El legislador respondió a la
oposición y reclamó el pago de deudas a la Nación. El diputado
socialista se apoya en la inflación y el centralismo del gobierno
nacional.
En medio del fuego cruzado
entre el socialismo y las diferentes vertientes del peronismo provincial
respecto a las finanzas santafesinas y la posibilidad de volver a
discutir una reforma tributaria, el legislador oficialista Raúl Lamberto
aseguró que el déficit del año pasado —estimado en unos 1.600 millones
de pesos— se dió en un contexto "muy especial" de alta inflación y
aumentos salariales "no previstos en el presupuesto del año anterior".
También acusó al Estado nacional de no
haber transferido durante 2011 $647 millones de financiamiento para la
Caja de Jubilaciones de la provincia que estaban presupuestados, en una
deuda que según estimó ya supera los $1.300 millones.
"La provincia de Santa Fe cerró el año
2011 con déficit; si se contabiliza la gestión 2007-2011, la mitad de
los ejercicios cerró con superávit y la otra mitad con déficit, una
estadística más ecuánime que la propia historia observada entre los años
1991-2007", recordó el legislador, en referencia a los períodos donde
Santa Fe tuvo gobiernos justicialistas.
Según Lamberto, tanto los Estados
provinciales como los municipales edificaron ya desde los 90 déficits
estructurales al haber tomado a su cargo servicios y funciones como la
salud, la educación en todos los niveles, la seguridad, y la seguridad
social y el desarrollo social. Todas demandas que exigen "mas
financiamiento de lo que sus propios recursos permiten".
A eso, hay que agregar la consolidación
de una tendencia "cada vez menos favorable" en materia de reparto de
recursos entre nación y provincias, situación estructural que trajo
consigo "una fuerte rigidez en el gasto provincial".
"La incidencia de los salarios junto a
los servicios sociales imprescindibles y la coparticipación a municipios
y comunas alcanzan el 90 por ciento del gasto, lo cual implica una gran
estrechez en los márgenes de maniobra financiera, que se agrava cuando
la actividad económica ingresa en amesetamientos, los recursos se
estancan y el gasto no tiene la flexibilidad para moverse en sintonía
con el recurso", explicó el socialista.
Lamberto subrayó que durante el año
pasado, de manera evidente, la cuestión salarial tuvo fuerte influencia,
y calculó que las paritarias cerradas a fines de 2010 y comienzos de
2011 tuvieron un impacto financiero en el ejercicio 2011 de $3.600
millones, "los cuales no habían sido presupuestados".
Esa demanda salarial, junto a otras
necesidades en servicios críticos atizadas por un contexto inflacionario
notorio, llevaron a requerimientos de erogaciones que no habían sido
previstas y para las cuales los recursos incrementales resultaron
"insuficientes".
Ese es, según el diputado, el "corazón"
del déficit de 2011, el que según su razonamiento tiene "razones
entendibles" porque "ni los trabajadores ni los usuarios de los
servicios más críticos deberían haber asumido las consecuencias".
Pero además, agregó que el déficit
implica una necesidad de financiamiento para la provincia "que no
dispone de diversidad de fuentes como la Nación para financiar sus más
de $30.000 millones de déficit". Estas dificultades derivan del hecho
que las provincias no tienen Banco Central, ni Ansés, y en el caso de
Santa Fe ni siquiera "banco propio".
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