Renunciaron funcionarios y legisladores, y hasta el gobernador pensó en irse. El papel de Cristina, Máximo K y Rudy Ulloa.
Al cierre de un año convulsionado por protestas sociales y
reclamos sindicales que afectaron durante varios meses a la provincia,
el poder de Daniel Peralta como gobernador de Santa Cruz quedó muy
debilitado luego de perder el apoyo de altos funcionarios y legisladores
de La Cámpora tras un día con serios incidentes y la suspensión una
sesión legislativa que hundió el plan de ajuste que le digitó la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Según indicó la agencia OPI Santa Cruz, Máximo Kirchner -principal
referente de La Cámpora- y Rudy Ulloa -ex chofer de Néstor- manejaron
las estrategias para "sacar del medio" al actual gobernador y a su
Gabinete, con el fin de "hacerse del poder" en la provincia. Según
trascendió, habrían orquestado la renuncia del secretario de Gobierno,
dos ministros y ocho diputados provinciales que sostenían la
gobernabilidad en la provincia. En ese sentido, la oposición acusó a La
Cámpora de provocar un "vacío de poder" en el gobierno de Peralta.
Mientras tanto, la agrupación ultra K acusa a Peralta de "no estar
alineado con el gobierno nacional".
Fuentes de la gobernación indicaron que los proyectos de emergencia y de
reforma previsional que provocaron el descontento de los estatales, los
disturbios y la tormenta política "fueron ordenados por la Presidenta,
elaborados en borrador por Carlos Zannini y redactados por La Cámpora a
instancias del hijo de la presidenta".
Esta noche, Peralta seguía reunido con los últimos "leales" e
intercambiaba llamados de forma permanente con la Quinta de Olivos,
donde la Presidenta realizó hoy una maratón de reuniones, previo a su
licencia. De hecho, Fernández de Kirchner postergó su viaje a Santa Cruz
por los incidentes y la crisis política.
Los medios locales estiman que si Peralta renuncia, habría que convocar
de nuevo a elecciones, ya que el mandatario no cumplió el mínimo de
gestión que establece la Constitución provincial. Mientras, asumiría su
vice, Fernando Cotillo. Así, la Casa Rosada no podría intervenir la
provincia y perdería, así, el poder en Santa Cruz a manos de la
oposición.
Sin apoyo camporista. Con los vaivenes de las últimas horas, La Cámpora
se desvinculó de plano del gobernador. Por un lado, renunció el
secretario general de la gobernación, Francisco Anglesio, quien fue
candidato a intendente de Río Gallegos este año por el Frente para la
Victoria y es cercano a la agrupación.
Por otro lado, el bloque de diputados provinciales de La Cámpora, que
respaldó los proyectos del gobernador Peralta, pasaron a criticarlos y
dijeron que abandonaban sus bancas. Ese respaldo permitió que Peralta
fuera reelegido.
No fueron los únicos: los siguieron el ministro de Producción, Jaime
Álvarez, el ministro de Salud, Sergio Vuckovic -vicegobernador de
Peralta entre 2007 y 2011-, el jefe de la Policía provincial, Jorge
Mario Hassan, el director del estatal Canal 9, Martín Hernández, y el
secretario de Deportes, Ricardo Vaiani, según informó el diario
santacruceño Tiempo Sur.
Sin embargo, desde el Ejecutivo local, se confirmaron las renuncias de
Álvarez y Anglesio. En tanto, negaron la salida del jefe de la Policía.
Al mismo tiempo, la oposición sostiene que hay más alejamientos de los
que se admiten, al punto tal de poner en duda la continuidad del propio
gobernador.
Hassan, que ascendió a la cúpula máxima de la policia provincial, fue
cuestionado por el fuerte accionar policial contra los empleados
públicos y también por la represión a docentes desde 2007 hasta ahora.
Disturbios. En las adyacencias de la legislatura de Santa Cruz los
enfrentamientos entre la Policía y empleados estatales y sindicalistas
hubo 21 manifestantes heridos y otros 17 policías que padecieron
contusiones y cortes, según informó el Ministerio de Gobierno. También
hubo serios destrozos en el parlamento provincial.
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