“Por eso la gastronomía está complicada en cuanto a rentabilidad, no así en cuanto a trabajo”, aclaró y añadió: “Nuestro restorán sigue en el mismo nivel de cubiertos, pero lo que cae es el consumo. Prácticamente ya no existe la entrada, el postre sale muy poco y todo se resume a un plato, la bebida y un café. Eso es lo que está pasando en líneas generales no sólo en Santa Fe, sino en todo el país”.
“La gastronomía por los costos que tiene hoy entre mano de obra y mercadería se transformó en una salida cara. La gente sale igual pero se cuida. En fechas como el Día del Amigo donde sale más gente joven que tiene menos poder adquisitivo”, concluyó el empresario.
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