Lucía Ferraro arribó a la ciudad
y se encuentra internada en la terapia intensiva de un sanatorio local.
Este jueves a las 11 darán el primer parte médico de la joven.
La adolescente Lucía Belén Ferraro, de 16 años, arribó esta
tarde a un centro asistencial desde la ciudad. Desde el accidente se
encontraba internada en un sanatorio de Rosario do Sul. Lucía es la
única sobreviviente de la tragedia ocurrida anteayer, cuando cinco
integrantes de una familia de Rosario que viajaba a Brasil perdieron la
vida cuando el auto en el que viajaban colisionó contra un colectivo. El
accidente fue en una ruta del estado de Río Grande do Sul, cerca de la
frontera con Argentina.
El abuelo de la única sobreviviente del accidente aceleró los trámites de traslado de Lucía, 16 años, hacia el sanatorio santafesino, donde vivía la familia. Cerca de las 1.35 de este miércoles, la adolescente abandonó el Hospital Nuestra Señora Auxiliadora de Rosario do Sul.
El lunes, el choque de la Zafira contra un colectivo en la ruta nacional BR-290, mató a los padres y tres hermanos de la joven. El trayecto hasta la ciudad de Santa Fe es de 650 kilómetros apróximadamente.
Según confirmó Guillermo Glicione, vecino y amigo que viajaba con la familia Ferraro, la salud de Lúcia implica varios cuidados pero ella no corre ningún riesgo. La adolescente será traslada al Sanatorio Garay, en la ciudad de Santa Fe.
La joven tiene una pierna quebrada, un brazo herido y sufrió un fuerte golpe en el pecho, pero no fue necesario practicarle cirugía. Desde el accidente la joven se encuentra sedada pero mueve los brazos y las manos. "Vamos a llevarla de vuelta" comentó el amigo y confirmó que la adolescente no sabe aún sobre la muerte de sus padres y hermanos.
Los Glicione afirmaron que los abuelos poseen los medios económicos para hacerse cargo de Lúcia, pero no tienen la vitalidad como para cuidar de la pequeña. Los vecinos de los Ferraro manifestraon su intereés en adoptar a la adolescente, pero esperarán a que ella tome la decisión.
El estado de la joven es un aliento para los amigos y parientes de los Ferraro, quienes quedaron consternados por la muerte de los otros cinco miembros de la familia. En la noche del lunes, se realizó una misa en homenaje a las víctimas en la ciudad de Rosario.
El Colegio Boneo, donde estuviaban Lucía, Andrés y Thiago suspendió el martes todas las actividades. El clima de tristeza también se sintió entre los 2.000 empleados del Frigorífico Paladini, en Gálvez, donde el padre de familia Gustavo de 37 saños, trabajaba. Ingeniero de sistemas, como su mujer, ocupaba el cargo de jefe del Departamente de Tecnología de la fábrica.
El abuelo de la única sobreviviente del accidente aceleró los trámites de traslado de Lucía, 16 años, hacia el sanatorio santafesino, donde vivía la familia. Cerca de las 1.35 de este miércoles, la adolescente abandonó el Hospital Nuestra Señora Auxiliadora de Rosario do Sul.
El lunes, el choque de la Zafira contra un colectivo en la ruta nacional BR-290, mató a los padres y tres hermanos de la joven. El trayecto hasta la ciudad de Santa Fe es de 650 kilómetros apróximadamente.
Según confirmó Guillermo Glicione, vecino y amigo que viajaba con la familia Ferraro, la salud de Lúcia implica varios cuidados pero ella no corre ningún riesgo. La adolescente será traslada al Sanatorio Garay, en la ciudad de Santa Fe.
La joven tiene una pierna quebrada, un brazo herido y sufrió un fuerte golpe en el pecho, pero no fue necesario practicarle cirugía. Desde el accidente la joven se encuentra sedada pero mueve los brazos y las manos. "Vamos a llevarla de vuelta" comentó el amigo y confirmó que la adolescente no sabe aún sobre la muerte de sus padres y hermanos.
Los Glicione afirmaron que los abuelos poseen los medios económicos para hacerse cargo de Lúcia, pero no tienen la vitalidad como para cuidar de la pequeña. Los vecinos de los Ferraro manifestraon su intereés en adoptar a la adolescente, pero esperarán a que ella tome la decisión.
El estado de la joven es un aliento para los amigos y parientes de los Ferraro, quienes quedaron consternados por la muerte de los otros cinco miembros de la familia. En la noche del lunes, se realizó una misa en homenaje a las víctimas en la ciudad de Rosario.
El Colegio Boneo, donde estuviaban Lucía, Andrés y Thiago suspendió el martes todas las actividades. El clima de tristeza también se sintió entre los 2.000 empleados del Frigorífico Paladini, en Gálvez, donde el padre de familia Gustavo de 37 saños, trabajaba. Ingeniero de sistemas, como su mujer, ocupaba el cargo de jefe del Departamente de Tecnología de la fábrica.
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