La instalación de radares en distintos puntos del norte del país será anunciada el miércoles por la presidenta Cristina Fernández, cuando visite Santiago del Estero para inaugurar algunas obras en esa ciudad y en La Banda.
Se trata del programa Escudo Norte, que tiene por objetivo controlar el movimiento de aeronaves que ingresan y salen del espacio aéreo norte de la Argentina, confiaron calificadas fuentes castrenses.
Si bien el plan se mantuvo bajo reserva y están involucrados en él los ministerios de Defensa e Interior, además de las Fuerzas Armadas y de seguridad como Gendarmería Nacional y Prefectura, fuentes locales dijeron que en un sector del aeropuerto vicecomodoro Ángel Aragonés se instalará un radar primario que fue fabricado por el Invap en Río Negro. Además, se formará un pequeño escuadrón aéreo con algunos aviones cazas Pucará, con base en la estación aérea local, para interceptar vuelos irregulares.
A partir de hoy comenzaron a trasladarse autoridades del Ejército y funcionarios de las carteras involucradas en el proyecto para trabajar en la instalación del equipamiento, que se estima comenzará a trabajar dentro de tres meses.
Luego de la habilitación del servicio, una dotación de más de un centenar de técnicos y operadores del sistema tendrán base en el aeropuerto de Mal Paso, donde justamente se hará la ceremonia oficial de presentación de la iniciativa.
Este radar forma parte del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial que se creó por un decreto firmado en 2004 por el entonces presidente Néstor Kirchner. El gobierno tiene previsto tener operativos, antes de fin de año, siete radares para el control del tráfico aéreo civil.
Hasta junio, las autoridades nacionales pusieron en función ocho aparatos de los 22 que construye la empresa estatal rionegrina Invap, según un contrato suscripto en 2006. El Ministerio de Defensa nacional destacó recientemente el ahorro de costo de producción de los radares nacionales en el instituto especializado de Río Negro en oposición a los enormes costos de su compra en el exterior y su consecuente transferencia de recursos al extranjero.
En ese marco, el ministro Arturo Puricelli remarcó la importancia del “salto trascendente en la recuperación de la autosuficiencia tecnológica” que implicaba la fabricación dado que además “no se dependerá de proveedores extranjeros para el mantenimiento de estos radares”.
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