Personal de la Guardia Urbana
colocó ayer la faja en el predio donde murió un joven. El propietario
del terreno prometió al municipio hacer obras de seguridad para poder
reabrir.
Ayer, al caer la tarde, dos
agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM) pegaron con plasticola una
precaria hoja de clausura sobre un cartel de chapa colgado en la entrada
del picódromo ilegal de Ovidio Lagos al 6800, donde el sábado pasado
falleció un joven en un accidente. De esta forma, el municipio cerró
formalmente el espacio de carreras clandestinas que funcionó durante 35
años en Rosario. "Se constató inexistencia de habilitación, falta de
barreras de protección para el público, higiene precaria, problemas en
el tendido eléctrico y otras fallas menores", enumeró a LaCapital el
subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita. El
funcionario comentó que el titular del predio se comprometió ante las
autoridades locales a realizar las obras necesarias para poder reabrir
pronto con la correspondiente habilitación.
Tras la muerte de Maximiliano Primucci,
la pista de picadas clandestinas, ubicada en el extremo sudoeste de
Rosario, quedó en el centro de la polémica. Su difusión a través de
redes sociales, la presencia de miles de espectadores, la sospecha de
apuestas y su funcionamiento durante más de 30 años sin que el Estado
municipal ejerciera el poder de policía disparó un encendido debate
entre autoridades, vecinos y concejales opositores.
Ayer, ante posibles nuevas picadas que
se promocionaban, como todos los viernes a través de Facebook, la
Municipalidad evaluó durante toda la jornada la estrategia adoptar. Una
alternativa era realizar un fuerte operativo para impedir las carreras
clandestinas. Finalmente, se resolvió clausurar el espacio por
contravenciones que en rigor existieron desde su debut, más de tres
décadas atrás.
La primera etapa del operativo fue
protagonizada por dos inspectores de la GUM, junto a efectivos
policiales. Según informó el responsable del procedimiento, Maximiliano
Gómez, "la Municipalidad procedió a una clausura preventiva", por orden
de la Secretaría de Gobierno como consecuencia de la muerte del joven
oriundo de Pérez. Según el agente, en la inspección se detectó "falta de
habilitación, baños sin terminar, fallas en el tendido eléctrico y
situaciones de precariedad" en el predio.
El funcionario municipal destacó que no
hubo resistencia de parte del titular del espacio. "Hemos sido
atendidos por el dueño (Marcos) Espósito y su hijo. Fue un procedimiento
limpio y sin complicaciones", agregó.
Minutos más tarde, la precaria
señalética que había colocado el municipio había sido arrancada. Otros
dos agentes de la GUM volvieron al predio y con plasticola colocaron la
hoja con letras rojas mayúsculas sobre un cartel donde se anunciaba que
las picadas se habían pasado para los días viernes, a las 20.
Baita comentó que Espósito estuvo
reunido con la directora de Habilitaciones del municipio, Marianela
Mosconi, para interiorizarse de los requisitos para conseguir la
habilitación correspondiente, como también para conocer las obras que
deberá hacer en materia de seguridad.
"En ese encuentro, prometió hacer todo
lo necesario para reabrir pronto, ya habilitado. Obviamente que se le
exigirá una serie de obras y medidas de seguridad como si fuera un
autódromo por el tipo de práctica deportiva que pretende realizar",
indicó.
Zona norte
El director de Tránsito del municipio,
Henry Fabro, salió al cruce de un trascendido y dijo que no le constaba
que el jueves hubiera ocurrido un accidente durante una picada de motos
que se corría en zona norte, a la altura de la bajada Puccio. “El jueves
estuvimos realizando un operativo, como todas las semanas, entre las 23
y las 4, en La Florida, desde Puccio a Gurruchaga, pero no registramos
nada, tampoco hubo reporte alguno por parte del Sies (Sistema Integrado
de Emergencia Sanitaria)”, subrayó.
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