En el calendario chino es el Año del Dragón de Agua, que comienza el 23 de enero de 2012 y finalizará el 9 de febrero de 2013: un periodo que, según los adivinos orientales, trae nuevas experiencias y oportunidades, cambios y desastres naturales que nos exigirán sabiduría y capacidad de adaptación.
"Es un año de cambios que nos insta a recomenzar, a ser prudentes y adaptables y a protegernos ante la enfermedad y el desastre natural", dice a EFE Lin Zhihong, un adivino taiwanés, en el templo Sanyugong de Taipei.
El anterior año del dragón de agua fue 1952, un período tumultuoso en política con la muerte del rey Jorge VI de Reino Unido y de la argentina Evita Perón, la revolución boliviana, la retoma del poder por el dictador Fulgencio Batista en Cuba y el golpe de Estado del general Marcos Pérez-Jiménez en Venezuela.
Ese mismo año se realizó la primera prueba de la bomba de hidrógeno y ocurrieron abundantes accidentes marinos, inundaciones, erupciones volcánicas y el tsunami y terremoto de la península de Kamchatka (Siberia) de 8,25 grados en la escala de Richter.
"En el ciclo de sesenta años, 1952 y 2012 están relacionados y deben tener algún parecido, pero no hay que esperar lo mismo porque lo que la astrología china señala son influencias, vientos favorables o desfavorables en nuestra vida y en la de la sociedad. Al final, lo importante es nuestra respuesta", aclara Lin.
En 2012 también habrá numerosos cambios políticos, oportunidades para crear mecanismos de paz y estabilidad, e irrupciones del autoritarismo, con posibles tensiones entre las dos Coreas, dificultades para que un demócrata sea elegido en Estados Unidos, peligro de autoritarismo en Venezuela, erupciones volcánicas, inundaciones, tsunamis y terremotos, augura el adivino taiwanés.
"Hay que prepararse para sacudidas políticas y fenómenos naturales destructivos, sobre todo en las zonas proclives a estos sucesos", apunta el augur, quien recuerda que en 2012 tendrá lugar la alineación de los planetas del Sistema Solar en diciembre.
Con respecto a la economía, el dragón de agua no trae cambios radicales y positivos, y las finanzas no registrarán mejoras notables, lo que hará difícil la reactivación económica mundial, señala Lin.
Los signos más favorecidos por la suerte en este Año del Dragón serán la rata, el tigre, el conejo, el gallo y el mono.
El buey y el perro enfrentarán serias contradicciones bajo la influencia del dragón y del agua, mientras que el resto de los signos tendrán una suerte desigual, con oportunidades y contradicciones.
Con respeto a los viajes, traslados y relaciones internacionales, las direcciones del este y oeste son positivas, la del sur no tendrá buena fortuna y la del norte sólo algo de suerte, por lo que habrá que extremar la cautela en los lazos con el sur.
El calendario chino surge, según la tradición, alrededor del año 2637 antes de Cristo, con la introducción de cinco ciclos de doce años regidos por cinco elementos (agua, madera, fuego, metal, tierra) y doce animales (rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo.
El zodiaco chino se utiliza en otros países asiáticos con ligeras modificaciones, y así por ejemplo en Vietnam el cuarto animal es el gato, no el conejo, y en Japón el cerdo se sustituye por su par salvaje, el jabalí.
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