Un joven que incriminó con sus dichos a uno de los presuntos
responsables del triple homicidio perpetrado en las calles de la Villa
Moreno en el amanecer del primero de año fue alevosamente asesinado
anoche en ese mismo barrio rosarino.
Por aquel cruento suceso
que alcanzó gran resonancia e hizo confrontar distintas concepciones
acerca de la seguridad pública a funcionarios nacionales y provinciales
cuatro hombres jóvenes se hallan procesados y privados de la libertad al
día de hoy.
Entre estos se encuentra un tal Maximiliano
Rodríguez -el hijo del Quemado-, a quien el joven muerto anoche mediante
una ráfaga de disparos que partieron de un automóvil en movimiento
señaló en Tribunales como a uno de los responsables de la matanza de
Jeremías Trasante, Claudio Suarez y Adrián Rodríguez.
Ahora
la policía investiga quiénes fueron los criminales que anoche atacaron y
mataron con siete tiros al joven testigo Facundo Osuna, quien tenía 18
años de edad. En los primeros minutos de hoy Osuna fue llevado por sus
amigos al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, pero al momento de
llegar al nosocomio había dejado de existir.
Trasante, Suarez
y Rodríguez fueron calificados como militantes sociales que formaban en
Frente Popular Dario Santillán, movimiento que entonces salió a
denunciar públicamente la connivencia policial con los traficantes de
droga en ese y otros barrios Rosarinos.
Puntualmente desde
ese costado de la vida política santafesina se exigió el saneamiento de
la Comisaría 15a. y desde la Legislatura se puso en tela de juicio la
política de seguridad implementada en la provincia. Los padres de las
víctimas fueron recibidos y escuchados por la Ministra Nilda Garré. La
policía, en un primer momento, presentó aquella matanza como un ajuste
de cuentas, como quien dice, una venganza en el hampa.
Entre
otros oscuros negocios que denunciaron los familiares, amigos y
compañeros de militancia de los jóvenes brutalmente asesinados se daba
por cierta la complicidad entre funcionarios policiales y peligrosos
delincuentes que pagaron su impunidad robando para ellos.
Lo
ocurrido anoche sugiere que el infortunado Facundo Osuna fue víctima de
una venganza por haber denunciado al “Hijo del Quemado” o en otro caso
el fin perseguido por los asesinos fue el de acallarlo para siempre. No
obstante otras versiones circulantes dicen que este nuevo caso de
homicidio hallaría explicación en un contexto juvenil estragado por la
droga donde impera la ley del revólver.
El cadáver de Facundo
Osuna fue trasladado al Instituto Médico Legal donde la Dra. María
Laura Savatier, jueza de instrucción en turno, ordenó que fuera sometido
a autopsia en otras diligencias encomendadas a los funcionarios
policiales cargo de la investigación.
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