El Ministro de Gobierno de
Estado de Santa Fe, Rubén Galassi, admitió que esperaban mayor volúmen
recaudatorio pero que el texto "es mejor que nada". El funcionario dijo
que el Ejecutivo seguirá cumpliendo con "todas las responsabilidades;
como hasta ahora: pagando sueldos y haciendo funcionar los servicios
básicos con mucho esfuerzo".
La Capital |
"Seguiremos como hasta ahora",
respondió el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, cuando LaCapital le
preguntó cómo hará el gobierno para arreglárselas como menos plata de
la que esperaba. La Nación volvió a reducir sus envíos de fondos
coparticipables y la recaudación provincial no aumentará por ahora. Ese
como "hasta ahora", acota con dramatismo, "es pagar sueldos y hacer
funcionar los servicios básicos con mucho esfuerzo".
Aún así y pese a que la mayoría
justicialista en el Senado provincial le mochó casi el 50 por ciento de
lo que la administración de Antonio Bonfatti pensaba recaudar con la
reforma tributaria, el ministro se muestra, sorprendentemente, casi
conforme: "Está lejos de la expectativa pero es mejor que nada", dirá
de la reforma que tiene media sanción que ahora espera, con impaciencia
indisimulada, que Diputados convierta en ley en el transcurso de
agosto.
La corrección política de Galassi tiene
una valiosa razón de ser. Una instancia no deseada por la Casa Gris
tras el retorno de los diputados del receso invernal es que introduzcan
nuevas modificaciones a lo aprobado por el Senado. Pero ciertamente el
peor escenario es que para entonces se hubiere diluido el consenso
acordado con los senadores.
En Diputados el socialismo tiene sólo 3
diputados los restantes 22 oficialistas pertenecen a los demás
partidos que integran la coalición de gobierno pero el problema en esa
Cámara es la interlocución con la oposición peronista fragmentada en 9
bloques. La Casa Gris tiene que resignarse a que sólo un milagro
evitaría que allí no quieran introducir cambios. Si así ocurriera,
impedirá que la ley se pudiese sancionar de inmediato porque el
protocolo legislativo requiere que cuando una Cámara introduce
modificaciones a un proyecto venido en revisión éste deba retornar a la
Cámara que le diera la primera media sanción.
¿Qué hacer? Que la Cámara de origen,
que en este caso es el Senado, insista con su mismo proyecto rechazando
las reformas de la otra Cámara. Un paso para el que se necesitan dos
tercios del cuerpo y que el consenso logrado con la oposición lo otorga
sobradamente. Pero el ministro no quiere avanzar en ello por ahora.
"La reforma —dijo— está lejos de las
expectativas que nos habíamos planteado cuando enviamos el mensaje pero
también es verdad que es mucho mejor que si no se hubiese aprobado
nada".
—¿Cómo miden el impacto?
—Habíamos planteado una reforma que,
anualizada, representaba un incremento de recaudación de 1.500 millones
y lo que hoy tiene sanción del Senado nos estaría permitiendo un
ingreso de alrededor de los 900 millones.
—Con lo que hay 50 por ciento menos?
—Respecto de lo proyectado, así es.
Pero tenemos que entender que tenemos una realidad particular que es
ser la minoría en las dos Cámaras, y eso nos exige consensuar cada
iniciativa.
—¿Eso lleva al proyecto que se voto?
—Sí. Lejos de la expectativa pero mejor que nada, insisto.
—O disimula o no se lo nota amargado por el resultado.
— Ni una ni otra, tenemos una situación
compleja, como la tiene el país y casi todas las provincias, muchas en
situaciones mas serias que la nuestra. Entonces asumimos la realidad
con mucha seriedad y responsabilidad.
— ¿Lo que salió es una reforma o un aumento de impuestos?
—Ese interrogante lo ha planteado el diputado (Luis) Rubeo.
—¿Entonces?
—Ahora vienen los días de analizar en
profundidad lo votado y de la misma manera que el Ejecutivo envió un
proyecto y los senadores lo analizaron e introdujeron modificaciones,
lo que hay que hacer es ponerse a trabajar y en agosto votar una
reforma. Lo que no se puede hacer es no darle tratamiento.
—¿El gobierno tiene apuro?
—Lo hemos venido diciendo todos los
días, por eso confiamos en que los diputados no bien regresen del
receso traten el proyecto. Esto será en el transcurso de agosto.
—Si lo aprueban en agosto, regirá sólo para los últimos cuatro meses del año.
—En caso de que se apruebe en agosto va
a haber que modificar gravámenes para que impacten en los últimos
cuatro meses únicamente. Eso no pasa con los inmobiliarios, cuyo cobro
se realiza en cuotas a lo largo del año y aún resta emitir una cuota.
Las cifras de recaudación son anualizadas y lo que hay que hacer es
aplicar su proyección de cuánto del total de eso, alrededor de 900
millones se percibirían en cuatro meses.
—Eso si Diputados no introduce modificaciones, ¿y si lo hace?
—En ese caso deberá retornar al Senado,
donde se votó con unanimidad. Pero eso es especulación, ahora viene
una etapa de análisis técnico.
—¿Cómo seguirán con menos plata?
—Como hemos hecho hasta ahora.
—Es decir?
—Con mucho esfuerzo pero se han
cumplido las responsabilidades principales del Estado. Esto es, pago de
sueldos, funcionamiento de escuelas, hospitales, etcétera. Se ha hecho
más lenta la marcha de obra pública. Vamos a trabajar en el
endeudamiento comprometido (400 millones que el Senado aprobará en
agosto). Puede ser para obras a la largo plazo o estructurales que,
además de ser beneficiosas para muchos lugares, son del tipo de obras
que pueden tener financiamiento externo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario