Lo aseguró el presidente de Fatac, Vicente Bouvier. Respecto a años anteriores lo que cambió es que “ahora entre una bandera y otra hay entre 70 centavos y un peso de diferencia”, dijo el dirigente.
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La falta de combustible cada vez se hace sentir con mayor fuerza. A pesar que desde el Gobierno se intente minimizar la problemática en los diferentes puntos del país la demanda supera a la oferta. El crecimiento sostenido de la economía, el boom de la venta de autos cero kilómetros y el mayor poder de consumo de los argentinos se combina con la falta de inversión en el sector de los combustibles. “La situación para los transportistas de Santa Fe está complicadísima”,dijo el presidente de la Federación Argentina del Transporte Automotor de Cargas, Vicente Bouvier. “El tema está muy complicado porque la faltante de combustibles es generalizada y las distancias en el norte son importantes. No hay abastecimiento en el interior, uno no se puede abastecer en las ciudades. En la ciudad de Santa Fe ninguna de las YPF tiene gasoil ni nafta súper. No tienen nada”, sentenció. Al ser consultado sobre desde cuándo los transportistas santafesinos tienen problemas con la provisión de combustible, Bouvier dijo: “Hace más de diez años a esta parte. El mes de julio es el más crítico para nosotros y esa situación persiste hasta septiembre. Pero ya hace diez años que venimos con estas complicaciones”. “Esto es muy similar a lo que vivimos en años anteriores –agregó–, con la salvedad que en el precio del combustible de una bandera a otra hay entre 70 centavos y un peso de diferencia. Eso nunca había pasado”. El combustible de YPF es el más económico del mercado. Sin embargo, la facilidad para conseguirlo es inversamente proporcional a su valor. “Conseguirlo es casi imposible. Además, depende de los días, también es imposible conseguir combustible en las estaciones de servicio de otras petroleras. Hay momentos donde colapsan todas las bocas de abastecimiento. No hay nada por ningún lado. Eso se agrava en todos los fines de semana y en los inicios y fines de cada mes”, especificó el dirigente de los transportistas. “Nosotros terminamos pagando el litro de gasoil a un precio promedio de cinco pesos. El precio que tiene YPF es de fantasía, es una pantalla política”, señaló. Por otra parte, Bouvier aseguró que “éste es un problema que se agudiza tanto en el interior de la provincia como en el norte del país”. Por último, el dirigente de Fatac se refirió a las largas distancias que se deben recorrer y la necesidad de contar con los tanques llenos. “Un camión de ruta tiene una carga que va entre 500 y mil litros. Dependiendo de cómo se trabaje, eso se puede consumir en un día, dos o tres. Todo depende de la cantidad de kilómetros que se hagan”, remarcó. A cuentagotas El secretario general de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), Ramón Jatip, aseguró que los camioneros viven “totalmente otra realidad” a la que describió la semana pasada el ministro de Economía, Amado Boudou, respecto del faltante de combustibles. Por eso, reconoció que los “tomó muy de sorpresa” que el Gobierno niegue que haya escasez de combustibles “cuando todas las estaciones de servicio están llenas de vehículos, de gente que espera horas con sus hijos arriba” para cargar los tanques. “La realidad que vivimos todos los días en el transporte de cargas es totalmente otra. Acá combustibles no hay, se echa a cuentagotas”, afirmó el representante gremial, quien dijo que esta situación “se extiende absolutamente por todo el país”. En ese sentido, advirtió que la escasez afecta a la actividad y “redunda en la canasta familiar de todo el país” porque aumentan los insumos relacionados con el área. Jatip contó que “un camión, viajando en la larga distancia, necesita tener entre 500 y 600 litros por día de combustible en sus tanques”, pero “tiene que hacer cola durante un día” porque sólo consigue “de a 100 litros”. Además, se quejó de que están pagando “entre 5 y 5,50 pesos” el litro de gasoil en estaciones de servicio que no son de la red YPF. Al referirse a “esas pequeñas colas que el ministro (Boudou) habrá visto (en estaciones de servicio), a lo mejor en Buenos Aires”, en el interior del país “adentro” de cada playa “es muy probable que haya 150, 200 camiones esperando que llegue un camión que trae 35 o 36.000 litros”. “Algunas le dan 300 pesos, que son 70 u 80 litros de gasoil, o en las que con la más buena voluntad están dando algo de 700 pesos. Esto venía pasando esporádicamente, cuando había algún fin de semana largo”, pero se acentuó en marzo con “el inicio de la cosecha”. “¡Tenemos una impotencia!, el transporte está apostando al país, los transportistas hace muchos años acompañamos al país, no ha habido paros en ningún momento porque creemos que tenemos que ayudar a que el país salga, que tenga lo que debemos tener”, indicó.
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