Facundo Osuna, de 18 años, fue
asesinado de cuatro balazos que le dispararon desde un auto en Biedma y
Balcarce. El testimonio del joven había sido clave para la Justicia para
esclarecer el triple crimen de Villa Moreno. Había denunciado a Maxi,
el hijo del Quemado, como quien le disparó dos días antes de que se
produjera la matanza de Villa Moreno por la que está procesado este
último.
A casi siete meses del triple crimen de
Villa Moreno, anteanoche fue asesinado Facundo Osuna, el joven de 18
años que en 2011 fue víctima del primer ataque de la saga de hechos
violentos en la zona que desencadenaron en la matanza del 1º de enero
pasado. Por el homicidio, perpetrado en Biedma y Balcarce, es buscado
"Lucho", de 27 años, que habría disparado desde un Renault Megane
blanco, alrededor de las 22.15 del jueves, cuando Facundo iba en su moto
con un amigo. "Se la tenían jurada", aseguraron ayer en el barrio. El
testimonio de Osuna fue clave para que la Justicia armara el
rompecabezas de la seguidilla de ataques que derivó en las muertes de
Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez. El pibe acusó a
Maximiliano, hijo de Sergio "el Quemado" Rodríguez, como autor de los
disparos que recibió el 29 de diciembre, hecho que desembocó en otros
posteriores, hasta la masacre en Dorrego y Presidente Quintana. La
policía sostiene dos hipótesis; un problema pasional con la novia del
prófugo o diferencias ligadas a los clubes de fútbol rosarinos. Desde el
Movimiento 26 de Junio apuntan a "disputas en torno al narcotráfico".
"No son sectores minoritarios de la fuerza los que `ensucian el
uniforme\', sino la institución como tal", lanzaron.
El 29 de diciembre de 2011, Osuna fue baleado en sus piernas. La
causa se caratuló como "lesiones graves" en el Juzgado de Instrucción 1ª
y el imputado fue Maxi Rodríguez. La víctima fue el único que
testimonió sobre ese ataque, y acusó a Maxi, pese a contradecirse en su
declaración, porque según indicó en abril pasado, había sido amenazado.
Ese suceso derivó en la balacera al BMW de Maxi, la madrugada del 1º de
enero pasado, que a su vez motivó la venganza de su padre, esa misma
madrugada en la fueron asesinados los tres militantes sociales, en la
canchita del club Oroño.Si bien el día del triple crimen, Osuna estaba internado, luego declaró no saber nada sobre ese hecho ante el juez Juan Andrés Donnola, que investiga la matanza. Además, pese a que en la Justicia se habló de la negativa de Facundo para tener custodia, su abogada aseguró que hay documentación que acredita que el chico estaba dentro del programa de Protección al Testigo, y que "nunca" se pidió la finalización de ese beneficio.
Alrededor de las 21 del jueves, Facundo se bañó, se vistió y salió en su moto. Apenas habían pasado algunos minutos de las 22 cuando desde su casa en Dorrego al 4000, su hermana escuchó al menos tres disparos y le sonó el teléfono: la llamaron para avisarle que le habían "pegado" a Facundo. Según pudo reconstruir este diario, Facundo iba en su moto con un amigo --que ayer declaró en sede policial-- por Biedma y Oroño, cuando vieron que un auto los seguía. Enseguida identificaron a "Lucho" como un conocido y continuaron su trayecto. Cuando llegaron a la esquina de Balcarce, el auto se les paró al lado. Facundo le preguntó al conductor qué quería, y a modo de respuesta el acusado le disparó entre tres y cuatro veces --aparentemente el tiro en el abdomen fue el mortal-- desde el interior del auto, con la ventanilla baja. Un patrullero apareció cuando el chico estaba tirado en la calle, lo cargaron y lo trasladaron al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde falleció.
Lucho V. es el muchacho que ayer buscaba intensamente personal policial abocado al caso: Inspección de Zona, la Brigada de Homicidios y personal de la comisaría 15ª. Algunas versiones daban cuenta de que el chico se dio a la fuga con su novia hacia la provincia de Córdoba. El muchacho no tiene antecedentes delictivos y hasta el lunes trabajó en una fábrica de cascos, de donde renunció. Además, trascendió que poco antes de la muerte de Osuna, el joven habría intentado quemar la casa de su novia.
Mientras tanto, en villa Moreno "otra vez hay pánico". "Estamos como después de la masacre de enero. La policía parece una figurita que está pero no hace nada. Esperemos que el ministro (de Seguridad Raúl) Lamberto haga algo con todo esto", planteó "Lita" Suárez, la mamá del Claudio "Mono" Suárez, que ayer estaba "encerrada" en su casa, "por el miedo a salir".
Si bien los familiares de las víctimas del triple crimen sospechan que el asesinato de Osuna está relacionado con las personas implicadas en la causa, por querer "callar" al joven, la policía maneja otra versión: un asunto de "polleras" y problemas de hinchas.
"Se desconocen las causas, pero no resulta arriesgado afirmar que nos enfrentamos a otra muerte joven cuya raíz profunda podemos ubicar en la matriz unívoca de las múltiples disputas que desencadenan los negociados delictivos en el entorno territorial", señalaron desde el Frente Darío Santillán.
Al respecto, Lita señaló: "Ojalá sea lo que dice la policía, porque sino no sabemos qué más puede pasar en el barrio". En tanto, Eduardo Trasante -padre de Jeremías- apuntó al aparato policial que debía garantizar la seguridad en el barrio. "Creemos que esta suerte de acompañamiento que estaban haciendo (por la custodia policial) tal vez faltó y ocurrió esta desgracia".
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